Rabino Waingortin en Tefilá 2016: «Agradecemos por 206 años de independencia y pedimos a D’s por el futuro de esta patria generosa»

Chile

El Rabino Eduardo Waingortin, entregó un mensaje y agradeció al país durante la Tefilá 2016, donde llamó a «analizar las coordenadas en la que está nuestra patria y recuperar el sueño de los que la crearon a 206 años de esa gran gesta».

Compartimos su mensaje:

“Estamos en un momento de gran alegría con la presencia de todos y cada uno de ustedes en nuestra casa de oración. Agradecemos a D’s por el privilegio de ser parte de la nación chilena. Agradecemos por 206 años de independencia y pedimos a D’s por el futuro de esta patria generosa.

Estamos en el mes de septiembre, donde todo florece en Chile y donde los padres de la patria sembraron libertad, independencia y esperanza como una flor que se abre y otorga belleza, perfume y alegría.

En pocas semanas  será para la comunidad judía el Iom Kipur, el Día del Perdón, día de introspección, de juicio y de pedido a D’s por una nueva oportunidad. Los sabios decían que en Iom Kipur no basta con pedir perdón, sino que debe primar una actitud de cambio, de progreso personal  y de compromiso social. Es como presentarse frente a D’s con un nuevo proyecto de vida que responda cada vez más a lo que Él quiere de nosotros, que no lo defraude. Para eso se debe realizar un profundo ejercicio de introspección y se nos proponen tres caminos para alinear nuestro retorno a D’s: Tefilá, Teshuva y Tzedaka.

Tefilá es oración, que en hebreo se dice leitpalel, verbo reflexivo que implica juzgarse a uno mismo. Hicimos todo lo que podíamos hacer ?.

Teshuvá es recuperar las coordenadas correctas y trazar la hoja de ruta para volver al camino original el que sentimos adecuado.

Y Tzedaka es abrir toda nuestra potencialidad para encontrar al otro y asistirlo, abrazarlo y construir juntos un mundo mejor. Un mundo de coexistencia.

Estamos en un nuevo aniversario de la patria y como chilenos éste también será un tiempo de reflexión, de reacomodar los rumbos de la patria para que reflejen cada vez más lo que D’s quiere de nosotros. Donde no lo defraudemos a Él y a nosotros.

Debemos analizar las coordenadas en la que está nuestra patria y recuperar el sueño de los que la crearon a 206 años de esa gran gesta.

Debemos pensar en el Chile de los próximos 100 años y construir una sociedad de hermanos fraternos donde podamos terminar con todo tipo de discriminación. Debemos construir un país donde el ser diferente sea visto como un enriquecimiento, y no como una dificultad. Donde amar al prójimo sea amarlo no a pesar de que es diferente, sino debido a que es diferente. Identificarlo en la diversidad y amarlo. Y eso incluye a todos, los que piensan diferente, los que se comportan diferente mientras no atenten contra el prójimo.  Los que tienen capacidades diferentes, entendiendo que esto no es un relativismo moral sino una aceptación de las realidades que impone una sociedad evolutiva.

Estamos viviendo momentos tensos en la patria y que no se merece, donde vuelven a aparecer rivalidades que estaban decayendo y fantasmas de un pasado que todos debemos conciliar. El mensaje de coexistencia, es un poderoso imperativo para volver a encontrarnos en la raíz, en los sueños compartidos y en el deseo de forjar una patria de hermanos, donde todos tengan las mismas oportunidades de florecer.

En este clima de crispación, no olvidemos  los logros que tenemos como chilenos. Sin embargo, hay desafíos pendientes que claramente requieren de paciencia, de tiempo, de gradualidad pero deben ser parte de la prioridad con que Chile enfrenta su futuro y no se puede resignar a ello.

Soñamos a un Chile fraterno, donde la responsabilidad empresarial, de los trabajadores, educadores, fuerzas del orden, seguridad y demás miembros de la sociedad exceda el marco de lo obligatorio y se instale en el corazón de cada uno de los que trabajan  por la grandeza del país. Los gestos de generosidad debieran multiplicarse y si hubiese algún ámbito donde validar la competencia estaría puesto en quien es más generoso, quien le pone más corazón.

Estamos en un Chile democrático con instituciones sólidas que como todo puede mejorar en transparencia y funcionalidad.

Debemos preservar el activo de la democracia, curar  sus heridas y revitalizarla.

Hay un desafío más que se cierne sobre los gobernantes y gobernados y que es esencial para cualquier logro, y éste es dejar de lado la mirada cortoplacista y de ventajas de corto alcance para mirar con generosidad, pues las semillas que plantemos hoy darán su fruto en el mañana, con la mirada de los padres de la patria pensar con sentido de trascendencia. Para esto necesitamos paciencia y es un bien muy escaso en el Chile de hoy. Pedimos a D’s que nos bendiga con el atributo de la paciencia, pensando en el futuro, en nuestros hijos.

Queridos hermanos: en este nuevo aniversario encontramos a Chile lleno de desafíos, lleno de pasiones que a veces nos distancian pero artificialmente porque estamos unidos,  llenos de proyectos y de sueños, de vida y esperanza, llenos de hombres y mujeres de bien que sienten en su hermandad una identidad forjada en la historia común, en los desafíos presentes y en la esperanza del futuro.

Como judíos que sabemos del dolor y también de la alegría de la superación, como ciudadanos presentes y activos en esta patria de todos, saludamos las gestas del pasado y brindamos por un futuro promisorio donde no haya más odio ni rencor y donde cada ser humano en nuestro Chile de loca geografía, pueda mirar a su prójimo y reconocer en él a su hermano, y amarlo, amarlo con todo su ser, como a sí mismo. Que la coexistencia sea el norte en nuestra brújula y pensamientos. Así no defraudaremos a D’s y seguiremos sus caminos.

En ese espíritu invocaremos  Rogativas Vakashot por nuestra querida Patria de todos”.

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