Presidenta destacó el compromiso comunitario con el diálogo intercultural e interreligioso durante la Tefilá por Chile

Chile

La Presidenta de la República, Michelle Bachelet Jeria, destacó el compromiso comunitario para con el dialogo intercultural e interreligioso durante  su discurso ofrecido en ocasión de la Tefilá por Chile, organizada por la Comunidad Judía. La mandataria incorporó importantes conceptos en el marco de su intervención, que reproducimos a continuación:

“Amigas y amigos: Me siento muy honrada y contenta de acompañarlos, una vez más, en esta Tefilá por Chile. Y es una alegría especial, porque estamos ad portas de la celebración de los 110 años de vida organizada de la comunidad judía en Chile.

Y, como el presidente recordaba, tuve la suerte de estar con ustedes, también como Presidenta, en la celebración del centenario, hace diez años, recordando el primer Minián que tuvo lugar en 1906.

Así que ya se está volviendo casi una costumbre que estemos juntos en los momentos importantes de la Comunidad, y yo les agradezco  sinceramente.

La de hoy es, ante todo, una instancia de oración por el presente y el futuro de nuestro país. Pero es también un muy valioso espacio de encuentro para reflexionar sobre nuestros actos individuales y cómo estos afectan a nuestros semejantes.

Y compartir anhelos, inquietudes e ideas sobre qué podemos hacer, todos juntos -chilenos y chilenas de distintas procedencias, orígenes culturales y pertenencias religiosas- para construir una sociedad mejor, más justa, próspera, inclusiva y respetuosa de la diversidad.

Y ésta es una tarea que nos compete a todos: a judíos, musulmanes y cristianos; a ateos y agnósticos; al Gobierno y a la sociedad civil, a los pueblos originarios y a quienes descendemos de los que llegaron después, como inmigrantes.

Y tal como los rabinos, y usted, presidente decía, ésta es una tarea que demanda diálogo, que requiere que derribemos murallas y construyamos puentes, y que seamos capaces de relacionarnos, ya no con tolerancia -eso no basta- sino con respeto, gestando de este modo una cultura de paz y  progreso.

Y en este sentido, es fundamental que promovamos y que seamos partícipes del diálogo intercultural y del diálogo interreligioso; que abramos nuevos espacios de encuentro y valoremos los ya existentes, como éste y otros similares, en los que confluye la diversidad y la riqueza de Chile.

El Gobierno conoce su tarea en esto, y es justamente lo que estamos haciendo, por medio –por ejemplo- de nuestra Oficina Nacional de Asuntos Religiosos, y apoyando iniciativas como la creación de la Asociación de Diálogo Interreligioso y Desarrollo Humano, que se lanzará próximamente y que estará presidida por el Rabino Daniel Zang.

Sé bien que estos son objetivos con los que la comunidad judía está muy comprometida. Porque no cabe duda  que estos han sido 110 años de aportes al diálogo y al desarrollo social, institucional y cultural de un país que les abrió la puerta, y al que ustedes  han sabido retribuir de gran manera.

Por cierto, los años son muchos más si contamos las importantes contribuciones individuales de personajes como Francisco Maldonado de Silva, uno de los primeros directores del Hospital San Juan de Dios (y yo tengo aquí que fue en 1619), y Manuel de Lima y Sola, fundador de la Masonería chilena y uno de los socios fundadores de del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso.

Son aportes sustanciales, de los que podemos dar muchísimos ejemplos, pero que quizá se expresan con toda claridad en el esfuerzo que la comunidad puso -junto con otras organizaciones civiles- para sacar adelante la tan necesaria Ley Antidiscriminación.

Y yo tengo plena convicción que es indispensable la Ley Antiodio que usted señala.  Así que la tarea que  me pongo aquí delante de ustedes, que para Januca podamos tener avances en este sentido.   Y ahí está el ministro Secretario General de la Presidencia, que se va a llevar esta tarea, y nuestros parlamentarios, que nos van a ayudar también en esta tarea.

Pero también quiero aquí hacer un reconocimiento muy importante a  la participación activa de los miembros de la comunidad, en especial de los Rabinos Bloch y Zang, en los Encuentro Locales Autoconvocados, que fueron parte del Proceso Constituyente que ha estado  en marcha.

En el ELA, Encuentros Locales Autoconvocados, en que ellos participaron, junto con miembros de otras tradiciones culturales y religiosas, los temas que primaron fueron “el respeto y aceptación, la unidad en la diversidad, equidad de género, dignidad de las personas y el buen vivir social”.

Todos esos son principios y valores que nos unen, y son también pilares de la convivencia social y de la democracia, y debemos defenderlos y promoverlos con vigor.

De ello depende que podamos gestionar pacíficamente las naturales  discrepancias que pueda haber en toda sociedad democrática, y que podamos llegar a acuerdos aunque pensemos distinto, o tengamos diferentes credos, cosas tan comunes en sociedades plurales y abiertas como la nuestra.

Amigas y amigos:

Quiero concluir recordando unas palabras del Rabino Daniel Zang, sobre el diálogo y su importancia: “Se trata de poder invitar, enseñar, educar. También de visitar, vivenciar y aprender; saber escuchar, y ser escuchado. Esto nos permite profundizar nuestra identidad en un mundo diverso y enriquecernos en la experiencia del otro. Es en este diálogo fraterno donde se manifiesta la presencia divina”.

Espero que esta Tefilá por Chile nos permita interiorizar estas sabias palabras, profundizar el camino fructífero del diálogo, y aunar esfuerzos por el bien de chilenos y chilenas.

 

Muchas gracias”.

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