El Papa realiza una visita histórica a la Sinagoga de Roma: ¡Somos hermanos en la fe!

Israel

Por Alvaro de Juana

VATICANO (ACI).- El Papa Francisco visitó esta tarde la Sinagoga de Roma, la más antigua de Europa. Es el tercer Pontífice que lo hace después de San Juan Pablo II (hace 30 años) y Benedicto XVI, en enero de 2010.

En su discurso, el Pontífice destacó las buenas relaciones de las dos confesiones en los últimos 50 años gracias al Concilio Vaticano II y pidió profundizar en “la comprensión recíproca, la confianza mutua y la amistad”.

El Papa también dirigió un recuerdo especial hacia los seis millones de judíos que murieron en el Holocausto y en particular a los que fueron llevados desde Roma a los campos de concentración.

Antes de que comenzase a hablar Francisco, lo hicieron el Presidente de la Comunidad Judía romana, el Presidente de las Comunidades judías de Italia y el Rabino Jefe de Roma, Riccardo Di Segni.

El Pontífice destacó que esta era su primera visita a la Sinagoga como Obispo de Roma y deseaba extender a todas las comunidades judías “el saludo fraterno de paz de esta Iglesia y de toda la Iglesia católica”.

“Nuestras relaciones las tengo muy presentes en el corazón”, comenzó a decir para recordar a continuación cómo en Buenos Aires siendo Arzobispo de la ciudad se encontró en distintas ocasiones con los judíos.

“Con el paso de los años, se ha creado una unión espiritual, que ha favorecido el nacimiento de auténticas relaciones de amistad y también ha inspirado un compromiso común”.

“En el diálogo interreligioso es fundamental que nos encontremos como hermanos y hermanas ante nuestro Creador y a Él le demos alabanza, que nos respetemos y apreciemos a la vez y busquemos colaborar juntos”, dijo en el discurso.

El Santo Padre subrayó que “en el diálogo judío-cristiano existe una unión única y peculiar, en virtud de las raíces judías del cristianismo: judíos y cristianos deben sentirse entonces hermanos, unidos por el mismo Dios y por un rico patrimonio espiritual común sobre el que basarse y construir el futuro”.

Francisco recordó las visitas de sus predecesores hacer algunos años y cómo Juan Pablo II acuño la expresión “hermanos mayores” para referirse a los judíos. “En efecto, ustedes son nuestros hermanos y nuestras hermanas mayores en la fe. “Todos los que pertenecemos a una única familia, la familia de Dios, el cual nos acompaña y nos protege como su pueblo”.

“Juntos, como judíos y católicos estamos llamados a asumir nuestra responsabilidad para esta ciudad, aportando nuestra contribución, ante todo espiritual, y favoreciendo la resolución de diversos problemas actuales”, dijo en el Templo Mayor de la Sinagoga.

A continuación, indicó que “deseo que crezcan cada vez más la cercanía, el recíproco conocimiento y la estima entre nuestras dos comunidades de fe”.

Gracias al Concilio

Buena parte de su intervención la dedicó también a la Declaración Nostra aetate, promulgada por Pablo VI y que acaba de cumplir 50 años y regulaba las relaciones con las distintas confesiones, sobre todo con el judaísmo.

“El Concilio, con la Declaración, trazó el camino: ‘sí’ al redescubrimiento de las raíces judías del cristianismo; ‘no’ a toda forma de antisemitismo, y condena cada injuria, discriminación y persecución que se derivan”, dijo recordando unas palabras que dijo en otra ocasión.

El Santo Padre hizo también referencia al documento aprobado el pasado 10 de diciembre por la Comisión para la Relación con los judíos que “afronta las cuestiones teológicas surgidas en los últimos decenios transcurridos desde la promulgación de Nostra aetate”.

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