Campaña educacional, la clave del éxito en el ahorro de agua en Israel

Israel

Cristina Cifuentes/Tel Aviv

La Tercera

Producto de su ubicación geográfica, el crecimiento de la población y el alza en la calidad de vida, Israel ha sufrido una severa escasez de agua. Debido a lo limitado de este recurso y a siete años de sequías consecutivas, el déficit alcanzó a los dos mil millones de metros cúbicos en Israel. Invitada por el gobierno de ese país, La Tercera conoció como ha enfrentado el problema y observó en terreno varios proyectos para el ahorro del agua.

Por ejemplo, según cifras de la Autoridad del Agua, en 2009 se llegó a un récord en la escasez de cerca de un cuarto de mil millones de metros cúbicos, e incluso se estimó que las fuentes de agua del país llegarían a niveles bajo “la línea negra”, es decir, con un daño irreversible, que no permitiría que se obtuviera este recurso y aún más, se produciría el fin del Mar de Galilea.

Ante este oscuro panorama, las autoridades del país y organizaciones no gubernamentales decidieron implementar una serie de proyectos y campañas para educar a la población.

Una de ellas es la realizada en el colegio de Lavi y en otros 27 establecimientos, donde gracias a la ayuda de la Fundación Nacional Judía (JNF) y la ONG Horizontes Verdes (GH) decidieron crear proyectos de recolección de agua para que sean implementados por los mismos estudiantes. Esto consiste en que desde el techo se recolecta el agua, que luego baja por una cañería y se acumula en unos tanques. Luego, un estudiante a cargo bota los sedimentos que se acumulan al fondo del tanque principal y posteriormente el agua pasa a los otros tanques (ver foto). Lo que se recolecta sirve para descargar los baños durante la temporada de lluvia, que va desde noviembre hasta mediados de marzo. En el caso de que los tanques estén vacíos se usa el agua del alcantarillado.

Según explicó a La Tercera el director del colegio, Oren Zemach, casi el 90% del agua que se usa en un establecimiento corresponde a la descarga de los inodoros. Es por eso que el profesor de ciencias, Amir Yehieli, decidió desarrollar el modelo de recolección de agua desde el techo. El costo es de US$ 25 mil, por lo que las escuelas interesadas deben postular ante el Fondo de Agua de JNF.

Una vez que el colegio es seleccionado, los estudiantes se involucran en toda la implementación. Según los impulsores del proyecto, al tener tal grado de participación se “convierten en activistas en la conservación del agua tanto en sus casas como en el lugar de estudios”.

Yehieli indicó que Lavi se interesó inmediatamente en el proyecto, por lo que se convirtió en el líder, lo que significó no sólo estar a cargo del funcionamiento, sino que también de darlo a conocer al resto de los estudiantes.

Este profesor explicó que los estudiantes aún trabajan en establecer el ahorro en dinero que ha significado para el colegio este sistema, por lo que todavía no tienen cifras.

“Está pasando en Australia, está pasando en California, está pasando en Francia, el mundo se esta secando, Israel se está secando”. Ese fue el mensaje de la campaña que la Autoridad del Agua (compuesta por representantes de distintos ministerios) utilizó en su campaña para crear conciencia. El fin era ahorrar 10% en el consumo de agua, lo que significó 75 millones de metros cúbicos anuales. Además, su objetivo era que el problema estuviera en la agenda nacional. Para ello, apuntaron a los niños, por su influencia en los padres y porque los convierte en adultos preocupados en el tema.

Para la campaña usaron a renombradas figuras nacionales, como la modelo Bar Refaeli, que aparecían en comerciales con sus rostros descascarados. También tuvieron cooperación con los canales de televisión que instalaron el tema en programas como Gran Hermano, o los de talento, como American Idol.

¿El resultado? El crecimiento del consumo de agua ha disminuido y se ha registrado un ahorro de 17% en el consumo privado.

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