Funcionario palestino tratado en el Rambam, realiza donación al hospital israelí

COMUNIDAD, Israel

Llegó al Rambam luchando contra el cáncer y salió de allí con una visión sobre la paz entre israelíes y palestinos. Conozcan al hombre que decidió construir un puente entre personas, comenzando por Haifa y extendiéndolo a la Autoridad Palestina.

Aproximadamente 1200 palestinos, niños y adultos, residentes en los territorios de la Autoridad Palestina (AP), llegan al Centro Médico Rambam para recibir tratamiento. Hace unos meses , M, de algo más de 40 años, emprendió el camino desde la AP hacia Haifa para ser tratado por su cáncer. Sin embargo, la última vez que volvió al Rambam, fue para brindar. Realizó una contribución al hospital que había salvado su vida, a fin de construir un puente de paz a través de la medicina.

Es una figura de alto grado en la AP. Hace unos meses, estudios médicos revelaron que tenía un tumor maligno, y fue referido al Rambam para continuar con la investigación médica y el tratamiento. Durante su hospitalización, M. se encontró con numerosos pacientes de los territorios de la AP y con sus familias y comenzó a interesarse en las necesidades singulares de los niños hospitalizados, tanto residentes israelíes como aquellos que llegaban de fuera de las fronteras de Israel.

Tras completar una ronda de tratamiento, decidió realizar una contribución financiera a fin de mejorar las condiciones de los niños tratados en Rambam.

Recientemente retornó al Rambam para reunirse con el equipo que lo había tratado, así como con la administración del nuevo Centro de Oncología a nombre de Joseph Fishman y representantes del Departamento de Relaciones Internacionales . En una ceremonia pequeña e íntima, M donó decenas de miles de shekels para construir una sala de juego para los niños que se hallan en terapia de radiación. Esta singular sala de juegos estará situada en el Instituto de Radiología del Centro Oncológico, y será designada y adaptada a las necesidades de los niños que son tratados allí, proporcionando un ambiente relajante y de apoyo antes y después del tratamiento.

“Cuando llegué al Rambam, vi un equipo médico que trata a sus pacientes con dedicación, pero también vi el sufrimiento de los niños enfermos”, recuerda M. “Niños palestinos, israelíes, sirios, y niños de otros países que están siendo tratados en el Rambam por serias enfermedades y que necesitan toda la ayuda que puedan recibir”. Y agregó: “Decidí realizar una donación para ayudar a salvar vidas humanas, más allá de cualquier tipo de consideración política. Tanto la sociedad israelí como la palestina sufren de violencia y yo anhelo una situación en la que todos puedan contribuir a la paz y a la salud: para tratar niños, salvar vidas, compartir conocimiento y entrenar a médicos palestinos en el Rambam, a fin de mejorar el estado de los sistemas de salud y la capacidad de tratar gente en los territorios de la AP, así como también para alentar a otros a donar y contribuir a la mejor de la salud en nuestras naciones, ambas. La medicina es un puente entre pueblos y mi esperanza es que con la ayuda de esta pequeña contribución y otras similares en el futuro, todos veamos un mejor mañana”.