Declaración de Jerusalén sobre la justicia a los judíos en países árabes
Israel

“Nosotros, los participantes de la Convención “Justicia a los refugiados judíos de los países árabes” declaramos, por esta vía, que apoyamos en su totalidad el derecho de los judíos, exiliados, expulsados o que huyeron de los países árabes a la justicia, derechos y reparación por la injusticia cometida. Los judíos residieron en esos países durante miles de años; mil años antes del ascenso del Islam pero sufriendo de una condición menor, de periódicos ataques violentos y de represión constante.
El mundo árabe reaccionó, con gran dureza, al fortalecimiento del movimiento judío nacional sionista, en vísperas de la creación del Estado de Israel. Esa oposición quedó expresada en un grave y cruel daño a los judíos y el incremento de pogromos. Órdenes oficiales y legales, decretadas por los regímenes en los países árabes, impidieron a los judíos los derechos humanos y civiles, expropiaron sus bienes, los despojaron de sus ciudadanías, impidiéndoles la posibilidad de subsistencia y existencia.
En muchos casos, los judíos cayeron víctimas de asesinatos, vanas detenciones y prisión sin ninguna razón, torturas y expulsiones. Entre los años 1947-1972, alrededor de 900 mil judíos de los países árabes partieron hacia Israel y el resto del mundo.
Vemos en la Liga Árabe, organización techo de los países árabes, que elaboró y aprobó una legislación contra las comunidades judías en el año 1947 el factor responsable de la salida forzada de los judíos de los países árabes.
La miseria de los refugiados árabes fue reconocida por la representación superior de la ONU para los refugiados en las decisiones de la ONU, líderes y parlamentarios de todo el mundo. A pesar de ello, no hubo una referencia considerable, por parte de la comunidad internacional a las violaciones masivas de los derechos humanos y la expulsión de los judíos de los países árabes.
Celebramos la acción del gobierno de Israel por la justicia y la reparación de la injusticia a los refugiados judíos de los países árabes, en todo foro relevante y en todo marco de negociación por la paz con sus vecinos. Asimismo, fortalecemos la mano del gobierno en sus esfuerzos por documentar los bienes perdidos o expropiados, cuando los judíos se vieron forzados a huir de sus países de origen.
Según la ley, aprobada por la Knesset en 2010, en el transcurso de toda negociación por la paz en Medio Oriente, se comprometió el gobierno de Israel a incluir en sus debates el tema de las compensaciones ante la pérdida de bienes de los refugiados judíos de los países árabes e Irán, además de los bienes que eran propiedad de las comunidades judías en esos países.
Convocamos a los refugiados judíos procedentes de los países árabes a documentar sus historias personales y dar testimonio por los bienes robados, en el marco del proyecto de testimonios del Ministerio de Jubilados y Pensionados por fuerza de la decisión de gobierno.
Los listados constituirán una importante base de datos pata la promoción del tema en los mecanismos internacionales.
Celebramos la intención del gobierno de Israel de determinar en el calendario nacional, un día oficial, en conmemoración de la persecución a las comunidades judías en los países árabes y su expulsión de sus países de origen.
Incentivamos, además, al gobierno de Israel a continuar potenciando la tradición del judaísmo árabe y la acentuación de la tradición en el marco de instituciones de cultura y educación en Israel, en especial la creación de un centro de memoria nacional y articulación del tema en el seno de los programas de estudio del sistema educativo.
Pedimos al Judaísmo del mundo y a todos los amigos de Israel a no desviarse del tema y preocuparse porque sea elevado a la agenda internacional como cuestión de injusticia y violación de los derechos humanos y civiles.
Pedimos al Secretario General de la ONU que eleve el tema de los refugiados judíos de los países árabes a la agenda de la organización y sus organismos.
Para finalizar, llamamos a todos los parlamentarios del mundo, que promuevan la legislación que reconozca la injusticia histórica y el sufrimiento generado a los judíos expulsados que huyeron de los países árabes”.
(Fuente: Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel)