“Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial”, columna de Shai Agosin en El Mostrador

ANÁLISIS / OPINIÓN, Antisemitismo, Chile, COMUNIDAD, Mundo

Últimamente  en nuestro país se han viralizado videos y declaraciones con un preocupante tinte discriminatorio.  Personas de otra nacionalidad o color son víctimas de prejuicios y ofensas.

Ayer 21 de marzo se celebró el “Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial”, proclamado por la ONU, lo que nos da una oportunidad para pensar, reflexionar y recordar nuestros orígenes.

Mi bisabuelo, Isaac Smirnoff vino desde Rusia como tantos otros buscando un nuevo hogar en el siglo pasado.

Hoy, al igual que ésa época, existen países que sufren las terribles consecuencias de economías debilitadas o profundas crisis políticas, por lo cual, personas de distintas naciones, razas y colores llegan a Chile buscando un futuro mejor.

Por ello, en la última década nuestra nación se ha convertido en un punto donde inmigrantes de todas partes del mundo quieren asentarse.  Según el informe Coyuntura Económica en América Latina y el Caribe, de la Cepal, y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Chile es el país de Latinoamérica donde más han aumentado los inmigrantes en los últimos años. Entre 2010 y 2015, la población de inmigrantes creció, en promedio un 4,9% por año.

Esto ha generado un  debate -por cierto necesario- en nuestro país. Sin embargo, cuando este debate deriva en dichos y acciones discriminatorias, estamos en un problema. Es triste ver que algunas personas argumentan cuán perjudicial podría ser esto para Chile. Incluso se ha hablado del cambio que sufriría la raza chilena.

Como Comunidad Judía de Chile nos sentimos responsables de combatir la indiferencia, discriminación, intolerancia, pues conocemos cuáles pueden ser sus consecuencias: seis millones de judíos fueron asesinados por ese tipo de ideología en la Alemania nazi.

Acciones discriminatorias de esta naturaleza sólo demuestran la incapacidad de entender el dolor ajeno, la tragedia de quienes emigran dejando su tierra y a su familia, para intentar asentarse en otro país con toda la incertidumbre que ello significa. Emigrar muchas veces es la última opción, pues no muchas personas están dispuestas a dejar parte de su historia e iniciar una vida en un lugar desconocido.

Como Comunidad Judía de Chile nos sentimos responsables de combatir la indiferencia, discriminación, intolerancia, pues conocemos cuáles pueden ser sus consecuencias: seis millones de judíos fueron asesinados por ese tipo de ideología en la Alemania nazi.

Entendiendo que no podemos aceptar que se reste dignidad a las personas, cualquiera sea su condición, es que como Comunidad trabajamos por la promulgación de la Ley Antidiscriminación, también conocida como Ley Zamudio y hoy lo hacemos por la Ley en Contra de la Incitación a la Violencia, pues son herramientas que entregan un marco regulatorio para evitar y sancionar intolerancia.

Ciertamente hay consenso en que es vital una modificación a la Ley de Migraciones, pero en tanto ello ocurre es vital que entendamos estos fenómenos como algo natural que contribuye a asentar valores universales. Como dijo el intelectual y ex presidente checo, Václav Havel: “Es necesario que aboguemos por una República humana que sirva al ser humano”.

Chile es desde su origen una rica mixtura de pueblos autóctonos y foráneos. La fuerza de esa fusión y la riqueza de lo diverso nos engrandece y dignifica hasta la actualidad.

Es importante valorar esta rica conjunción de  razas y culturas pues son un aporte al desarrollo y diversidad de nuestra nación. Permitamos  que nuestro país  sea un crisol en que todos podamos aportar a su desarrollo.

Fuente original http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2018/03/22/eliminacion-de-la-discriminacion-racial/

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