Iom Hashoá / León Cohen : «Debemos asumir la responsabilidad de transformar la memoria en acción»

Chile, Vida Comunitaria

El Presidente de la Comunidad Judía de Chile, León Cohen instó  durante el acto de recordación de las víctimas del Holocausto realizado en el Círculo Israelita de Santiago a “asumir la responsabilidad de transformar la memoria en acción”, agregando  que “ no hay mejor homenaje a los que no están con nosotros  y a los sobrevivientes presentes en este acto que nuestra promesa de llevarlos con nosotros, de hacerlos sentir nuestros , de mantener vigente sus horas de sufrimiento y resiliencia, de acoger su fortaleza como ejemplo y símbolo de lucha por la vida y la esperanza de un futuro mejor para la humanidad entera”.

El siguiente es el discurso de Cohen, que se sumó a los mensajes expresados por el Presidente de la Federación de Estudiantes Judíos, Jorge Testa y al de la Vicepresidenta de WIZO Chile, Yael Hassón.

“ Estar hoy reunidos aquí en recuerdo y homenaje a nuestros hermanos que sufrieron la Shoá debiera ser junto a un acto de reflexión y memoria uno de acción y compromiso.  Compromiso con quienes la vivieron y sufrieron, para que nunca sean olvidados tanto ellos como lo ocurrido y acción movilizadora, primero para enseñar y luego tanto para prevenir como para luchar contra cualquier atentado a la dignidad del hombre.

Así, hoy es un día en el que todos, sin excepción, debemos asumir la responsabilidad  de transformar la memoria en acción, especialmente en momentos complejos y difíciles, en que nos enfrentamos al hecho los testimonios vivientes del Holocausto se están desvaneciendo, que  persiste la propaganda antisemita ahora vestida con un nuevo ropaje que culpa a Israel y a su esencia redentora , el sionismo y en que nos encontramos en un mundo cada vez más sometido a la violencia y el terrorismo, impulsado por fuerzas y movimientos radicales.

No hay mejor homenaje a los que no están con nosotros  y a los sobrevivientes presentes en este acto que nuestra promesa de llevarlos con nosotros, de hacerlos sentir nuestros , de mantener vigente sus horas de sufrimiento y resiliencia, de acoger su fortaleza como ejemplo y símbolo de lucha por la vida y la esperanza de un futuro mejor para la humanidad entera.

Nuestra generación tiene el imperativo de encabezar la posta del recuerdo, convirtiendo a cada judío donde quiera que esté en un ladrillo en la construcción de la memoria de la Shoá, una tragedia frente a la que nadie podría ser indiferente y que sin embargo muchos hoy niegan o banalizan..  En palabras del sobreviviente y Premio Nobel Elie Wiesel, «pensé que el antisemitismo había muerto en Auschwitz, luego me di cuenta que solo los judíos murieron allí.

Sabemos que esta no es una tarea fácil, pero también sabemos que hemos sido provistos como quizás ningún otro pueblo de una voluntad y convicción a toda prueba que nos ha hecho permitido enfrentar a quienes han querido destruirnos, y que nos da la fuerza para enfrentar éste y otros muchos desafíos que nos rodean y que nos obligan a estar atentos y despiertos.  Los días que se nos vienen por delante no serán de leche ni de miel.  Mientras no haya paz en el Medio Oriente, no lo habrá en Israel, ni tampoco en Chile como consecuencia de  propaganda y acción anti sionista.  Este será un nuevo desafío para nuestra unidad comunitaria.  Pero, gracias a D´s tenemos la fortaleza para enfrentarlo.  Fortaleza que debe nacer de una exitosa historia colectiva de 110 años de vida organizada en nuestro país, que estaremos celebrando este 2016, y que relevará nuestro importante aporte al desarrollo y bienestar de la nación que nos acogió a nuestros padres y abuelos y de la que somos orgullosos hoy sus orgullosos hijos.

Como Comunidad deberemos luchar tanto contra aquellos que nos demonizan, como contra los que demonizan al Estado Judío y niegan su existencia, aplicando estándares discriminatorios que sólo son válidos para el Estado de Israel.  Así, es  un deber superior que asumimos con la mayor decisión, enfrentar con energía y argumentos a quienes con expresiones falaces intentan desconocer nuestro derecho a expresarnos y plantear con la cabeza en alto nuestra identidad.  En ello estamos y estaremos, día a día cumpliendo el mandato de las comunidades e instituciones judías que nos han dado el mandato representarlas políticamente.

Frente al imperativo de hacer de Chile un país que protege y fomenta la diversidad, propugnamos la construcción de una barrera infranqueable en contra del odio, como lo han hecho los países que vivieron el horror que significó la Shoá.  En este contexto estamos trabajando en lograr que la instancia legislativa del país apruebe definitivamente el necesario complemento de la ya promulgada ley antidiscriminatoria.  Me refiero  ley que penaliza la Incitación al odio, que hoy está congelada en el Congreso Nacional.  Un cuerpo legal que se haga cargo de los constantes ataques que sufren las minorías en Chile, por quienes no han entendido que la discriminación no es aceptable Su aprobación permitirá convertir a Chile en un mejor país, uno  aún más respetuoso y dialogante, un país de encuentro y de coexistencia, un país donde nuestros sobrevivientes encontraron el camino del día dejando muy atrás la noche, haciendo referencia al concepto de la trilogía del ya nombrado Elie Wiesel “La noche, el alba y el día», motivo central de este acto de Iom Hashoá.

Queridos amigos, los invito a mantener vivo el recuerdo de los seis millones de nuestros hermanos asesinados en los campos de exterminio nazi, mártires de los derechos universales, en la esperanza que su muerte sirva al menos como la razón de un “ nunca más “ tan necesario para toda la humanidad”.

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