Eilón Adar, hidrólogo israelí: «Los estudiantes deben valorar más el agua»

Ciencia y Tecnología

Richard García

La educación es un elemento fundamental para que los escolares cambien su percepción respecto del agua.

Así lo afirma el hidrólogo Eilon Adar, director del Instituto Zuckerberg de Investigaciones sobre el Agua, que depende de la Universidad Ben Gurion del Negev, en Israel. «La gente no le da al agua el valor que posee, cree que es un regalo de Dios y no debemos pagar nada por ella, y además podemos usarla a destajo, pero la realidad es que es un bien escaso que hay que saber emplear, y la clave para ello es la educación», dice.

Adar estuvo de visita en Chile hace unos días promoviendo el uso sustentable del agua, para lo cual se reunió con académicos universitarios y estudiantes de la escuela agrícola de San Fernando.

«Estamos acostumbrados a usar los recursos naturales como si no tuvieran límite, pero lo tienen, y si queremos que alcance para todos tenemos que ser más ahorrativos», afirma el especialista.

Es justamente el objetivo del programa Blue Planet que desarrollaron dos colegas de su centro aprovechando la experiencia que ha tenido Israel en el manejo sustentable y la innovación tecnológica respecto del recurso. La idea es aportar a profesores de enseñanza media un conocimiento básico sobre el ahorro y la conservación del agua. «Se trata de un programa muy pragmático que se adapta fácilmente a las realidades locales, ya que puede servir lo mismo para explicar la situación del río Jordán como del Amazonas o del Biobío», señala.

Son ejemplos universales que se pueden adaptar a las realidades locales. «Tenemos dos lavaplatos llenos. En uno, la persona abre la llave y lava todo el contenido con detergente, sin cerrarla. En el otro, el estudiante llena el lavaplatos con agua, cierra la llave, y luego va lavando los objetos uno a uno, y solo la abre para el enjuague. El resultado es que mientras en un caso se gastaron 0,75 metros cúbicos, en el otro apenas fueron 0,3», indica.

La capacitación también incluye disertaciones sobre el ciclo del agua y visitas a terreno.

El programa se aplicó primero en Israel, luego en Estados Unidos, y posteriormente en diversos países del mundo, incluyendo Argentina y México, en América Latina.

Adar espera que pronto también se aplique en nuestro país. En el año 2011 se hizo una experiencia piloto en la U. de Talca con algunos colegios chilenos, y ahora existen conversaciones avanzadas en torno a un proyecto más amplio que promueve la comunidad judía local.

«Es un programa bastante eficiente, porque selecciona 30 profesores, pero cada uno de ellos puede entregar su mensaje a cientos de niños», señala.

Serán ellos -destaca- los que en el futuro tomarán las decisiones y quienes, con el aprendizaje obtenido, inculcarán una nueva actitud a sus hijos respecto del uso que le darán al agua ( Fuente: El Mercurio).

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