Peres: el terrorismo es un bumerán; perjudica a los autores

Israel

El presidente, Shimón Peres, afirmó, durante el entierro de los tres adolescentes secuestrados, que el terrorismo puede cobrarse un precio en Israel pero acabará perjudicando a los que envían a los asesinos.

«El terrorismo es como un bumerán, va dirigido contra nosotros, pero al final alcanza a los que lo impulsan», dijo el jefe del Estado en un multitudinario funeral en la ciudad de Modiín, donde fueron enterrados los tres adolescentes.

Ante la mirada de decenas de miles de personas, entre ellas el primer ministro, Biniamín Netanyahu, el nonagenario político agregó: «el pueblo rezó por un milagro para que los tres regresaran sanos y salvos, pero en su lugar la tragedia nos ha golpeado».

Después de 18 días de intensa búsqueda, fuerzas de seguridad descubrieron los restos de los tres muchachos -Eyal Yifrach, de 19 años, y Gilad Shaer y Naftalí Frenkel, de 16- junto a una fosa en un descampado próximo a la ciudad de Hebrón.

Israel responsabiliza de su secuestro al movimiento islamista Hamás.

Netanyahu, que de forma excepcional también participó en el funeral, eludió hacer cualquier referencia sobre sus próximos pasos y se limitó a confortar a la familia y decir que este es «un día de luto nacional».

El primer ministro agregó que entiende «el dolor de los padres» de los tres chicos, porque también él perdió a un hermano en la “Operación Entebbe” de rescate de un avión de Air France secuestrado en 1976.

Decenas de miles de personas participaron en los funerales en medio de un estado de conmoción nacional y pendientes de si el Gobierno decidirá una represalia en la franja de Gaza, lo que los principales comentaristas consideran altamente improbable.

Los funerales comenzaron con tres ceremonias separadas en las localidades de residencia de las víctimas, en las que ministros del Gobierno aseguraron que los culpables serán castigados.

«Eyal, Gilad y Naftalí fueron secuestrados y asesinados por unos desalmados sólo por el hecho de ser judíos. Fueron asesinados a sangre fría (…) por aquellos que enarbolan la bandera de una guerra de desgaste diaria contra nosotros», dijo el ministro de Defensa, Moshé Yaalón, refiriéndose a Hamás.

Yaalón prosiguió que Israel «no descansará hasta llevar a los secuestradores ante la justicia», promesa que también hizo el ministro de Educación, Shai Piron, en otro de los actos.

Los restos de los tres adolescentes hicieron después el recorrido hacia el cementerio de la ciudad de Modiín, donde fueron enterrados juntos, y en la mayor discreción, por expreso deseo de sus familias.

Poco antes, uno de los dos rabinos jefe de Israel leyó una de las oraciones por los muertos y los padres de los tres pronunciaron el tradicional «kaddish», oración por el alma del fallecido. EFE y Aurora

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