Embajador Eldad: “Pareciera que nos reprochan porque no nos dejamos matar”

Israel

En una de sus primeras actividades en Santiago, el diplomático se reunió con la prensa judía, expresando su preocupación por la tolerancia que manifiestan algunas personas hacia la conducta de un grupo antidemocrático y terrorista como Hamas.

Una intensa agenda de actividades cumplió en sus primeros días en Santiago el nuevo embajador de Israel, Rafael Eldad, quien arribó a Chile el pasado jueves 7 de agosto.

El diplomático, quien por razones familiares viajó a Israel por dos semanas, reasumirá sus funciones en propiedad a fines de agosto. Sin embargo, en los 4 días hábiles que estuvo en la capital ya presentó copias de sus cartas credenciales en la Cancillería y hasta se dio tiempo para reunirse con los medios de prensa judíos, con la finalidad de exponer su mirada de lo que está sucediendo en Medio Oriente.

Eldad, de 64 años, es un diplomático de carrera de gran experiencia, que ha servido como embajador en Perú, Argentina y Brasil, país este último donde se encontraba en funciones al iniciarse la actual crisis entre Israel y Hamas.

En su currículum también destaca su destinación en Argentina entre 1989 y 1994, donde le tocó ser testigo del atentado a la Embajada de Israel (1993) y del atentado a la AMIA (1994). Para el primero, casualmente se encontraba fuera de la sede diplomática, acompañado en diversas reuniones a un funcionario de la Cancillería israelí. Y para el segundo,a pocos días de culminar su misión, fue el encargado de coordinar con Israel el envío de un equipo de rescate que arribó a Buenos Aires apenas 20 horas después de la explosión.

“Sé que estoy llegando a Chile en un momento complicado. Algunos dicen que nunca hubo un momento así, para Israel y para la comunidad judía. Así que el desafío es grande, pero confío que con el trabajo mancomunado con la comunidad y tantos amigos que tenemos en Chile, podremos salir de esta situación y seguir construyendo y cooperando, es decir, dedicándonos a lo verdaderamente importante para Chile e Israel”, explica, aunque a la vez se excusa de adelantar sus planes, indicando que hay que esperar que las cosas se calmen, porque “no sería oportuno hablar por ejemplo de duplicar nuestro comercio cuando estamos en otras urgencias”.

Acuerdo de largo alcance

Al momento de viajar a Israel, aún estaba en vigencia la tregua con Hamas, y frente a ese escenario Eldad se mostraba optimista: “Esperamos llegar a un acuerdo que no pueda llevar a otra era, porque esto de repetir un guerra de este tipo cada dos años no apetece a nadie, ni al gobierno ni a la gente.

Y hay que entender que los misiles esta vez llegaron hasta Haifa y quién sabe hasta dónde puedan llegar la próxima vez”, advierte.Por eso, el diplomático es enfático en señalar que el objetivo declarado es llegar al desarme de Hamas, porque los ciudadanos israelíes no pueden vivir bajo un chantaje constante.

“El desarme puede llevar tiempo, dificultades diversas, la participación de terceros, como Egipto, la Autoridad Palestina, etc., pero lo importante es que se consiga”.

Además, asegura que posteriormente habrá que preocuparse de la reconstrucción y de definir buenos mecanismos de control, para evitar que el cemento siga siendo usado para túneles y que el dinero enviado por la comunidad internacional se utilice para comprar armas. “Si Gaza fuera una sociedad democrática, estas cosas no pasarían. Un gobierno no puede hacer lo que le da la gana, y tal vez con el tiempo los habitantes de Gaza comiencen a darse cuenta de esto y exijan un cambio”.

Las causas de la guerra

El embajador Eldad no muestra dudas al momento de desentrañar las causas del conflicto con Hamas: la intolerancia.

“La clave es la negativa al reconocimiento del derecho del pueblo judío a un estado soberano. No están dispuestos a reconocer ese derecho, y no estoy hablando de las fronteras o medidas de seguridad. La carta nacional de Hamas no reconoce nuestro derecho de existir, y entonces qué más podemos hablar. En cambio, Abu Mazen podría estar en esta línea, pero él no controla a los palestinos, con suerte a la mitad de ellos…”

Asegura que este conflicto, que dura más de 100 años, no tiene un fondo territorial, sino ideológico. “Se pueden decir otras cosas, que hay un bloqueo, pero que se nos acuse de ocupación es absurdo. Ahora, si sumamos a Hamas a lo que pasa con Al Qaeda, Isis, Boko Haram, etc, esto demuestra que vivimos en un vecindario bien complicado y eso a la gente le cuesta entender”.

Para el diplomático, si Hamas estuviera desarmado y dejara la ideología terrorista no habría nadie más contento que Israel. “Porque los desacuerdos políticos se pueden arreglar en la mesa de negociaciones, pero con estos grupos parece que no hay posibilidades de dialogar y por eso hay que protegerse”.

Ambiente de antisemitismo

Al ser consultado por el ambiente poco amistoso que se ha generado contra Israel y las comunidades judías en diversos países, Eldad coincide en que en varios lugares las expresiones antiisraelíes lamentablemente han traspasado la línea y se convirtieron en antisemitismo.

“No conozco en detalle la situación en Chile, pero he escuchado que hay preocupación por la aparición de expresiones de este tipo. En todo caso, espero y confío que la sociedad chilena, que es democrática, abierta y tolerante, rechazará cualquier tipo de expresión de antisemitismo”.

Citando la columna que publicó en El Mercurio, el diplomático resalta que parte de estos sentimientos antisemitas provienen del uso antojadizo de imágenes y cifras. “A la opinión pública le cuesta comprender lo complejo que es enfrentar a un grupo terrorista, cuyos integrantes se presentan como civiles, porque no tienen uniforme, pero lo cierto es que son combatientes. Por otro lado, está el tema de la proporcionalidad, y ahí hay que destacar que si no hubiésemos tenido el sistema antimisiles de la Cúpula de Hierro tal vez tendríamos más de 2.000 israelíes muertos. Entonces, pareciera que nos reprochan que no nos dejamos matar”, enfatiza.

Por eso, lamenta que ciertos sectores políticos tomen posición en forma automática y sin analizar los hechos en contra de Israel. “Si quieren protestar contra Israel está bien, pero están apoyando a un grupo islámico fundamentalista, que no respeta los derechos humanos, los derechos de la mujer, la libertad religiosa, etc”.

(La Palabra Israelita )

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