El calor de la vida

COMUNIDAD

Parashat Vayejí ( Sábado 7 de enero )

Esta semana leemos la última parashá de Sefer Bereshit. En ella se nos cuenta sobre la muerte de nuestro patriarca Yaakov y de su hijo Yosef. Una de las últimas preocupaciones de ambos es ser sepultados en la tierra de Israel y no en Egipto. Ambos nacieron en Israel, y es por eso que entienden la importancia de vivir por la eternidad en nuestra tierra santa.

De acuerdo a nuestra tradición la muerte es vista como un retorno al origen. Un retorno no solo a D´s, sino también a los orígenes de nuestra vida. Al calor de la juventud, de la infancia. Calor que tanto Yaakov como Yosef sentían al momento de realizar este pedido.

El Rabino Marcelo Rittner trae en su libro una hermosa historia del Rabino Shlomo Carlebaj z”l que claramente ilustra este punto: “un viajero en Jerusalem se encontró con un anciano judío. El visitante quedó conmovido por la gentileza y calidez del anciano. Le preguntó a qué se debía que fuera tan amigable. ¿De dónde sacó usted su calidez? Una pregunta imposible, pero el anciano tenia una respuesta. Le contó que tenía siete años de edad cuando abandonó Polonia. El Shabat previo a su partida, su padre lo llevó con el Rebe del pueblo para recibir una bendición. Pasaron la noche en la casa del Rabino y lo acomodaron para dormir en el estudio. El aire era tan puro, los libros tan sagrados y estaba tan emocionado que no podía conciliar el sueño. A medianoche escuchó un sonido,  así que se hizo el dormido. Era el Rebe. Entró a su habitación, lo observó y dijo en un susurro: que criatura tan dulce. Luego pensó que tal vez tendría frío, así que se quitó su saco y lo colocó con suavidad sobre el niño que dormía. Entonces el anciano se volvió hacia el viajero y concluyó: “ya casi tengo ochenta años, esto sucedió hace 73 años y aun conservo ese calor”.

Cuando un ser querido nos deja, conservamos su calor por siempre. En el caso de Yaakov y Yosef su calor fue transmitido a todo un pueblo que de ellos nació. Ambos conservaban el calor y amor por la tierra de Israel, calor que pidieron los acompañara por la eternidad.

Shabat Shalom!

Rabino Marcelo Kormis

Fuente: La Palabra Israelita