Vistazo al Israel de hoy

Israel

David Mandel

Hay una frase que se atribuye a Cervantes, pero que no aparece en el Quijote, y es Ladran Sancho, señal que avanzamos. Siempre se me viene a la memoria cada vez que leo de alguna conferencia o actividad antisemita como, por ejemplo la Semana Anual del Apartheid Israelí que celebran en estos días universidades canadienses y americanas, y que en realidad debería llamarse Semana del odio a Israel. En realidad los conferencistas y participantes no protestan contra un mítico apartheid israeli sino contra la existencia misma del Estado judío.

Aunque no les guste a nuestros enemigos, o no lo quieran reconocer, Israel es el mayor éxito mundial de las últimas seis décadas. En 1948 vivían solamente 600,000 judíos en Israel. Tan pronto Ben Gurión declaro la independencia, los ejércitos de Egipto, Siria, Líbano, Irak, Jordania y Arabia Saudita invadieron con el propósito de echarnos al mar. No sólo no lo lograron sino que el coraje y la valentía de hombres, mujeres y niños lograron rechazarlos, derrotarlos. En 1949 se firmaron acuerdos de armisticio y fronteras provisionales con los países árabes vecinos. Con Egipto en febrero, con el Líbano en marzo, con Jordania en abril, y con Siria en julio.

Las fronteras del armisticio, reconocidas por ambos lados como temporales, fueron llamadas La Línea Verde, debido al color con el cual fueron dibujados en los mapas. Esas fronteras nunca fueron reconocidas oficialmente como fronteras definitivas por nadie. Por ningún Estado extranjero ni por las Naciones Unidas. Recién, después del triunfo de Israel en el año 1967, en la Guerra de los Seis Días, iniciada por Egipto, Jordania y Siria, la Línea Verde es considerada por los árabes, por muchos otros Estados y organizaciones internacionales como la frontera legal de Israel, carácter que oficialmente nunca tuvo.

En el año 1948 éramos sólo 600,000 pero pronto se nos unieron miles de sobrevivientes del Holocausto a los cuales Gran Bretaña había prohibido la entrada a Israel, (que durante el Mandato británico se llamaba Palestina, nombre impuesto por el Emperador romano Adriano en el año 135 después de derrotar la rebelión de Bar Cojba. Hasta ese momento el nombre de la provincia era Judea, pero Adriano cambio el nombre para castigar a los judíos. También cambió el nombre de Jerusalén a Aelia Capitolina y prohibió a los judíos vivir en la ciudad). Se calcula que entre 1948 y 1953 llegaron a Israel cerca de 170,000 sobrevivientes del Holocausto.

Los países árabes expulsaron a los judíos que habían vivido en esos territorios desde mucho antes de la conquista árabe. Se calcula que más de 800,000 judíos emigraron o fueron expulsados de los países islámicos. De ellos 600,000 llegaron a Israel, procedentes de Marruecos, Libia, Túnez, Egipto, Siria, Irak, Yemen., Irán Israel les abrió la puerta, pero durante los primeros años, debido a la pobreza del país, los refugiados vivieron en maabarot, palabra que significa campamentos de tránsito, temporales durmiendo en carpas. Gradualmente las maabarot se convirtieron en ciudades, incluyendo Kiriat Shmona, Shderot, Beit Shean, Yokneam, Or Yehuda y Migdal HaEmek. La última maabará se cerró en 1963.

Es interesante el hecho de que, a diferencia de los refugiados árabes, la mayoría de los cuales se fueron a pedido de los generales árabes que les pedían que temporalmente se fueran y les dejaran campo libre para poder exterminar a los judíos, los refugiados judíos recibidos por Israel no recibieron ayuda de las Naciones Unidas, ni tampoco se creó para ellos una organización similar a la UNRWA, agencia creada especialmente para los refugiados árabes de Palestina, cuyos descendientes hasta ahora viven en campos de refugiados, con status de refugiados, caso único en el mundo, ya que en ningún otro caso hijos y nietos heredan de sus padres ese status. La diferencia entre los maabarot en Israel y los campos de refugiados palestinos en los países árabes, es que las maabarot eran campos de absorción mientras que los campos de la UNRWA tienen el objeto de perennizar el status de refugiados de sus pobladores, para mantener vivo el conflicto árabe-israelí.

Desde la década de los 80 han llegado a Israel un millón de inmigrantes rusos y 100,000 etíopes. La población actual de Israel es de 7,800,000 habitantes. Seis millones son judíos, millón y cuarto son árabes, descendientes de los 150,000 que permanecieron en Israel después de la Guerra de Independencia, 300,000, la mayoría inmigrantes rusos, no están afiliados con ninguna religión. Hay 8 universidades donde estudian un cuarto de millón de estudiantes. Hay 44 hospitales con 25,000 médicos. El ingreso per cápita en el año 2011 llegó a $31,000 lo cual en la lista de las más grandes economías del mundo nos coloca en el puesto 24.

Un país, que en sus primeros años, vivía de exportar naranjas, hoy es un líder mundial en alta tecnología, telecomunicación, productos de metales, electrónica, equipo biomédico, alimentos procesados, productos químicos, y equipo de transporte. También es uno de los centros mundiales más importantes en el pulido de diamantes. Su importante industria turística espera recibir este año a cerca de cuatro millones de turistas. Otra estadística interesante es que Israel es el único país del mundo que al final del siglo 20 tenía más árboles que al principio del siglo.

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