Tel Aviv, la Silicon “Wadi” de Medio Oriente, nuevo polo de atracción de startups

Ciencia y Tecnología

Por Alejandra Rivera
, desde Tel Aviv
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El DLD Tel Aviv, uno de los principales festivales de emprendimiento e innovación a nivel mundial, fue la excusa perfecta para visitar esta ciudad- la única urbe israelí que encarna ese espíritu emprendedor que tanto destacan de esta nación-. A nivel mundial, se ha posicionado como la segunda Silicon Valley y al interior de sus fronteras desde hace un tiempo, se habla de “Silicon Wadi” (en hebreo, wadi significa valle). Lo cierto, es que para los expertos, todavía está a unos cinco años de alcanzar a la original, pero méritos le sobran.

Como explica Orien Simanian, fundador de StartAU de la Universidad de Tel Aviv, “todo está aquí”, refiriéndose al consolidado ecosistema de emprendimiento e innovación que exhibe esta ciudad, con una industria de venture capital que mueve US$ 800 millones al año, capital semilla, incubadoras, espacios de co-working, aceleradoras, centros de innovación, espacios para trabajar en comunidad 
-makerspace -, beneficios tributarios y una serie de programas emanados, tanto del Office of the Chief Scientist (OCS) del Ministerio de Economía, -una entidad similar a InnovaChile de Corfo-, y de la Municipalidad de la ciudad.

La OCS -creada hace 45 años- es un organismo que opera independiente del gobierno de turno y cuyas funciones principales son la promoción de la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) en todos los sectores de la economía, excepto, en educación y defensa -que dependen de otros ministerios- y de diseñar la regulación en este ámbito. 
“Tenemos un ecosistema muy sofisticado, invertimos el 4,5% del PIB en I+D, uno de los porcentajes más altos del mundo”, asevera Avi Hasson, Chief Scientist de la OCS, quien comenta, por ejemplo, que tanto los inversionistas ángeles como la industria de venture capital, gozan de exenciones tributarias.

Una de las áreas más fuertes, y que el país explora desde hace más de cuatro décadas, es la tecnología aplicada a diversas industrias, desde salud hasta ciberseguridad. Entre los emprendedores hay un fuerte desarrollo de software y aplicaciones para dispositivos móviles. De ahí que las grandes multinacionales tecnológicas estén presentes en el país, no sólo para comercializar sus productos, sino también para desarrollar otros nuevos. Por ejemplo, Microsoft instaló en esta ciudad la más antigua de siete aceleradoras que posee en el mundo, donde acuden cada año, en los dos períodos de convocatorias -marzo y diciembre- emprendedores de diversos países para potenciar sus startups.

También hay otro tipo de compañías, como Coca-Cola, que hace un par de meses, eligió a Tel Aviv para lanzar a nivel mundial su programa “The Bridge” que busca establecer puentes entre la comunidad de emprendedores locales y los mercados globales. Para este piloto, se seleccionaron diez startups, entre ellos, Personal Heroes, de la chilena Stephie Knopel, una aplicación que busca promover y reconocer la bondad de las personas.


El rol municipal


La municipalidad de Tel Aviv maneja un presupuesto anual de 
US$ 27.000.000 sólo para innovación y emprendimiento. De hecho, es responsable de la realización del DLD; ha instalado WiFi de acceso gratuito a través de toda la ciudad, cuenta con espacios de co-working para startups – The Library y Atidim 7, e, incluso, ofrece descuentos tributarios de hasta un 75% de los impuestos municipales para emprendedores.

“En Tel Aviv crear un emprendimiento es muy fácil, todo es muy simple, actualmente, en Israel hay 700 startups. El 99,9 % son israelíes, pero el desafío es que personas de otros países vengan a emprender acá”, comenta Yael Weinstein, director of Global Economic Development for the city of Tel Aviv, cuyo rol es posicionar a la ciudad en el mundo, como uno de los ecosistemas más fuertes en este ámbito.


Cuestión de cultura


Hay tres cosas que, prácticamente, citan todos los actores del ecosistema: su paso por el ejército, que a juicio de ellos les entrega herramientas para cumplir una misión y llevarla a término, -lo que aplicarían a la creación de nuevos negocios-; las conclusiones del bestseller “Start-up Nation, el milagro económico de Israel” (ver recuadro) y la tercera, una gran tolerancia al fracaso.

“Cuando estás en un país que no tiene recursos naturales y que está rodeado de enemigos, lo único que tienes es el cerebro y la capacidad de crear”, afirma Moshe Hogeg, CEO y fundador de Mobli, una de las principales compañías tecnológicas de Israel, aludiendo a la popular publicación.

La frase “emprender está en el ADN” aquí no es un cliché. Desde el colegio los preparan para esta vida, donde el fracaso, por ejemplo, no es rechazado, por el contrario, los inversionistas, contrariamente a lo que sucede en Chile, lo valoran. “Mi primer startup falló, el segundo, también. La gente que falla tiene algo que probar y eso es lo que hace avanzar”, asegura Hogeg.

Una premisa que comparte Orien Simanian de StartAU, quien afirma que “fracasar está bien. El emprendimiento es un experimento, incluso, si tienes éxito”.

Emprendedor chileno en DLD

Joaquín Blaya tras ganar el concurso Start-Up Tel Aviv Chile, representó al país en el DLD Innovation Festival 2014, realizado entre el 13 y 19 de septiembre pasado en Israel, donde emprendedores de 17 países presentaron sus empresas a inversionistas, asistieron a conferencias de expertos y conocieron el ecosistema. «En Tel Aviv todos están emprendiendo y todos están dispuestos a conectarte con alguien, hay mucho trabajo de redes. Lo segundo, hay una gran cantidad de multinacionales que han realizado centros de innovación. Y tercero, aquí los inversionistas no ven con malos ojos el haber fracasado», comenta.
Blaya es fundador y CEO de eHS, desde donde creó «Mi doctor» una plataforma para la salud que atiende -a través del celular- a enfermos de diabetes, respondiendo dudas y monitoreando la enfermedad.
«En general, son personas mayores que tienen pequeños problemas a diario asociados a la diabetes y muchas veces no se atreven a preguntar, los que -eventualmente- se va acumulando y pueden llegar a producir amputaciones, pérdida de visión hasta la muerte», señala.

El secreto del éxito
El bestseller de Dan Senor y Saul Singer, «Start-up Nation, la historia del milagro económico de Israel» publicado en 2009, busca responder por qué un país de 8,2 millones de habitantes y poco menos de 70 años de existencia, genera más emprendimientos que una potencia.
Las razones que entrega son variadas, pero entre las principales destacan el espíritu emprendedor; la perseverancia; la resistencia al fracaso; el talento militar y académico; una acertada política industrial; un estilo de hacer negocios directo y confrontacional; un grado de separación, y tal vez lo más importante: un amplio dominio del inglés hablado.
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Fuente: Diario Financiero.

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