Más de 200 judíos franceses llegaron hoy a Israel
Israel
JAI – Alrededor de 200 judíos franceses hicieron Aliá y llegaron a Israel, acompañados por un funcionario de la oficina de inmigración. El viaje al aeropuerto de Ben Gurion fue organizado por la Agencia Judía para Israel, en colaboración con el Ministerio de Inmigración y Absorción, y Keren Hayesod-UIA.
“Me siento muy feliz”, dijo un hombre mientras se bajaba del colectivo que había transportado a los inmigrantes desde el aeropuerto a la sala del evento. Allí fueron recibidos con bailes y cantos, antes de escuchar una serie de mensajes de bienvenida incluyendo una del primer ministro Binyamin Netanyahu, transmitidos por vídeo. “Cuando caminen aquí en las calles, sentirán que están en la patria del pueblo judío». Además, Netanyahu aseguró que no se trataba de «un viaje personal, sino también de importancia nacional».
El presidente de la Agencia Judía, Natan Sharansky , quien participó de los interludios de bailes , dijo que a pesar de las muchas ceremonias de bienvenida a las que ha asistido para los nuevos inmigrantes, la emoción nunca se desvanece. “Cada aliá me recuerda a mi propia aliá, cada aliá es el cierre de un enorme círculo”, Sharansky hizo su propia aliá en 1986.
Desde los atentados de Charlie Hebdo y el supermercado Kosher en enero de 2015, y en el marco de un creciente e incesante antisemitismo que también incluyó otros ataques individuales, se calcula que más de 12.000 judíos de ese país se han mudado a Israel.
Pese a este dato, el director de la Agencia Judía para Israel en Francia, Daniel Benhaim, destacó que la cifra de este año, que se calcula que serán 5.000, supondrá un 30% menos que el pasado año. “El número de inmigrantes judíos sigue siendo fuerte pero hay una bajada importante”, expresó.
Estos dos últimos años, los judíos de Francia han sido los que han protagonizado los contingentes de inmigración judía a Israel, con respectivamente 7.200 inmigrantes en 2014 y 7.800 en 2015.
Poco después del atentado en un supermercado Kosher el 9 de enero de 2015, el gobierno israelí había aprobado un plan de 180 millones de shekels (42 millones de euros) para favorecer la inmigración de judíos de Francia, Bélgica y Ucrania.
