Cuestión de confianza

Israel

Por Andrés Meyer K.

Una tesis para Magíster en Economía en la Universidad de Al Quds, en Abu Dis, abrió la discusión y fue el diario israelí Haaretz quien hizo popular el tema: Los palestinos han invertido más del doble dentro de Israel que en los mismos territorios palestinos.
Por el otro lado, y casi al mismo tiempo, en Tel Aviv se reúnen altos economistas del FMI junto con analistas internacionales y empresarios para resaltar la inmensa confianza que tienen en la economía israelí aún en tiempos de crisis y a pesar de las presiones inflacionarias.

Este hecho no es menor y resalta las percepciones que los mismos ciudadanos, en este caso ejemplificados en los empresarios, tienen de sus propias instituciones y autoridades.

Muchas tesis han intentado explicar este fenómeno que se da en el mercado palestino y destapado por el académico Issa Smeirat, pero el hecho es claro, el empresario palestino prefiere invertir sus recursos en industrias y negocios desarrollados en Israel, bajo las leyes israelíes y pagando impuestos al Estado de Israel que en los territorios bajo el mandato palestino en Cisjordania.

La Autoridad Palestina culpa de esta huída de capitales a las restricciones impuestas por Israel, pero los mismos empresarios y otros economistas palestinos discrepan de esta visión y encuentran en la debilidad de las instituciones la razón para esta falta de confianza. Misma situación que se critica en las fuerzas de seguridad, organizaciones sociales, etc.

La inversión de Palestinos en Israel se enmarca bajo los acuerdos de Oslo y Paris y que logra vencer los múltiples llamados al boycott de autoridades palestinas a los productos fabricados en asentamientos. Esto ya que parte de estas inversiones se hacen justamente en industrias establecidas en los asentamientos judíos.

Lógicamente estos recursos podrían dar mayor dinamismo a la creciente, pero inestable economía palestina. Solo hay que considerar que en Cisjordania hay cerca de un 20% de cesantía y se estima que estas inversiones habrían creado alrededor de 213.000 nuevos empleos. A esto hay que sumarle el tema de qué hacen los Palestinos con sus ahorros, donde más de un 70% de estos son invertidos, directa o indirectamente, en el extranjero.

Estos síntomas reflejan una debilidad en el Estado Palestino que buscan sea reconocido internacionalmente. Bien se podría creer que la campaña de convencimiento ha tenido mejor resultado en el marco de la política internacional que en los propios ciudadanos. Por esta razón es necesario fortalecer las instituciones políticas, sociales y económicas antes de dar el salto de la independencia.

Israel tardó más de 20 años y múltiples peleas internas en formar instituciones que pudieron soportar la responsabilidad de la Declaración de Independencia el año 1948. Posteriormente muchas de ellas fueron reformadas y mejoradas con el correr del tiempo, pero la experiencia previa a la creación del Estado fue vital para lograr sobrevivir los primeros años.

Quizás por esta razón, hoy la discusión en Israel sea como acortar la brecha de desigualdad o mejorar las oportunidades, pero siempre en un marco de confianza institucional que le permite proyectarse a futuro.

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