El ministro de Defensa griego explica la alianza con Israel

Israel

El 18 de febrero de 2016, el ministro de Defensa griego, Panos Kamenos, brindó una conferencia internacional en el Centro Begin-Sadat de Estudios Estratégicos sobre «Retos estratégicos en el Mediterráneo oriental.»

La conferencia fue co-patrocinada por B’nai B’rith Internacional. Kammenos ofreció una articulación integral y muy contundente del punto vista de Grecia de la región: de los peligros del Islam radical, de la conducta problemática de Turquía y de la nueva alianza de su país con Israel. El discurso, del cual hemos hecho una extracción, fue titulado «Grecia y el sureste del Mediterráneo: una política para la paz, estabilidad y prosperidad.»

«Al principio, me gustaría agradecer sinceramente el Centro Begin-Sadat de Estudios Estratégicos y B’nai B’rith Internacional, para la organización de la conferencia internacional; y al profesor Efraim Inbar y la Universidad Bar-Ilán por acoger este importante evento, así como por su amable invitación.

Si uno se pregunta qué clase de gente son los griegos, la respuesta más probable es: un pueblo marítimo. De hecho, ¡esto es verdad! El mar está dentro de nuestro ADN y nuestra relación con el mar Mediterráneo, en especial el del Este, que se remonta al reino minoico y a la civilización egea alrededor de Santorini. Es a través del mar Mediterráneo que los griegos han viajado, incentivado el comercio, el conocimiento y el contacto con los pueblos del sur, de la costa sur-oriental y occidental del Mediterráneo.

Sin embargo, nunca nos hemos implicado con el Mar Mediterráneo como un ´mare nostrum´. Lo hemos visto siempre como nuestra autopista privilegiada, para la comunicación, la cooperación, el comercio y la prosperidad; pero también, como nuestro medio privilegiado para poner fin a los invasores y defender nuestra libertad.

Hoy en día, el Mediterráneo se nos está abriendo para nosotros en sus profundidades y nos ofrece muchas posibilidades adicionales para cooperar. Es interesante notar que esta no es la voluntad de todos los que viven alrededor de la cuenca. Pero es sin duda la voluntad de los tres estados democráticos en la región, Grecia, Israel y Chipre.

Corresponde a estos tres estados democráticos, con la ayuda de la Unión Europea y sus aliados occidentales, que esto ocurra al trabajar por la estabilidad.

Grecia, que es el único país en el Mediterráneo oriental miembro de la Unión Europea y la OTAN, es un país de importancia estratégica para el comercio marítimo libre y el flujo de energía a Europa, con una industria del transporte marítimo que sin duda posee una influencia global, y hará cuanto sea posible para lograr este objetivo.

Voy a tratar primero de identificar las amenazas a la estabilidad que aparecen en el Mediterráneo oriental.

A continuación, voy a presentar los esfuerzos realizados recientemente para la cooperación bilateral y regional por parte de Grecia.

 

Las amenazas a la estabilidad regional

Estas amenazas son de carácter estatal y no estatal. Obviamente, la principal amenaza proviene de ISIS (Daesh) y sus actividades criminales y terroristas. Es esta fuente de inestabilidad que se refiere a la segunda, la guerra en Siria, lo que a su vez se relaciona con las ambiciones hegemónicas neo-otomanas y revisionistas de Turquía. Otras fuentes de inestabilidad que considero son la propagación de las armas nucleares, las amenazas asimétricas y la competencia regional.

 

Daesh / yihadismo

Daesh (Estado Islámico, ISIS) es la principal amenaza a la estabilidad regional ya que amenaza la esencia misma de la organización del Estado, mediante la propuesta de una forma diferente y oscura de la estructura social y el comportamiento internacional. La única filosofía yihadista islámica de Daesh es nihilista y misionera – rechazando cualquier otro tipo de verdad y cualquier tipo de convivencia con alguien que es diferente. Su nihilismo es brutal en todos los sentidos humanos ecuménicos: la esclavitud de grandes partes de la población (especialmente las mujeres, y minorías nacionales y religiosas), destrucción del arte y monumentos del patrimonio cultural universal, la exportación de odio, el terrorismo y la violencia contra civiles desarmados.

En términos de geografía, Daesh ya ha llegado a la costa mediterránea, mediante la expansión de su influencia en Libia, y al inspirar acciones terroristas en Túnez.

Así, además de la lucha contra esta plaga en las zonas bajo su control, deben adoptarse políticas y acciones emprendidas con el fin de prevenir su crecimiento en Libia, como su expansión en el Sahara y el África subsahariana.

 

La guerra en Siria

La guerra en Siria se lleva a cabo y evoluciona en la costa mediterránea, justo al lado de Israel y otro lado del mar desde Chipre. En primer lugar, quiero aclarar que ni la guerra siria, ni la guerra perpetrada por Daesh, son «choque de civilizaciones». Son guerras resultantes de la competencia de los poderes regionales o grupos extremistas a los que me referiré más adelante.

En consecuencia, y en segundo lugar, la guerra en Siria no es una guerra resultado de las grandes potencias o de la participación «sionista», como piensa la persona promedio. Es el resultado de la competencia por otras potencias regionales – no es el caso de Israel, Grecia o Egipto – por la influencia política, religiosa y económica.

Turquía es un aliado de la OTAN junto a Grecia. Turquía aspira a convertirse en un miembro de la UE al que la República de Chipre ya pertenece. Turquía, por el contrario, desde hace más de una década se benefició de su alianza con Israel.

Sin embargo, sus políticas y comportamiento hacia estas tres democracias están lejos de ser amables, lejos de estar en conformidad con el derecho internacional, y lejos de ser de carácter estabilizador.

Turquía continúa su comportamiento no aliado hacia Grecia, creando fricciones y problemas en el Egeo y en el medio ambiente de Europa sudoriental, y, últimamente, mediante el deliberado traspaso de cientos de miles de refugiados en el territorio europeo.

Todavía mantiene ilegalmente una fuerza de ocupación en Chipre, dificulta el desarrollo de las negociaciones en la isla, y trata de bloquear la exploración y explotación de los recursos naturales en el Mediterráneo.

Ustedes en Israel saben muy bien cómo se comportó Turquía en diciembre de 2012 y enero de 2013, cuando la República de Chipre anunció el descubrimiento de hidrocarburos en el campo de Afrodita. También saben sobre el comportamiento hacia su país, su participación en los asuntos domésticos y el apoyo a las organizaciones anti-israelíes, el fomento de los sentimientos antisemitas en Turquía, sus indiscreciones en las áreas de información y tecnologías sensibles, y sus exigencias maximalistas para normalizar las relaciones con Israel otra vez.

Tengo que subrayar lo que dijo el primer ministro Davutoglu a su grupo parlamentario el 22 de diciembre:

«… Me sentí honrado en nombre de mi país por presenciar el izamiento de la bandera palestina en las Naciones Unidas. Inshallah [si Dios quiere] la bandera flameará un día en Jerusalén… Todo lo que es malo para Palestina es malo para nosotros también».

Las ambiciones neo-otomanas de Turquía se expanden, como ustedes saben muy bien, de Bosnia-Herzegovina a la orilla sur del Mediterráneo. Turquía ha obstaculizado las operaciones aliadas de 2003 en Irak, y ha socavado el embargo de la ONU contra Irán. Peor, ha permitido inicialmente la formación de Daesh, permitiendo el paso de los extremistas de todo el mundo para luchar por esta organización y la transferencia de armas. De este modo ha socavado los esfuerzos de Occidente para luchar contra Daesh, ha bombardeado las fuerzas kurdas que luchan contra ella, y negocia con ellos, fortaleciéndolos.

Por último, pero no menos importante, ha tratado de crear una crisis internacional entre la OTAN y Rusia, con el derribo de la aeronave rusa, y ahora también dificulta el desarrollo de las conversaciones de paz en Ginebra.

 

Proliferación nuclear

Grecia está observando el tema de la proliferación nuclear en el Oriente Medio y la costa mediterránea, con una gran incomodidad. El acuerdo sobre el programa nuclear iraní, guste o no, es por el momento una realidad, y lo que es importante es la vigilancia de la aplicación plena del acuerdo.

Más importante es supervisar cómo va a ser percibido este acuerdo también por sus competidores regionales y la perspectiva a mediano plazo de un Irán nuclear. De hecho esta perspectiva da incentivos importantes también a Turquía para convertirse en un país nuclear. Como todos saben, Turquía tiene ambiciones nucleares que fueron publicadas en el programa del AKP, antes de las elecciones de 2002. Turquía, como se conoce públicamente, quiere construir dos instalaciones de energía nuclear, una en Akköy y la otra en Sinopi sobre terreno sísmico peligroso. Por supuesto que en este momento no está claro qué tan rápido va a continuar la construcción, dadas las fricciones con Rusia. Lo que es importante, sin embargo, es que la ambición está firme.

La competencia de las potencias regionales

Esta es otra amenaza a la estabilidad regional. Es interesante que la competencia regional se dé principalmente entre los estados musulmanes, y se expresa en dos conflictos, el de Siria y el otro en el Yemen. Es característico que en ambos conflictos Turquía se ha puesto del lado de Arabia Saudita, mientras que en términos de la influencia religiosa sobre los musulmanes en Europa, Turquía está compitiendo con Arabia Saudita.

Por supuesto, esta competencia y estos conflictos a menudo están envueltos en el papel de la competencia principalmente religiosa. Sin embargo, se puede observar que Turquía, Irán y Arabia Saudita están compitiendo por la supremacía en la región y en el mundo musulmán, cada uno pretendiendo ser y proyectar un modelo diferente de organización estatal, y cada uno promoviendo sus propios intereses económicos, a menudo relacionados con los hidrocarburos y gasoductos.

La competencia también se expresa en la carrera armamentística entre los tres, con los programas de armas pertinentes y el gasto de defensa muy alto. En los últimos diez años Arabia Saudí (primero) y Turquía (segundo), y en algunos años, Irán (tercero), gasta cada uno de ellos mucho más que Israel, para quien la defensa efectiva es una condición absoluta de la supervivencia.

Otros Estados más pequeños del Golfo también están participando en esta carrera de armamentos, como es el caso de Qatar, cuyo gasto de defensa es muy alto per cápita. Y las preguntas que nos hacemos, hacia dónde conducirá esta alianza sunita en su competencia con Irán, y contra quién se van a oponer, una vez que el conflicto entre ambos haya terminado.

Cooperación

En un enfoque teórico y práctico totalmente diferente, la estrecha cooperación constructiva y pacífica de Grecia con Israel es relativamente reciente.

El Gobierno de coalición Syriza y ANEL de hecho continuó desde 2015 ampliando y profundizando esta relación.

El 7 de julio de 2015, el Ministro de Relaciones Exteriores de Grecia visitó Israel y se reunió con el primer ministro Netanyahu.

El 19 de julio de 2015, visité Israel y me reuní con el ministro de Defensa Moshé Yaalón. Durante esta visita, los Jefes de Estado Mayor de cada país firmaron otro acuerdo de cooperación.

Además, a finales de octubre y principios de noviembre de 2015, la Fuerza Aérea Helénica, junto con la Fuerza Aérea de Polonia y los Estados Unidos, participaron en el ejercicio «Bandera Azul», el ejercicio aéreo más grande, organizado por la Fuerza Aérea de Israel.

El primer ministro Alexis Tsipras llegó a Israel el 25 de noviembre, en una visita de dos días. Se reunió con el primer ministro Netanyahu y el presidente Rivlin. Uno de los resultados de esta visita fue la oposición de Grecia a directrices de la Unión Europea, relativa al etiquetado de los bienes producidos en las zonas posteriores a 1967 en Israel.

Una reunión trilateral de Consultas Políticas, a nivel de Secretarios Generales de los Ministerios de Asuntos Exteriores de Israel, Grecia y Chipre, se llevó a cabo en Jerusalén el 17 de diciembre de 2015.

El 26 de enero de este año, he recibido al ministro Moshe Yaalón en Atenas.

El 27 de enero, se dio la segunda Conferencia Intergubernamental de Alto Nivel bilateral en Jerusalén y por último, el 28 de enero de 2016, la cumbre trilateral celebró y aprobó una Declaración.

Como ustedes saben muy bien, Grecia ha dado pasos similares hacia la cooperación con Egipto, ya sea a nivel bilateral o en el nivel trilateral, con la participación de Chipre. Uno puede encontrar los principales elementos y áreas de esta cooperación en la Declaración de la Cumbre Trilateral de Atenas de 9 de diciembre de 2015, y puede concluir que las dos Declaraciones trilaterales van en la misma dirección y tratar de responder al desafío estratégico común de nuestra región. Debo añadir que, finalmente, nuestra preocupación por la región me llevaron también, en enero pasado, el día 23, a Amman, Jordania, donde la idea de la cooperación y de la estabilidad también es importante.

Nuestro objetivo es crear, junto con todos aquellos que comparten los mismos valores y principios y sin exclusiones, un arco de estabilidad, cooperación y prosperidad que se extienda desde la zona más amplia del este del Mediterráneo hasta el Mar Negro y más allá.

Nuestros adversarios no son estados o pueblos y religiones, sino las ideologías extremas y las prácticas inhumanas que incitan al odio y la destrucción.

Nuestra prioridad estratégica es crear un lugar mejor para nuestros pueblos y las generaciones futuras, para vivir en paz, seguridad y prosperidad. Un espacio de cooperación y progreso.»

Fuente: BESA Center.

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