Reciclando calumnias

Mitos y Realidades

Los palestinos, sus simpatizantes y los antisemitas tienen una estrategia que les ha producido gran éxito en su campaña de demonización de Israel: inventar falsedades, expresar calumnias, falsificar fotos y videos. Es cierto que en la mayoría de los casos se descubre, tarde o temprano, que son mentiras, invenciones, falsedades, pero el daño ya está hecho, y es imposible cambiar la impresión causada a los ignorantes, a los de escasa inteligencia y a los mal intencionados.

Los ejemplos son numerosos. Tal vez el más famoso es la infame acusación de la «masacre de Jenin», de que el ejército de Israel había asesinado a miles de personas inocentes, a pesar de que fuentes israelíes como palestinas informaron que no hubo tal masacre y que en la batalla murieron 52 combatientes palestinos y 25 soldados israelíes continúa siendo divulgada por los árabes.

La «muerte» del niño Muhammad al-Durrah, filmada por un camarógrafo árabe que trabajaba para una emisora de la televisión francesa, y presentada con duración de pocos segundos editados de más de diez minutos de video nunca enseñados en público, se ha probado que, debido al ángulo, es imposible, si es que realmente el niño fue alcanzado por las balas, que estas hayan sido disparadas por soldados israelíes. Esto no impidió que al-Durrah se convirtiese en el símbolo de la «crueldad israelí» y fuese conmemorado en las estampillas de muchos países árabes.

Hace pocas semanas un médico israelí, Yehuda David, fue declarado inocente de calumniar a Jamal al-Durrah, padre del niño Muhammad, cuando demostró durante el juicio que las cicatrices que Jamal dijo que fueron causadas por balas israelíes, en realidad fueron el resultado de las heridas causadas por las torturas de Hamás cuando sospecharon que Jamal colaboraba con los israelíes, y que fueron curadas por el Dr. David en un hospital israelí.

La más reciente calumnia es la de Kuhlood Badawi, una funcionaria de la Oficina de Jerusalén del departamento de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, que publicó en Internet una foto de un padre cargando una niña palestina, cubierta de sangre, con el comentario, «Palestina sangra. Otra niña asesinada por Israel. Un padre en Gaza lleva a su hijita a la tumba».

¡Trágico, patético! ¡Qué clara demostración de la crueldad y ensañamiento de los israelíes con los pequeños niños palestinos! Pero, hay un solo problema….

El único problema con la foto es que es un reciclaje de una foto del año 2006, publicada ese año por la Agencia Reuters, de una niña que había muerto en un accidente en un jardín de juegos en Gaza, tragedia sin ninguna relación con Israel.

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