Para entender la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU: Por Eitan Guilboa

Israel

La tensión entre Netanyahu y Obama, y el intento de atarle las manos a Trump, están por detrás de la decisión de Estados Unidos de no vetar. Ahora Israel debe actuar con prudencia. Ella, por supuesto, podría haber tomado medidas preventivas si hubiese escuchado más al Ministro de Defensa.

“La política de Estados Unidos en las Naciones Unidas será diferente”. Así twitteó el presidente electo Donald Trump en respuesta a la decisión del presidente Obama de evitar el veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la prohibición de la construcción en los asentamientos. ¿Qué dijeron en la Casa Blanca? Hasta la fecha de su toma de posesión, Obama es el presidente. Sí, ¿Cuán es la relación entre la declaración de Trump y la respuesta de la Casa Blanca?

La respuesta de Trump ha de comprenderse por el precedente establecido por Obama. De acuerdo a la costumbre, durante la transición entre las administraciones, el presidente saliente no adopta nuevas iniciativas o cambios significativos en política exterior o nacional. Por otra parte, en este caso, el presidente entrante se opone a la resolución de las Naciones Unidas e instó a Obama a vetar una resolución de ese tipo, como lo había hecho durante décadas cuando se trata de decisiones unilaterales y antiisraelíes que la ONU impone de vez en cuando. Obama ha violado una práctica aceptada y dicho precedente le permitirá a Trump, y a otros presidentes, establecer nuevos hechos consumados en el periodo de transferencia del poder con sus sucesores. Obama también trabajó en contra de los deseos de la mayoría del Congreso y la opinión pública americana y también se opuso a las posiciones tanto del Likud y de Majané Hatzioni en Israel.

La decisión de Obama de permitir que la decisión sea aceptada se debe a varias razones ligadas a Israel y a los EE.UU… Los Estados Unidos se han opuesto sistemáticamente a los asentamientos, en todos los territorios que Israel capturó en la Guerra de los Seis Días. Pero la posición básica era también que un acuerdo debe obtenerse por negociaciones en lugar de los dictados de los organismos internacionales como las Naciones Unidas.

Desde el inicio de su mandato, Obama cree que la construcción en los asentamientos es un gran obstáculo para alcanzar una solución definitiva basada en dos estados para dos pueblos. Obligó a Netanyahu a congelar la construcción por un periodo de 10 meses, pero los palestinos no vinieron a las negociaciones. En 2011, Obama vetó una resolución similar en la ONU. Entonces, ¿qué ha sucedido que ha cambiado su política a menos de un mes antes del cambio de gobierno?

Las relaciones entre Obama y Netanyahu se han reducido a una enemistad personal y el intercambio de golpes verbales tóxicos debido principalmente al bombardeo de las negociaciones con Irán y con los palestinos. El pico se produjo cuando Netanyahu decidió aceptar la invitación de los líderes republicanos en el Congreso para hablar frente a las dos casas y atacando al acuerdo nuclear que Obama estaba tramando con Irán. El presidente vio en éste acto como un desafío personal contra su persona.

El triunfo de Trump en la elección presidencial, su crítica aguda sobre la política de Obama hacia Israel, y sus declaraciones acerca de los asentamientos y el traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, el nombramiento de David Friedman como nuevo embajador en Israel, cuando éste apoya a los asentamientos, creó entre personas del gobierno de Israel, los partidos de derecha y los colonos, que se abría una nueva era en las relaciones entre Estados Unidos e Israel en donde estos podrían hacer en los territorios lo que quisiesen. La crisis de Amona y en particular la propuesta de Ley que Reglamentaba asentamientos no legales fortaleció este sentimiento.

A la luz de esto, Obama cree que le debe atar las manos a Trump, con urgencia, antes que entre en la Casa Blanca. También se puede suponer que Obama no estaba satisfecho con una votación en la que todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU votaran a favor contra el voto en contra de los Estados Unidos. También es posible que Obama no sólo quería “vengarse” de Netanyahu, sino que piensa que está ayudando a Israel tratando de “salvarla de sí misma”.

Las implicaciones prácticas de la resolución de la ONU

La decisión del Consejo de Seguridad de la ONU puede tener consecuencias políticas y económicas. Se fortalecerá el movimiento BDS – pidiendo el boicot y sanciones contra Israel. Otros países podrían emular a la Unión Europea y exigir el etiquetado de los productos de los territorios en general o bien prohibiendo la importación de dichos productos. Sin duda, fortalecerá las demandas palestinas en los tribunales internacionales contra los tomadores de decisiones en Israel y contra los líderes de los asentamientos. También fortalecerá la negativa palestina a negociar con Israel. ¿Por qué negociar cuando los territorios se pueden obtener sin hacer concesiones equivalentes?

Uno de los problemas de la decisión es que existe una obligación por parte del secretario de la ONU, cada tres meses, de informar sobre su aplicación.

Las respuestas de Israel deben ser prudentes, medidas y moderadas. La anexión de la zona C o en más áreas o la construcción masiva en todas las partes sólo justificará la decisión y puede llevar a una escalada negativa en las relaciones internacionales de Israel tanto como las relaciones con los estados árabes moderados. Existe la necesidad de una coordinación política inmediata y exhaustiva con el gobierno con Trump. También él tiene sus propias consideraciones. Una de ellas es dar vuelta la política de Obama tanto en los asuntos internos como en los asuntos externos. Lo más probable es que durante los próximos cuatro años el gobierno Trump vete cualquier intento de propuesta por parte del Consejo de Seguridad para imponer sanciones a Israel ante toda violación de la resolución.

La decisión puede fortalecer la disposición de Trump de mover la embajada estadounidense desde Tel Aviv a Jerusalén, un mensaje desafiante.

El Congreso republicano y pro-Israel podrá tomar sus propias medidas. Puede aprobar una ley que invalide la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU estableciendo que todo acuerdo debe ser obtenido sólo por medio de negociaciones y sin dictados internacionales. El Congreso puede “castigar” a las Naciones Unidas y reducir el dinero que aporta a su presupuesto (25%) determinando que fondos estadounidenses no pueden utilizarse para ejecutar la decisión reciente. El Congreso podría congelar la ayuda a los palestinos (cerca de $ 400 millones al año), y promulgar leyes para castigar a toda compañía de los EE.UU. o que opere allí y que concrete la resolución de la ONU.

Es también el momento de volver a analizar la oferta del ministro de Defensa, Avigdor Lieberman: El coordinar con los EE.UU. la continuación de la construcción sólo dentro de Jerusalén y de los principales bloques de asentamientos. Si esta propuesta hubiese sido ofrecida en el pasado, tal vez incluso Obama hubiese dudado a la hora de no vetar la decisión.

*Prof. Eytan Gilboa es un experto en los Estados Unidos, es director del Centro de Comunicaciones Internacionales e investigador principal del Centro BESA de Estudios Estratégicos de la Universidad Bar Ilan.

 

Fuente: Itongadol

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