Tefilá por Chile : Mensaje del Presidente Piñera

Chile, COMUNIDAD

“Quiero agradecer muy sinceramente esta oportunidad de compartir con
ustedes una celebración con tanta historia y significado como es el
Tefilá por Chile.
Pienso que en estos tiempos orar por Chile es más urgente y necesario
que nunca, porque hemos vivido tiempos de grandes adversidades,
pero también tiempos de mucha confusión y de debilitamiento de
valores esenciales. Adversidades, en muy poco tiempo, en el mundo y
también Chile, hemos debido enfrentar crisis políticas, la pandemia del
coronavirus, crisis económicas, crisis sociales, sequías y muchos otros
males que nos han puesto a prueba para ver y medir el temple del
pueblo chileno para saber enfrentarlas, superarlas y seguir caminando
por el sendero del progreso.
Pero también han sido tiempos de mucha confusión, en que valores
fundamentales se han ido desdibujando, se han ido relativizando. Y por
eso la importancia de esta Tefilá por Chile. El valor de la vida, incluyendo
la vida del que está por nacer, el valor de la libertad, el valor de la
democracia y el Estado de Derecho, el valor del orden público y de la
seguridad ciudadana, el valor de la no violencia, el valor del diálogo y
de los acuerdos, el valor de la tolerancia, del respeto, de la no
discriminación.
Y aquí es cierto, una de las formas más oscuras y crueles de
discriminación ha sido a lo largo de la historia el antisemitismo que, por
supuesto, no refleja ninguno de los valores que antes he mencionado.
Ésta es mi última Tefilá. Recuerdo con emoción la primera Tefilá el año
2010, ésta es mi última Tefilá como Presidente de la República y ojalá
me sigan invitando. Porque quiero expresar hoy día, como Presidente
de Chile, mi profundo reconocimiento y gratitud al enorme aporte que
han hecho chilenos judíos a lo largo de nuestra historia al desarrollo de
nuestro país en múltiples facetas, con amor, con compromiso.
Por ejemplo, desde los tiempos de lo que los españoles llaman el
descubrimiento de Chile, los españoles creen que cuando llegan a un
lugar lo descubren, la verdad es que estaba descubierto mucho antes,
pero junto con Diego de Almagro, llegó a Chile Rodrigo Orgóñez y a
partir de esos tiempos, comienzo del siglo XVI, a lo largo de los siglos
la Comunidad o los chilenos judíos han hecho permanentemente un
gran aporte a un desarrollo integral del cuerpo y del alma de nuestro
país.
Recuerdo, por ejemplo, a Manuel de Lima, fundador del Cuerpo de
Bomberos de Valparaíso y también fundador de la Unión Fraternal que
fue la primera logia masónica en nuestro país; o al rabino Eduardo
Waingortin, que fue capellán en La Moneda; a Claudio Grossman,
agente chileno ante la Corte de La Haya; a Mario Kreutzberger, que ha
sido creador de tantas iniciativas nobles y buenas para el alma de Chile;
a Dora Altbir, a Miryam Singer, a Carla Guelfenbein, a Andrés
Weintraub, a Miguel Kiwi. Todos ellos Premios Nacionales, el más
grande galardón que entrega nuestro país para reconocer, apreciar y
agradecer los aportes que van más allá de lo que es lo normal.
También personas como Nissim Sharim, gran actor; o Jorge Kaplán,
médico pionero; y personas que han estado más cerca de nosotros
como es el caso de Ministros como Rodrigo Hinzpeter, como Pauline
Kantor y muchos más.
Todos ellos han hecho un enorme aporte y una gran contribución en
terrenos tan diversos, la cultura, la ciencia, el arte, el mundo de la
economía, el mundo de la política, el mundo de las comunicaciones.
Siempre hemos encontrado ahí un aporte fecundo, un aporte valioso
que es bueno saber apreciar, reconocer y agradecer que es lo que estoy
intentando hacer en este instante.
Porque, además, la Comunidad Judía nos ha acompañado en la
travesía de esta República desde sus primeros pasos hasta el presente,
y eso es algo que nosotros reconocemos, apreciamos, valoramos y
agradecemos.
Pero, además de eso, nos ha enseñado muchos valores, no solamente
los talentos que vienen de Dios, sino que también el valor del esfuerzo,
del compromiso, del amor, de la tolerancia, virtud tan necesaria en
tiempos revueltos como los que vivimos hoy día, y también el valor de
la solidaridad, del respeto a los derechos humanos y las libertades, la
libertad religiosa, la libertad de educación, el derecho y deber preferente
de los padres para educar y formar a sus hijos, la libertad de amar, son
valores que, sin duda, son los mejores antídotos en contra de esas
expresiones de odio, de discriminación que, a veces, imperan en la
especie humana y que a lo largo de nuestra historia nunca nos han
dejado de acompañar.
Por eso, en estos tiempos de tanto populismo, tanta polarización, tantas
divisiones, tanta falta de respeto por los demás, porque cuando uno no
respeta el Estado de Derecho, no respeta los valores de la democracia
y práctica la violencia para obtener sus métodos, lo que está haciendo,
en el fondo, es expresar una profunda falta de respeto por los demás.
Por eso, hoy día en que ustedes están en pleno Sucot, estos 7 días que
les recuerda la precariedad de las primeras décadas cuando el pueblo
judío logró escapar del cautiverio en Egipto y dirigirse a la Tierra
Prometida, esas décadas por el desierto fueron precarias y esta fiesta
recuerda esa precariedad. Y por eso tenemos esa cabaña precaria que
simboliza la precariedad no solamente de esas décadas en el desierto
camino hacia la Tierra Prometida, sino que la precariedad de la vida
humana.
Tal vez está pandemia nos ha enseñado, cuando creíamos que
habíamos conquistado todos los secretos y dominábamos la ciencia y
creíamos que dominábamos la naturaleza, un virus microscópico
demostró cómo puede poner de rodillas a las potencias más grandes
del mundo. Por eso, la humildad es un reflejo necesario para reconocer
la precariedad de nuestras vidas.
Hoy en pleno Sucot, en esa cabaña precaria de la salida de Egipto y,
curiosamente, por designio
de Dios, le negó a Moisés y Aaron lo que
ellos querían que era entrar a la Tierra Prometida, pero no se lo negó a
Josué y, posteriormente, a David, a Salomón en esos tiempos del
Estado Judío.
Hoy, junto con orar por Chile, esta Tefilá por Chile y por su pueblo, les
deseo a todos ustedes, a todos los chilenos judíos una muy feliz Tefilá,
pero también una más feliz Simjat Torá, porque Simjat Torá significa la
alegría del Torá y recuerda el momento en que Dios le entregó la Torá
a Moisés, momento muy emblemático, y ahí estaban esos
mandamientos que son, como decía el Presidente de la Comunidad, el
alma y la esencia de la existencia y, además, lo hizo después de un
largo proceso de purificación.
Por eso, con esa plegaria milenaria, yo les quiero decir hoy día desde
el fondo el alma no solamente gracias y muchas gracias, sino que
también a todos ustedes, shalom, Shalom”.
Gracias”

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