Mensaje de la CJCh en Yom Hashoá:
COMUNIDAD

“ Nosotros los judíos jamás seremos destruidos”
El siguiente fue el mensaje de la Comunidad Judía de Chile en el acto de Yom Hashoá, realizado anoche ( 18.4.12 ) en el Círculo Israelita de Santiago, y que fue expresado por el Vicepresidente de Asuntos Internos de la organización, Leopoldo Drexler.
“Hoy hace 69 años, un puñado de judíos débiles de cuerpo pero fuertes de espíritu , se levantaron contra la bestia nazi, sabiendo de antemano que, con el precario armamento con que contaban ,serían incapaces de vencer a los alemanes , que tenían una poderosa batería de armamentos para destruirlos y aniquilarlos.
Ellos dejaron una imperecedera huella de valentía y perseverancia que sin duda fue la precursora de una fuerte identidad judía, que permitió poco más tarde , fundar el moderno Estado de Israel .
Es terrible decirlo pero el sacrificio de ese pequeño grupo de valientes no fue en vano.
Los que sobrevivieron a la Shoá y las primeras generaciones que le siguieron tienen la misión de relatar, recordar y hacer recordar a las nuevas generaciones esta gesta épica.
Más importante aún es que las nuevas generaciones no solo recuerden este hecho sino que además aprendan, actúen , luchen y se sacrifiquen como lo hicieron los judíos del Ghetto de Varsovia.
El pueblo judío por razones que muchos intuimos es sometido cíclicamente a pruebas, que de una u otra forma ponen en jaque su supervivencia , amenazándonos con el fin de nuestra identidad como pueblo ,con sus valores, sus tradiciones, sus formas de ver la vida y su contribución al desarrollo de toda la humanidad .
La historia está repleta de situaciones que muestran que la asimilación es imposible, a pesar de los muchos judíos que se asimilan, o que creen que se han asimilado. La negación del ser judío trae finalmente dolor y desesperanza y cada vez que nos alejamos de nuestras raíces ,costumbres, valores ,tradiciones y enseñanzas de la Tora, debemos enfrentar dolor sufrimiento y catástrofes.
Ya desde comienzos de la Creación y mucho antes del pacto sagrado Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso. Le siguieron muchos eventos :el Diluvio ,la Torre de Babel,Sodoma y Gomorra, el Becerro de Oro, la destrucción del primer y segundo templo , el Exilio y hace tan solo 80 años la Shoá , el más horrendo crimen jamás cometido en la historia de la humanidad .
Hoy vivimos una historia marcada por la globalización en que los valores están trastocados y donde pareciera que el dinero , el poder ,el hedonismo y la egolatría son los nuevos becerros de oro ,realidad que nos ha hecho olvidar la historia tantas veces repetida de nuestro pueblo.
Hoy hay una realidad mundial ante la cual debemos reflexionar y actuar con la misma valentía que lo hicieran los judíos del Ghetto de Varsovia sabiendo que hay una diferencia a nuestro favor y que es la existencia del Estado de Israel.
Pero no nos engañemos .No podemos dejar todo en manos de los judíos que viven en Israel. La diáspora debe jugar un rol activo dada la realidad a la que hoy nos vemos enfrentados.
Cuando digo esto no puedo dejar de mencionar algunas semejanzas entre los años 30 y la época actual.
Hace 80 años la personificación del mal señalaba :
“Hay que extirpar todas las basuras judías que son plagas espantosas y que se han propuesto destruir la raza aria”.
Hoy, otro líder de un país que se puede convertir en una potencia nuclear ,dice lo siguiente :
“Hay que destruir Israel y a los judíos más allá de las fronteras”,
siendo acusados de querer destruir al pueblo palestino.
¿No les parece aterradoramente semejante?
Hace poco menos de 80 años , Francia, Inglaterra e Italia firmaron un acuerdo con Alemania a través del cual se comprometían a entregar los sudetes de la Checoeslovaquia de aquel entonces, pensando que la diplomacia y un pequeño sacrificio territorial evitarían una masacre.
Hoy en una especie de parodia, las grandes potencias pretenden por la vía diplomática evitar que Irán construya armas nucleares de destrucción masiva de modo de evitar que los siniestros propósitos de destrucción de los judíos se cumplan y que han sido declarados abiertamente, como así de abierto fueron los nazis con las resoluciones que surgieron de su conocida solución final al problema judío
¿No les suena aterradoramente semejante ?
Les voy a contar una anécdota (si es que a un hecho dramático se le puede llamar de esa manera) :
Un amigo mio me contó que un tio suyo instaló una gran fábrica en Alemania el año 1935.
Ya Hitler había tomado el poder en enero del año 1933.
Ya en septiembre de 1935 se habían dictado las leyes raciales (contenidas en la declaración de principios del partido nazi) y que quitaron la ciudadanía alemana a todos los judíos privándolos además de los derechos más elementales.
Sin embargo, ese ingenuo judío habrá pensado talvez que nada iba a pasar . En realidad nosotros somos alemanes y los hechos que acontecen no son más que el reflejo de una propaganda destinada a consolidar el poder.
Por cierto no pasó mucho tiempo para que la fábrica fuese confiscada.
Aún así los judíos se quedaron en Alemania y tuvieron que pasar tres años más para que reaccionaran a propósito de la llamada Noche de los Cristales Rotos en noviembre de 1938. Recién entonces un alto porcentaje de los judíos abandonaron Alemania siendo lamentablemente muy tarde para muchos de ellos.
No obstante estos inquietantes hechos no debemos desesperar ni perder la fe . Nosotros los judíos jamás seremos destruidos, jamás desapareceremos. Pero debemos reflexionar respecto de los siguientes aspectos para evitar nuevas tragedias:
-profundizar nuestra identidad judía
-ser fuertes.
-estar muy unidos.
-no adorar becerros de oro.
-ser fieles a los preceptos de la Tora.
Transformarnos cada uno de nosotros en un embajador que muestre nuestra verdad , nuestro respeto por la vida y confiar que de nosotros depende nuestro futuro y nuestra seguridad .
Existe el concepto de la era mesiánica.
Talvez llegue luego, talvez falte mucho, talvez falta tanto tiempo que no somos capaces de dimensionarlo, sin embargo es nuestra misión contribuir cada día y con cada acción el aportar un infinitésimo para lograr esa utopía en que se cumplirá lo que está escrito y que dice : “No levantará más la espada nación contra nación ni se ejercitarán más para la Guerra”.