Parashat Matot – Parashat Masei
COMUNIDAD

Parashat Matot
(sábado 6 de julio 2013)
Estas son las últimas dos Parshiot del libro de Bemidbar. El pueblo se encuentra a punto de ingresar a la Tierra Prometida, a Canaán. En este punto se menciona la muerte de Bilam y se revela la relación que tuvo con el pecado de Baal Peor. Llegados a las fértiles tierras de Moab luego de cruzar el desierto, dos tribus y media (Reubén, Gad y la mitad de Menashé) le plantean a Moshé su deseo de quedarse allí, por ser excelentes tierra para el ganado. Moshé los amonesta por su planteamiento, pero finalmente acuerdan que ellos ayudarían en la conquista de Canaán, más allá del Jordán previo a su instalación definitiva en esas tierras. Luego se menciona todo el itinerario del recorrido por el desierto con todas las estaciones donde se detuvieron los hebreos, y se reitera el mandamiento de asentarse en Eretz Israel.
Mensajes para la vida
Estamos terminando un libro de la Torá. Y cuando uno termina algo es un buen momento para hacer un resumen. Estamos en Matot-Masei, y nuevamente el pueblo de Israel viene con planteos a Moshé.
Repasemos algunos de estos.
Hay uno que le hicieron muchas veces y consistía en retornar a Egipto (la añoranza, la seguridad de lo conocido, el temor a la libertad, etc.)
Otro planteo, como por ejemplo el de los espías, tenía que ver con el miedo a la derrota militar y consecuente destrucción del pueblo (porque eran gigantes, etc.)
Pero ahora aparece un factor nuevo, están por entrar a la tierra prometida y vienen dos tribus planteando que no quieren entrar, pero no por añoranza ni por temor a los ejércitos, sino que por conveniencia económica. Ellos ya recorrieron casi todo el camino, pero tienen mucho ganado y las tierra son buenas… Era tanta su riqueza que era inconveniente seguir adelante.
Esto me recuerda a una enseñanza jasídica: “la oscuridad se consigue muy fácil: toma dos monedas y póntelas delante de los ojos… cuando más las acercas, más oscuro se ve”.
Por eso nos apena tanto la actitud de estas dos tribus. Salieron de Egipto, recibieron la Torá, estuvieron cuarenta años en el desierto, pasaron todas las penurias, las guerras… y cuando están por entrar, por un interés materialista se quieren quedar de costado.
Yo quisiera que pensemos en nosotros, herederos de sobrevivientes, ¿en qué andamos? ¿estamos acaso volviendo a Egipto, enganchándonos en magias y fundamentalismos? ¿oscurecemos nuestras vidas aferrándonos a un materialismo vacío?
A ti, que demuestras interés por la tradición, que quizás vengas a la Sinagoga habitualmente, que ya recorriste una gran parte del camino, te propongo que no te quedes en la puerta de la “Tierra Prometida”, que progreses cada día más en el cumplimiento de las Mitzvot, en el estudio, en incentivar a más gente para que retorne a sus raíces, en ir más a la sinagoga, en ayudar a la comunidad, etc.
De más está decir que Moshé se indignó por la actitud de estas dos tribus. Es más, según el Midrash, de estas dos tribus que se quedaron al Este del Jordán no quedó nada, ya que fueron las primeras en ser expulsadas por los Asirios, como castigo por haber priorizado el interés personal por sobre el de la misión que tenían como pueblo.
Si ya diste estos pasos, si ya llegaste a la puerta del palacio, que implica una vida judía plena, donde integras tradición y modernidad, donde puedes sentir plenitud, da un paso más y no te quedes en la puerta como estas tribus, porque todo lo que habían logrado, terminaron perdiéndolo.
(Texto Parashá on-line CIS)
Parashat Masei
(sábado 6 de julio 2013)
Prioridades
En la parashá de esta semana, el pueblo judío está en los preparativos finales antes de entrar a la tierra de Israel. Dos de las tribus, Reuvén y Gad han sido bendecidas con mucha abundancia de ganado, y ellos se preocuparon pues no estaban seguros de que irían a tener suficiente lugar para que sus animales pasten en la tierra de Israel. Entonces ellos propusieron lo siguiente: en lugar de tomar nuestra porción regular de tierra dentro de Israel, nos quedaremos aquí en el lado este del río Jordán.
¿Cuál fue la reacción de Moshé? Él se enfureció con ellos! ¿Por qué? Moshé no estaba enojado porque ellos querían quedarse fuera de la tierra de Israel, sino que estaba enojado porque cuando hicieron su pedido, Reuvén y Gad evidentemente descuidaron las necesidades de sus hijos – y sólo mencionaron a su ganado (32:4). Los líderes de Reuvén y Gad captaron el mensaje, de alguna manera. En 32:16, ellos se acercaron a Moshé otra vez y volvieron a mencionar su propuesta. Esta vez ellos mencionaron a sus hijos – pero sólo después de hablar de su ganado. Moshé, otra vez, se disgustó por la falta de prioridades respecto de poner en primer lugar a los negocios y luego a la familia.
Finalmente, ellos captaron por completo la idea. En 32:26, ellos pusieron todo en el orden correcto – la familia primero y luego los negocios.
Exceso de Trabajo
Todos nosotros hemos conocido personas que se matan trabajando para «darle a sus hijos algo más» – mientras que arruinan esa misma relación al no pasar suficiente tiempo con los hijos!
Imagina al Sr. Schwartz, un inversionista de una de las mejores firmas de Wall Street. Pasa la mayoría del día tratando de alcanzar la meta de su vida: llegar a tener diez millones de dólares. Él y su esposa tienen tres hijos.
Un día, un rico filántropo llamado Cohen, quien desafortunadamente no tiene hijos, decide hacerle a Schwartz una oferta muy generosa. Cohen le dice: ãEstás gastando toda tu vida tratando de tener diez millones de dólares, ¿no es cierto? Pero tus hijos están creciendo sin padre. Tú sales hacia tu trabajo antes de que ellos se levanten, y vuelves a casa después de que ellos están dormidos. En los fines de semana, estás en el club entreteniendo a los clientes de los negocios. Entonces, yo te ofrezco la mejor manera de acortar tu carrera financiera. Yo estoy dispuesto a ofrecerte 10 millones de dólares a cambio del derecho de adoptar a uno de tus hijos. Tu hijo va a tenerlo todo, lo mejor de lo mejor. La única condición es que vas a tener que romper contacto con él, de aquí en adelante nunca podrás verlo más u oir algo de élä.
¿Qué dice el Sr. Schwartz? Ciertamente que 10 millones de dólares llaman su atención. Pero aún así él se da cuenta de que hay cosas en la vida a las que no le puedes poner un precio. Schwartz mira a Cohen directo en los ojos y anuncia: ãNo hay tratoä.
Diez millones de dólares. «El dinero no puede comprarte amor» (alguien debería escribir una canción sobre esto).
Vacaciones Familiares
Ahora imagina la escena. Schwartz acaba de cerrar la puerta a unos fáciles 10 millones. Se apresura a llegar a casa donde ve a sus hijos jugando en el comedor. ¿Qué crees que él hace cuando los ve? Con lágrimas en los ojos, él corre y les da a cada uno un gran abrazo y los besa. «Ustedes, queridos niños son más valiosos que todo el dinero del universo!».
Luego él se detiene y reflexiona: «¿Dónde he estado durante toda la vida de ellos? Yo tengo algo en casa que vale más para mí que todo el dinero del mundo – y estoy trabajando tan duro que apenas paso con ellos una hora por semana!»
Entonces ¿qué hace Schwartz? Él llama a la oficina y anuncia que se tomará dos semanas de vacaciones, y despide a las sirvientas y a las niñeras. Él va a pasar dos increíbles semanas con sus hijos.
Después de luchar una hora para abrir el carrito del bebé, finalmente llega al parque. Él y sus hijos están pasando un rato muy divertido. Pero en eso viene la cena, hora de bañarlos y contar un cuento. Después de soportar guerras de comida, inundaciones en el baño e innumerables lecturas de ãBabar va al circoä, Schwartz se acuesta en el sofá, gira para ver a su esposa y le dice: ãTal vez exageré un poco en decir que tomaría dos semanas de vacaciones•, tú sabes, tengo muchas responsabilidades en el trabajo•ä.
Schwartz está cometiendo un gran error. Más que regalos, los hijos necesitan tu presencia.
Tu Dinero o Tu Vida
La Torá nos dice que debemos recitar el Shemá dos veces al día. En él está escrito: «Y amarás a Hashem, tu D’os con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus posesiones».
Generalmente la Torá presenta una serie como una progresión de lo más fácil a lo más difícil: Amar a D’os emocionalmente (corazón) e incluso estar dispuesto a dar tu vida si es necesario (alma) e incluso estar dispuesto a dar tu dinero, también!
Y si esto es una progresión, ¿hay realmente personas que consideran al dinero más importante que la vida misma?
La respuesta es sí. El Talmud cuenta sobre alguien que camina a través de un campo espinoso, y levanta sus pantalones en función de evitar que se rompan. Por supuesto, las piernas de la persona se cortan y se lastiman – pero por lo menos los pantalones fueron salvados!
Una vez yo tuve que quedarme una noche en Nevada, en donde la apuesta es legal y cada hotel tiene un casino. Yo subí a mi habitación y quise abrir la ventana para tomar un poco de aire fresco. Pero la ventana no se abría más que un poquito. Yo pensé que se había atascado, entonces la empujé aún más fuerte. Finalmente pregunté: «¿cuál es el problema con la ventana?».
Me dijeron que las ventanas en este hotel estaban especialmente diseñadas para no abrirse más que unos centímetros. De esta manera, las personas que perdían mucho dinero en el juego no se tentarían a tirarse por la ventana y matarse.
Prioridades. La Lección es Clara
En nuestra parashá, después de haber viajado durante cuarenta años por el desierto y haber pasado incontables pruebas y tribulaciones, el pueblo judío estaba parado frente al río Jordán, listo para entrar a la tierra de Israel, la tierra Prometida. Es uno de los momentos decisivos en la historia judía.
Pero Reuvén y Gad dicen que ellos prefieren tener buenos pastos para el ganado antes que entrar a Israel!
Ellos llegaron muy lejos, pero sólo hicieron la mitad del camino. Ellos fueron distraídos por las metas materiales cuando realmente importaba.
El Talmud dice que Reuvén y Gad más tarde vieron la vida rica en la tierra de Israel y se arrepintieron de la decisión. Pero la historia tiene un final aún más triste: cuando Asarián el rey de Sanjerib exilió al pueblo judío durante la época del primer tiempo, las primeras tribus que fueron conquistadas y echadas de allí, fueron Reuvén y Gad.
Nos pasa a todos nosotros alguna que otra vez. Objetivamente, nosotros podemos saber nuestras prioridades. Pero a veces nos distraemos.
Que tengamos la fuerza y la claridad para conectar nuestro corazón con nuestra mente – y que actuemos acorde a lo que intelectualmente sabemos que es correcto.