Cristianos en Oriente Medio: la persecución aumenta
Medio Oriente

Los cristianos coptos egipcios se han reunido en la Iglesia de los Santos, en la ciudad de Alejandría, para conmemorar el segundo aniversario de un atentado suicida, en el que murieron más de 20 fieles e hirieron a casi 100 más, cuando salían de la misa de medianoche en la celebración del Año Nuevo.
El recientemente nombrado Papa Tawadros II, encabezó una ceremonia y una vigilia, en memoria de los asesinados en lo que fue el peor ataque de Egipto a la comunidad cristiana desde la masacre de 21 coptos en el pueblo norteño de Kosheh en el año 2000. Una protesta generalizada siguió a la redada de 2011, que algunos han relacionado con el encendido levantamiento de la Primavera Árabe.
Los cristianos representan alrededor del 10% de los 79 millones de habitantes de Egipto, que en su gran mayoría son musulmanes. Desde la caída del líder autocrático Hosni Mubarak en 2011, que dio paso a una creciente ola de islamismo en la región, se han multiplicado los informes de ataques contra las minorías religiosas, en particular contra los cristianos.
El mismo fenómeno se ha observado en Siria, donde los comentaristas internacionales han alertado de los crecientes matices sectarios en los enfrentamientos entre las tropas gubernamentales y los rebeldes. Algunos han expresado temores de que Siria está siguiendo el mismo camino que Irak, hogar de algunas de las más antiguas comunidades cristianas del mundo, donde alrededor de la mitad han huido a raíz de la persecución tras la guerra del Golfo.
Una encuesta reciente llevada a cabo por Civitas, uno de los principales centros de estudios británicos reveló que el cristianismo está en riesgo de desaparecer por completo de su cuna de nacimiento en el Oriente Medio, donde la comunidad se ha reducido de un 20% de la población total de la región hace un siglo a sólo el 5% en la actualidad.
Los autores de la encuesta, argumentaron el descenso por la intensificación del islamismo militante y el sentimiento anti-occidental después de la intervención liderada por Estados Unidos en varios países musulmanes y no musulmanes. Añaden que muchas agencias internacionales de medios de comunicación no se atreven a informar sobre esta tendencia por miedo a ser tachadas de racistas o islamófobas.