Comunidad Judía, Desafío Levantemos Chile, Clínica Las Condes y Municipio de San Bernardo, levantan consultorio de especialidades
COMUNIDAD

Por Gabriela Arditi Karlik
Revista Shalom
A 20 kilómetros del centro de Santiago, en la comuna de San Bernardo, está el campamento San Francisco que alberga a 1.500 personas. “Éste no es muy distinto a los peores barrios de África”, señala el director de Desafío Levantemos Chile, Cristián Goldberg. Agrega que “no hay nada más emocionante que ver la sonrisa de esos niños y familias que son beneficiados con esta obra y entender que tenemos la obligación de devolver a nuestra sociedad las oportunidades que nosotros tuvimos. Los pobres no eligen ser pobres; nosotros sí elegimos poder ayudarlos”, resume.
La población de San Bernardo, según el último Censo, es de 277.000 habitantes ubicados en un área de 155 km2, atendiendo los centros de salud a 224.000 inscritos, de los cuales el 60% están adscritos a FONASA. “Se trata de más de 100.000 chilenos que viven con un sueldo mínimo o inferior, lo que constituye un imperativo ético para nuestra comuna”, sostiene el director de Salud de la Corporación de Educación y Salud de San Bernardo, Rubén Vásquez.
En este contexto la alcaldesa de dicha comuna, Nora Cuevas, lanzó junto a Desafío Levantemos Chile, la Clínica Las Condes y la Comunidad Judía de Chile, el sueño de “poder resolver las especialidades que hoy están en lista de espera de los pacientes del sector El Manzano y del campamento San Francisco. Este sueño tomó alas y hoy se ha convertido en una realidad, la cual debe dar sus frutos”, indica Vásquez.
Desafío Levantemos Chile comenzó apoyando las navidades de los niños de esa comunidad, detectando la grave falencia que tenían en atención de salud. Fue así como con esa inquietud contactaron a la CLC, así como a potenciales donantes para establecer el puente entre los que podían ayudar y quienes lo necesitaban, entendiendo que la erradicación de la pobreza es un tema de todos. “Nuestro especial agradecimiento a don Samuel Levy Benveniste y amigos que hicieron posible este milagro”, dice el director del organismo, Cristián Goldberg.
En la CLC quienes asumieron la responsabilidad fueron el director médico, René Tejías, el doctor Alfredo Misraji y el cuerpo médico de dicho centro asistencial. Previo a involucrarse en la iniciativa no se mostraba muy convencido de transformar aquel basural en un policlínico de especialidades de lujo. “En un principio le dije al director de la clínica que no lo haría, hasta que un sábado por la mañana fui a conocer a la alcaldesa, así como el lugar. Era literalmente un basural con un consultorio mínimo”, recuerda el jefe del departamento de Pediatría de la Clínica Las Condes y director médico de la Comunidad Judía de Chile, CJCh. Agrega que en vista que existía un terreno que había cedido la municipalidad, se contactó con Samy Levy Benveniste, dueño de la inmobiliaria Cosal, quien se entusiasmó con la idea de construir un policlínico secundario donde se solucionará inmediatamente los problemas de salud de los pobladores: desde la realización de un electrocardiograma hasta una endoscopía.
Las cuatro instituciones mencionadas emprendieron los esfuerzos para la materialización del proyecto, a cargo del constructor civil Jaime Misraji. Hoy aquel basural cuenta con todo lo necesario: desde radiografías hasta endoscopías, evitándole así horas de espera. Además, parte del policlínico estará habilitado con telemedicina, tecnología traída desde Israel, a donde viajaron algunos representantes de las mencionadas instituciones. Esto permitirá que los resultados de los exámenes lleguen directamente a la Clínica Las Condes.
Comenzaron la construcción hace menos de un año y la inaugurarán en septiembre. Por si fuera poco, la CJCh dio en comodato un consultorio dental móvil que está en marcha blanca en San Bernardo. Asimismo, detrás del policlínico se construirá, junto a gente de la colectividad y la Junta Nacional de Jardines Infantiles, JUNJI, un jardín para los niños en edad preescolar. Esto les dará tranquilidad a los pobladores para poder trabajar mientras sus hijos juegan y estudian.
“Lo que estamos haciendo es dar un paso para atender a gente pobre que no tiene soluciones en educación y medicina, junto al apoyo de la Red de Colegios SIP, pertenecientes a la familia Matte. En el viaje a Israel éramos como una kvutzá de un movimiento. Siento que como ex alumno del Instituto Nacional y médico de la Universidad de Chile, que no pagué un peso por mi educación, necesito como persona, como médico y como judío, devolverle la mano a lo que me ha dado el país . He ido a Israel en muchas oportunidades y Chile necesita que aquellos que hemos tenido acceso a la cultura y a la educación contribuyamos con los más necesitados. Este país va a reventar socialmente si no hacemos algo. La responsabilidad social de los empresarios y profesionales es que toda la gente debe hacer socialmente algo extracomunitario”, sostiene Alfredo Misraji.
Agrega que esto tendrá trascendencia en el tiempo, que es “resolver los problemas de la gente de todas las ideologías, las creencias y los estratos socioeconómicos. Esto es algo transversal. Nosotros estamos erradicando este campamento y lo que va a ocurrir es que todas las clínicas privadas van a mirarnos. La idea es mostrarle al país cómo se deben hacer las cosas. Imagínate que yo empecé el Servicio de Atención Médica de Urgencia, SAMU, hace 20 años, con una ambulancia y ocho personas, y mira lo que es ahora. Nosotros los judíos podemos ayudar a la extrema pobreza”.
Samy Levy: fundador y principal accionista de la constructora Cosal S.A.
– ¿Cómo te involucraste en el proyecto?
– En una conversación con el doctor Alfredo Misraji, amigo de toda la vida, me planteó la posibilidad de que en una iniciativa común con la Clínica Las Condes algunas personas de nuestra comunidad pudieran construir un policlínico para atender a la gente más vulnerable en aquellas especialidades en las que normalmente no tienen la cobertura adecuada. Consistía en tratar con medicina y equipamiento de excelencia aquellas patologías que el sistema público no puede oportunamente cubrir. El doctor Misraji se preocuparía de conseguir de la CLC el equipamiento necesario y lo que es más importante, la atención médica gratuita de sus mejores especialistas. El Servicio Nacional de Salud aportaría el personal permanente y los insumos necesarios. Faltaba entonces la construcción de la infraestructura, para lo cual la municipalidad de San Bernardo contaba con un terreno que estaba convertido en un basural y rodeado de pobladores en un lamentable estado de pobreza. Accedí entonces a formar parte de esta iniciativa de Alfredo en conjunto con la alcaldesa de San Bernardo y el valiosísimo concurso de los médicos y administración de la CLC personificados en su director Médico, René Tejías. Con alguna ayuda de amigos financistas, el auspicio de la fundación Desafío Levantemos Chile, la ley de donaciones y esfuerzo propio, logramos construir un policlínico modelo en la calle Santa Teresa 1857, San Bernardo, que dará esta atención exclusiva y gratuita a la gente más vulnerable del sector.
Es importante destacar, que esta iniciativa ha traído grandes efectos laterales, pues se terminó con todo el basural, el ministerio de Salud inició la construcción de un nuevo consultorio primario al lado de nuestro policlínico, la Comunidad Judía de Chile aportó además con un contenedor completamente equipado para atención dental y el ministerio de la Vivienda, entusiasmado con estas iniciativas, está entregando los subsidios para la construcción de una nueva población de viviendas sociales, erradicando con ello el pobre campamento vecino.
-¿A cuánta gente beneficiará?
– La iniciativa beneficiará a más de un millón de personas vulnerables del sector Sur del Área Metropolitana.
Askaan Wolth: líder de Educación del Desafío Levantemos Chile
– ¿Cómo fue el viaje a Israel?
– El viaje a Israel fue muy enriquecedor desde todos los puntos de vista. Fuimos dos comitivas: una de educación y otra de salud. En la primera visitamos cada día una institución distinta; fuimos a jardines infantiles en la ciudad de Beer Sheva donde pudimos observar la inclusión de estudiantes universitarios en la educación de los párvulos. Estuvimos en el centro de capacitación Golda Meir, en Haifa, en el que se capacitan educadoras de párvulos de países en desarrollo. También visitamos el Instituto Feuerstein, dirigido por la eminencia en educación, Reuven Feuerstein, donde tuvimos la oportunidad de compartir varias horas con él y su equipo, y conocer más de cerca sus teorías y las aplicaciones de éstas a la práctica. También pudimos conocer más de cerca las experiencias de las nuevas tecnologías aplicadas en la sala de clases en Tel Aviv.
– ¿Cuál era tu visión del país antes y después de haberlo conocido?
– Mi visión antes de ir a Israel era la de un país marcado por la guerra y la violencia. Después de conocer Israel, me cambió diametralmente la opinión; conocí un país tranquilo, seguro, desarrollado y con gente muy amistosa.
– ¿Qué aprendiste de Israel?
– Aprendí que el trabajo en equipo es indispensable para lograr mejoras a nivel país. Este pequeño país, ubicado en medio de zonas de conflicto, ha salido adelante gracias al esfuerzo mancomunado de sus habitantes. Eso es un gran ejemplo para Chile. Es la única forma en la que podremos dar el salto de ser un país en vías de desarrollo a ser uno desarrollado.
– ¿Qué fue lo más emocionante del viaje?
– Conocer las experiencias de vida de personas que están en la misma misión que nosotros: mejorar la calidad de la educación en la primera infancia. Sin dejar fuera la increíble experiencia histórica de conocer sitios de gran importancia en la historia universal.
Lily Ariztía: gerente general de SIP Red de Colegios
-¿Qué imagen tenías del país y cómo cambió al conocerlo?
– Sabía que era un gran país, que era cuna de nuestra cultura y religión, pero nunca imaginé el impacto que causaría en mi persona.
-¿Aprendizajes?
– La fuerza y la pasión por hacer las cosas bien, y ver que los judíos sienten el orgullo de pertenecer a esa comunidad.
-¿Cómo describirías el viaje?
– Maravilloso, emocionante y entretenido. Desgraciadamente estuvimos sólo 10 días.
– ¿Qué lugares te llamaron la atención?
– Jerusalén me impactó como cuidad, el río Jordán, Nazaret, las universidades y centros educacionales.
– ¿Lo más emocionante?
– Conocer cómo se trabaja; la fuerza y el profesionalismo de los profesores. Y como emoción… conocer la Tierra Prometida.
Gerardo Gorodischer: presidente de la CJCh
– ¿Cómo surge el involucramiento de la CJCh en el proyecto de hacer un policlínico en San Bernardo?
– El proyecto comenzó con la idea de construir un nuevo consultorio en San Bernardo, puesto que, es una de las comunas más grandes de Santiago y su consultorio principal no daba abasto para la cantidad de personas que circulan diariamente en él. Es por esto que Desafío Levantemos Chile, en conjunto con la Clínica Las Condes, comenzaron con la idea de un nuevo consultorio. Así, contactaron al doctor Alfredo Misraji quien nos invitó a participar a nosotros, demostrando así el compromiso que tenemos para la construcción de un Chile más justo e igualitario.
– ¿Cuál será el aporte específico de la Comunidad?
– La Comunidad ha participado a través de distintas personas en la realización de esta iniciativa que está siendo liderada al interior de nuestro yishuv por el doctor Alfredo Misraji, quien junto a grupo de damas ha trabajado en ayuda social. Además, un miembro de la comunidad junto a un grupo de amigos donó la construcción de un centro de diagnóstico. Y un aporte más especifico es el de ubicar el consultorio dental móvil que ayudará a la población de la comuna de San Bernardo en los requerimientos dentales pertinentes.
– ¿Cómo ha sido esta experiencia?
– La experiencia ha sido desde el comienzo muy enriquecedora. Hemos trabajado con un equipo de primera calidad que nos abrió las puertas para construir un Chile más igualitario y de calidad. Tanto la municipalidad de San Bernardo como las diferentes instituciones han trabajado con el corazón y estamos orgullosos de poder colaborar, entregando el consultorio dental móvil a la población de la comuna.
Rubén Vásquez: director de Salud de la Corporación de Educación y Salud de San Bernardo
– ¿Cómo ayudará el nuevo policlínico a la comuna?
– Resolverá específicamente aquellas patologías y procedimientos no quirúrgicos que puedan dar una resolución del 100% a los pacientes que aguardan una atención de especialista. Por ejemplo, haremos 40 radiografías diarias de partes blandas, más de 1.000 endoscopías, procedimientos no invasivos, consultas de dermatología, otorrino, pediatría, odontología, cardiología. En fin, todas aquellas especialidades de mayor demanda y que hoy son parte de una lista de espera que estamos disponibles a superar.
– ¿Cómo fue tu experiencia en Israel?
– Fue una oportunidad maravillosa de conocer una sociedad y sus avances, pero a la vez un encuentro con la cultura, un aterrizar en el “yo” profundo de nuestra historia de las raíces de una civilización en donde todos han hecho el aporte que hoy nos explica como sociedad. Conocimiento y cultura; con eso me quedo.
– ¿Qué lugares visitaron?
– Recorrimos varias ciudades, y sus centros de salud y educacionales. Fue una visita integral que contempló la visita a hospitales importantes como el Hadassah Medical Center en Jerusalén, el Hospital de Soroka en Beer Sheva y el Hospital Rambam en Haifa. Todos centros de primer nivel en desarrollo de la medicina y de cuidado a pacientes.
– ¿Qué sabías de Israel?
– Mi imagen era de una zona desértica. Me impresionó la transformación del desierto y el gran desarrollo de Israel.
– ¿Lecciones?
– Que las imágenes valen más que mil palabras. Creo que conocer la realidad de Israel y su gente abre la mente y permite apreciar el contexto de una historia y de pueblos que convergen.
– ¿Los momentos más emocionantes?
– Hubo varios momentos, pero la visita al Hospital Rambam en Haifa y la bella ciudad puerto son imágenes para mí imborrables.
Dominique Soulodre: voluntaria de la CJCh
– ¿Cuál será tu labor en este proyecto?
– En este momento estamos postulando el proyecto del jardín infantil a la JUNJI para competir por fondos para su construcción. Como queremos que el jardín tenga un estándar mejor que el exigido por dicho organismo, nuestra próxima labor será reunir fondos entre personas o empresas de la comunidad judía. Dado que el jardín está ubicado en un sector muy vulnerable, es más necesario aún que la calidad que se ofrezca en el establecimiento sea la mejor. Debemos pensar que son niños con problemas de estimulación, alimentación, abandono y violencia intrafamiliar, por mencionar algunos. Por lo mismo, requieren de un apoyo más fuerte para lograr nivelarlos y que a la larga puedan salir del círculo de la pobreza. La idea es que como comunidad judía podamos aportar a la sociedad chilena con una obra concreta, a largo plazo y que pueda convertirse en un factor de cambio real para muchas personas.
– ¿Tu experiencia del viaje a Israel?
– El viaje fue maratónico. Cubrimos muchos lugares turísticos y además relacionados con el proyecto, en pocos días. Pero fue de mucho aprendizaje para todos. Israel es sin duda un lugar de donde se aprende de todos tipo de cosas y ves realidades muy interesantes.
– ¿Qué te llamó la atención?
– Ésta es mi segunda vez en el país. Me llamó mucho la atención algo que no estaba en el viaje pasado: el muro que separa los territorios palestinos e israelíes. Es sobrecogedor no sólo por el muro mismo, sus dimensiones y características, sino por todo lo que significa.
-¿Qué fue lo más emocionante?
– Conocer al doctor. Feuerstein. Él es una eminencia a nivel mundial. Sus teorías cambiaron totalmente el cómo se enfrentaba el aprendizaje de personas con necesidades especiales. Es una persona muy adulta, pero absolutamente vigente y lúcida. Fue un honor conocerlo y que quisiera compartir con nosotros sus conocimientos.
Yael Rosenberg: voluntaria de la CJCh
– ¿Cómo fue el viaje?
– No había ido a Israel desde el viaje de estudio en 1992. Fue una experiencia muy enriquecedora, junto a un grupo de gente muy diverso, pero muy interesante. Tuvimos el privilegio de conocer desde dentro la salud y la educación de la sociedad israelí, sintiéndonos tremendamente orgullosos de la mentalidad, formación y preocupación central por el ser humano que irradian.
– ¿Qué lugar te cautivó particularmente?
– La magia que envuelve Yerushalaim y que no distingue religiones. Éramos sólo tres judíos de un grupo de 22. También un jardín infantil en un barrio de puros inmigrantes, donde la profesora con una visión y una fortaleza sin límite tenía un Kidzania echo por ella, con materiales de desecho.
– ¿Emociones?
– Sin duda alguna la entrevista con Reuven Feuerstein. Es impresionante su experiencia y capacidad de transmitir. Lo esencial de sus modelos con ejemplos y vivencias simples, privilegiando siempre el ser humano.