Se lanzó libro sobre única “justa” chilena
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“Buscando a María Edwards” es el título del libro lanzado la semana pasada en el Círculo Israelita de Santiago, basado en la investigación que realizó María Angélica Puga Phillips sobre la gesta de su bisabuela, María Edwards, como voluntaria en un hospital francés, donde logró salvar a decenas de niños judíos de ser enviados a campos de concentración nazis.
La actividad fue organizada por el Museo Interactivo Judío, con el apoyo del Círculo Israelita, Fobeju y Editorial Furtiva, y la participación especial del rabino Ariel Sigal, quien acompañó el proyecto desde sus inicios.
“Yo defino esto como el fin de la segunda etapa, ya que la primera fue el reconocimiento entregado por Yad Vashem a mi bisabuela. Esta segunda etapa fue un proceso largo de investigación y de dedición, con la ayuda de la comunidad judía, para entregar el libro y que la historia no se pierda”, aseguró María Angélica Puga a La Palabra Israelita.
Pese a que la autora del libro solo tenía 3 años cuando María Edwards falleció en Chile, su deseo de investigar lo sucedido y plasmarlo en un libro fue extremadamente intenso.
“En 2006, cuando se hizo la ceremonia en que fue nombrada como justa entre las naciones, mucha gente de la comunidad Israelita se acercó a mí para decirme que esto no podía ser olvidado, porque en Chile se suelen olvidar estas cosas y el personaje merecía ser compartido por todos. Ahí apreció don David Feuerstein, insistiendo mucho, hasta que decidí hacer la investigación y el libro”, recordó.
El proceso no fue fácil, pero arrojó varias sorpresas, ya que regularmente aparece alguien buscando a la familia de María Edwards para agradecerle. “Por medidas de protección, siempre se perdían los lazos entre ella y los niños, entonces sólo teníamos la información de lo que ella recuperó cuando terminó la guerra, cuando pudo reacomodar a algunos niños en familias judías. De hecho, estos niños salvados ahora son personas de más de 70 años, que no conocen mucho su historia personal y cuando comienzan a investigar llegan al nombre de mi bisabuela. Pero hay mucho que nunca van a saber y nosotros tampoco”.
-¿Cómo se producía la participación de ella para salvar a los niños?
-Los padres se inventaban enfermedades para llevarlos al hospital, que era un anexo de Drancy. Se suponía que luego los iban a buscar para llevarlos de vuelta a Auschwitz.
En ese momento era cuando María los convencía que dejaran sus hijos, para acomodarlos en orfelinatos católicos en el caso de las niñas y a los niños los escondían con familias en los cerros. Y al terminar la guerra los buscaba para ponerlos en otras familias y contarles su historia.
-¿Al llegar a Chile ella contó esta historia?
-El año ‘60 ella se vino a Chile, pero no contó mucho de su historia. Ella participó en la resistencia, donde le dieron la distinción caballero de la legión de honor. Y ahí se supo que rescató niños judíos, pero fue Yad Vashem que levantó este tema y lo puso como ejemplo.
-Debe ser un desafío para la familia ser los herederos de un patrimonio humano tan importante…
-Es súper fuerte, porque por una lado de la familia tengo a María y por el otro a Mariano Puga, el cura obrero.
“Entonces es una carga muy fuerte y a uno le da vergüenza cuando uno se queda callado, no hace nada o se queda en lo cómodo.
“Porque ella tenía otras opciones, quedarse disfrutando de su situación, pero mostró que hay que hacer cosas y ayudó a los judíos, pero también a comunistas que estaban presos”. ( Fuente: La Palabra Israelita ).