Tefilá por Chile: Mensaje de León Cohen

COMUNIDAD

“La Comunidad Judía desea expresar su complacencia por la presencia esta noche de Su Excelencia, la Presidenta de la República Michelle Bachelet Jeria, y de las más altas autoridades del país con ocasión de esta Tefilá, tradicional oración por Chile, en el marco de un nuevo aniversario patrio, en el que los chilenos judíos se unen con las máximas autoridades de esta gran y hermosa nación, para invocar un sincero y profundo agradecimiento a Chile. Damos gracias por la recepción que tuvieron nuestros antepasados, lo que permitió construir una comunidad fuerte, unida y comprometida con Chile, al mismo tiempo que con sus ideales y sus propias tradiciones. Es desde ahí, que tanto las generaciones de ayer como las de hoy han podido contribuir al progreso de un país generoso y abierto.

Sra. Presidenta, así como el pueblo judío posee una historia más que milenaria, la presencia judía en Chile tiene también raíces muy profundas y desconocidas para la mayor parte de la población del país, incluso para muchos de los miembros de nuestra propia comunidad.

La presencia en nuestra tierra se cruza con los orígenes mismos de esta nación. En efecto, entre las tropas de Diego de Almagro que en 1535 pisaron por primera vez el norte chileno, figuraban conversos como Rodrigo de Ordoñez, teniente general de aquella expedición, hijo de un modesto zapatero judío de Oropesa, Alonso Jiménez y de Beatriz Dueñas, historia documentada en el boletín de la Academia Chilena de Historia, en 1947, por el escritor Carlos Larraín de Castro.

Luego, en tiempos de Pedro de Valdivia, sobresalen por su actuación Francisco de Villagra, conquistador y Gobernador del Reino de Chile, nieto de una judía llamada Isabel Mudarra, y Diego García de Cáceres, también Gobernador, cuyo origen judío quedó registrado en un expediente secreto de la Inquisición. Es particularmente interesante consignar que entre los descendientes de Diego García de Cáceres, se encontraban personajes muy relevantes de nuestra historia, como José Miguel Carrera y Diego Portales.

Mención aparte merecen el medico Francisco Maldonado da Silva, cuya dramática historia ha dado origen a los libros “Camisa Limpia” de Guillermo Blanco y “La Gesta del Marrano” de Marcos Aguinis, y también Manuel de Lima y Solá, quien junto a otros judíos residentes, fundó en 1851 el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, pionero en Chile, así como la primera logia francmasónica chilena, la Unión Fraternal de Valparaíso, siendo considerado por esta razón fundador de la Masonería chilena.

Un estudio realizado por el historiador Luis Thayer Ojeda en 1916 sobre los apellidos de las antiguas familias establecidas en el país, mostró que entre ellos había 447 apellidos que, en su opinión, correspondían a familias judías, apellidos que se encontraban presentes en todo el país y en todas las clases sociales.
Esto ha continuado a lo largo de los años, asumiendo como ciudadanos los deberes y responsabilidades que ello conlleva, aportando desde todos los ámbitos del quehacer humano al engrandecimiento de nuestro país. De hecho como recordará Su Excelencia, celebramos con vuestra presencia en el año 2006, los primeros 100 años de vida comunitaria organizada en Chile.

Sra. Presidenta, Chile ha permitido que sus hijos judíos vivan en plenitud y con orgullo su judaísmo y por ello nuestro infinito reconocimiento y gratitud hacia nuestra patria.

A partir de la ética que emana de nuestra fe, y también por que muchos de nuestros padres encontraron refugio en Chile amenazados por el exterminio de la barbarie nazi, nos impacta la situación de las familias sirias que escapan en busca de paz para su hijos. Desde esta tribuna manifestamos todo nuestro apoyo a los esfuerzos de nuestro gobierno por acoger en Chile a familias sirias, y nos comprometemos a colaborar en su inserción en nuestro país, a través de los variados programas de ayuda social que desarrollan las distintas instituciones que integran nuestra Comunidad.

Permítanme a continuación una palabra respecto del ambiente de crispación y desconfianza que nos afecta, que es reconocido transversalmente, y en este marco entregar nuestra propuesta, que nace de la esencia misma del judaísmo: «Ama a tu prójimo como a ti mismo». Del ejercicio de este precepto fundamental es posible alcanzar el respeto al otro, la no discriminación, la protección de la diversidad, el dialogo , la paz , la libertad y la igualdad.

El respeto al otro es amarle como se ama a uno mismo, lo que significa que él es como tu. La no discriminación promueve la convivencia de los hijos de un mismo Dios, la consideración de la diversidad enriquece el alma de una nación, el diálogo construye puentes y acuerdos, la libertad es una elección permanente, la igualdad, a la que aspiramos todos como un bien colectivo, nace de la respuesta de por qué Dios creó una sola pareja y no varias, y la paz universal, que hallándose en el centro mismo del judaísmo, es profetizada en las palabras de Isaías: “No alzará más espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra”. La paz se extenderá incluso al reino animal, morando juntos el león y el cordero.

Todos y cada uno de estos conceptos, atesorados por el judaísmo en sus libros sagrados, han sido asimilados como suyos por la sociedad occidental, y están inscritos en el corazón de las naciones, pero, desgraciadamente, no siempre bajan hacia quienes las habitan para convertirlos en acción. Tenemos entonces un desafío no menor: socializar todos estos valores de manera tal de hacerlos carne para construir un mundo mejor, uno en el que la justicia y la paz reine sobre los hombres de buena voluntad, y en el que prevalezca lo que hemos encontrado en nuestro país, la coexistencia en paz, desde la diversidad de cada uno, desde el respeto, desde el derecho que todos tenemos a desarrollarnos con igualdad de oportunidades.

Sra. Presidenta:

La Comunidad Judía ofrece su voluntad y valores para continuar trabajando por Chile, pone a disposición del país sus mejores capacidades para alcanzar la paz y la concordia nacional, se compromete a actuar como ha sido siempre su conducta, en todos los programas sociales y de emergencia, y reitera su compromiso de ser parte del esfuerzo colectivo de mejorar las condiciones de vida de nuestros compatriotas más vulnerables. Ofrecemos también servir de puente con Israel, a fin de poder acceder a las mejores tecnologías de ese país, entre otras áreas en el tema del agua, en el que nuestra Comunidad está comprometida a realizar un conjunto de proyectos de alto impacto que permitan incrementar la disponibilidad de recursos hídricos en nuestro país, aliviando tanto los problemas actuales, como para generar una visión de largo plazo, un proyecto país, en este ámbito.

Manifestamos, por último, nuestra convicción y decisión de trabajar por arraigar en Chile la no discriminación, para lo cual le reiteramos nuestra solicitud de impulsar el proyecto de Ley Contra la Incitación al Odio, y por la Promoción de la Justicia y la Tolerancia. Esta no es primera vez que desde este mismo espacio lo pedimos. No es como dicen algunos un proyecto para nuestro beneficio, es para proteger a cada ciudadano chileno que por su condición, sea religiosa, racial, sexual o de cualquier tipo minoritaria, sea víctima de quienes son guiados por el odio ciego e inhumano. Chile lo merece.

Antes de concluir y en la víspera de nuestro año nuevo judío le deseamos Presidenta a usted y a todos nuestros compatriotas con todo nuestro corazón un nuevo año muy dulce: “Shaná Tová Umetuká”.

Sra. Presidenta, queridos amigos, construyamos juntos un país aún más grande, próspero y solidario. Un imperativo abierto y permanente para todos.

VIVA CHILE…”

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