Matanza en Toulouse

Artículo de Hasbará

Por David Mandel

Hace unos días un asesino llegó en motocicleta a la entrada de una escuela judía en la ciudad de Toulouse, cercana a París, y abrió fuego contra padres y niños. Agarró por los cabellos a una niña que trató de escapar y la mató de un disparo a la cabeza. El resultado de su odio psicopático: tres niños y un adulto asesinados.

A pesar del lema liberté, egalité, fraternité, siempre ha habido antisemitismo en Francia, pero, paradójicamente, se podría decir que es debido al antisemitismo francés que los judíos se dieron cuenta de la necesidad de constituir un Estado independiente en su tierra ancestral. Me refiero al infame caso de la falsa acusación de traidor al Capitán Alfred Dreyfus a fines del siglo 19, y a la ola de intenso antisemitismo en Francia presenciada por el periodista judío vienés Teodoro Herzl, testigo de multitudinarias manifestaciones en París donde la turba gritaba «¡Muerte a Dreyfus! ¡Muerte a los judíos!». Su convencimiento de que los judíos no podían continuar siendo víctimas del odio y el prejuicio, lo impulsó a organizar el Primer Congreso Sionista en Basilea, Suiza, en 1897.

Herzl acertó al decir que en Basilea había fundado el Estado Judío, ya que 49 años después Israel declaró su independencia, pero erró creyendo que la creación de Israel terminaría con el antisemitismo. No fue así, y el antisemitismo simplemente sufrió una mutación expresada en el cambio de la anterior frase «judío, vete a Palestina», por la frase actual, «judío, sal de Palestina».

Los franceses cooperaron con los nazis apresando a judíos y enviando a 80,000 judíos franceses (incluyendo 12,000 niños) a los campos de exterminio. Hoy, continúa el vandalismo antisemita contra escuelas, sinagogas y cementerios judíos.

El Profesor Robert Wistrich, hoy una de las más respetadas autoridades mundiales en el tema del antisemitismo, dedica, en su obra maestra Obsesión Letal, dos largos y detallados capítulos al antisemitismo francés, hoy expresado principalmente por islámicos.

No faltaron comentarios antisemitas al atentado de Toulouse, y los encontré leyendo las cartas de algunos lectores de la página Web del periódico Haaretz, publicación que sirve de pozo séptico a los que quieren expresar su odio al Estado Judío. No fue para mi gran sorpresa leer que hay quienes explican y justifican el atentado de Toulouse atribuyéndolo a «una justa indignación por las acciones de Israel en Gaza».

Catherine Ashton, Ministro de Relaciones Exteriores de la Unión Europea , también contribuyó al debate al comparar el asesinato de niños en Toulouse con la situación de los niños de Gaza. Para la distinguida diplomática no hay diferencia entre los asesinatos a quemarropa de niños en forma deliberada y la muerte no intencional de niños causada por los esfuerzos de Israel de evitar el disparo de cohetes desde Gaza a poblaciones civiles israelíes que, en más de una ocasión, han hecho blanco en escuelas, (felizmente vacías en ese momento por la suspensión de clases durante los ataques palestinos).

ÚLTIMO MOMENTO – Acabo de leer en Internet que la policía francesa identificó al asesino, ha rodeado su departamento y está intercambiando fuego. En contraste a lo que se creyó inicialmente, el asesino no es un nuevo nazi sino un islámico, ciudadano francés de 24 años, que ha declarado que actuó «para vengar a los niños palestinos».

 

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