Hospital Luis Calvo Mackenna inauguró nueva unidad de medicina transfusional con la colaboración de la Comunidad Judía
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Luego de tres años de visitar semanalmente al hospital Luis Calvo Mackenna, entregando apoyo a las madres de los niños hospitalizados, un grupo de tres voluntarias decidieron remodelar en su totalidad la unidad de medicina transfusional de dicho recinto, ya que el lugar se encontraba en evidente estado de deterioro.
Entre los cambios realizados se destacan las mejores condiciones para el personal, la restructuración del área física tanto para los donantes (que aparte de donar sangre, pueden donar plaquetas, células madres, entre otros), como para el personal, quienes no contaban con un espacio adecuado para realizar su trabajo.
Se trata de una inversión importante, donde colaboró la Comunidad Judía de Chile con el cambio de la infraestructura del lugar, la Embajada de Israel, aportes individuales, empresa Tricolor, entre otras.
Esto viene a posicionar al hospital Calvo Mackenna como uno de los hospitales públicos que atienden más patologías complejas en el país.
Para la doctora Esperanza Marzuka, Directora de la Unidad de Medicina Transfusional del hospital “este es un avance importante. Estamos muy agradecidos por el aporte del grupo de voluntarias, de las empresas, de la Comunidad Judía de Chile, la embajada de Israel y de los privados que aportaron en este cambio. Esta nueva unidad va a mejorar la calidad de nuestra atención y también significa una mejor calidad en la atención en nuestros pacientes”
Cabe destacar que el hospital Calvo Mackenna, recibe a más de 100 pacientes oncológicos al año, provenientes de todas las regiones del país. Y esto bien lo saben Jacqueline Paz, Dalia Rezepka y Claudia Corvella, las voluntarias que partieron con visitas semanales hace tres años. Ellas van con el denominado “carrito de la dulzura para el alma”, que ayuda a aliviar la angustia de las madres entregando café, galletas, queque, haciendo manicures, entre otras actividades recreativas.
Este es la segunda iniciativa de las voluntarias. A principios de 2012, reinauguraron la unidad oncológica, agregando ocho camas y habilitando una sala de procedimientos, la que permite sedar a los niños al suministrarle sus tratamientos. El próximo desafío es remodelar la plaza central del hospital, con el objetivo de hacer más llevadero el paso de pacientes y familias por el centro asistencial.