Un desafío a la cultura desechable

COMUNIDAD

Pesaj ( Sábado 7 de abril )

Esta semana recibí a través de Facebook una imagen que me dejó pensando durante días. En ella aparecía un matrimonio de edad avanzada, tomado de la mano. En la leyenda a pie de pagina se podía leer lo siguiente: “Un periodista le preguntó a esta pareja: ¿Cómo se las arreglan para estar juntos durante 65 años? y ella contestó: “nacimos en un tiempo en que si algo se rompía, se arreglaba, no se botaba a la basura”. Creo que me llamó la atención esta imagen porque en parte pertenezco a esa época. Recuerdo cuando niño que si algo se echaba a perder o se rompía, mi papá intentaba arreglarlo durante días, de todas las formas posibles, antes de botarlo. De hecho, incluso si se rompía, muchas veces lo guardaba en la bodega con la esperanza de arreglarlo o reutilizarlo algún día. Yo heredé algo de eso, me gusta guardar las cosas antes de botarlas y ver si se pueden arreglar o tendrán alguna utilidad en el futuro. Mi señora me llama la atención constantemente por ello y me dice que ya no hay más espacio en la bodega y que bote las cosas que ya no uso. Es interesante, porque cuando veo a mi alrededor, me doy cuenta que nuestro mundo se ha vuelto cada vez mas desechable. Lo veo en mis hijos: pañales desechables, juguetes desechables, ropa desechable. Y lo veo en mis amigos y conocidos: matrimonios desechables, amistades desechables, sensaciones desechables, experiencias desechables.

Este Shabat comenzamos a celebrar una de las festividades más importantes de nuestro calendario. Pesaj nos enseña el valor de las experiencias eternas y duraderas en nuestra vida. Como pueblo tenemos impregnada en nuestra conciencia la salida de Egipto como un momento clave en nuestra historia y lo recordamos constantemente en nuestras oraciones. Y como individuos también tenemos experiencias eternas de esta festividad. Sedarim marcados por familiares que ya no están. Olores de la comida preparada con tanto cariño por nuestra bobe o nuestra madre. Canciones y melodías transmitidas de generación en generación que son cantadas año a año en la mesa. Pesaj es sin lugar a dudas un freno a la cultura desechable. Un desafío a mantener activa nuestra memoria y guardar en nuestros corazones las experiencias milenarias de nuestro pueblo y las experiencias imborrables de nuestra propia vida.

 

Shabat Shalom VeJag Sameaj!

Rabino Marcelo Kormis

Fuente: La Palabra Israelita

Ilustración: Chabad.org

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