Holanda, cuna de la prensa judía y comunitaria

Chile

Por Marcos Levy

 

Llegó a mis manos, gracias a la gentileza de Silvio Korol, un libro editado por la Organización Sionista Mundial (OSM), de lectura interesante, al menos para un periodista, que en sus casi cien páginas aborda trescientos años de la prensa judía mundial (1675-1975), así su nombre. En él se consignan, bajo la introducción del emblemático Presidente de la OSM, el israelí de origen mexicano, Arié Dulzin, varios artículos relacionados con la prensa judía como la ”Odisea de la Prensa Judía”, de Arie Tzimuki, “La Actividad de la Unión Mundial de Periodistas Judíos”, de Moshé Ron e “Historia de la prensa judía en Eretz Israel”, de Guershon Hel, además, por cierto, del que obedece al título del libro escrito por el mismo Hel.

Nuestra prensa comunitaria -“La Palabra Israelita” , “Shalom” y los hoy desaparecidos “Mundo Judío”, “El Vocero Sefaradí”, “Alma Hebrea”, “Zejel”, “Boletín informativo”, y algunas publicaciones como “Nuestro Movimiento” (Poale Sion), “Ber Borojov“ (Juventud Sionista Socialista) y “Kidma” (Hashomer Hatzair), entre otros- encuentra sus raíces en varios de los medios señalados en el libro de la OSM, particularmente el que circuló en Holanda, la cuna de la prensa judía del mundo.”Redactado por judíos y para judíos“ vio la luz en 1675, su nombre “Gaceta de Amsterdam” y su idioma ladino. Su editor fue David Trats y sus lectores, los comerciantes sefaraditas de Holanda, se informaban a través de ella sobre temas económicos, su especial línea editorial. Hay discrepancias entre los historiadores respecto del tiempo de su circulación. Algunos sostienen que su aparición se prolongó por 15 años. Cabe señalar que Holanda fue el refugio de los marranos y de los expulsados de España y Portugal, así como de los fugitivos de las persecuciones de los años 1648 y 1649 en Polonia.

El segundo periódico, considerado el padre de la prensa en idish “Distanguishe Curent” (1686), dirigido al público ashkenazí, escrito en caracteres hebreos, que apareció cada dos semanas, y cuyo último número circuló el 5 de diciembre de 1687, contenía noticias comerciales, crónicas de guerra, informaciones del mundo judío y anuncios para “una floreciente colectividad de Amsterdam que vivía interesada acerca de lo que acontecía en el mundo, especialmente en las guerras que influían sobre la economía”.

Continuaron al “Curent”, el “Zaitung” (Diario) de 1789/ 90 con 19 apariciones en Metz, Alsacia, en la época de la Revolución Francesa, y el “Discuhersh” (Debate) de 1797/98 “publicado por la intelectualidad de Amsterdam influida por las ideas de la Revolución” .

El artículo de Hel señala que “ el pregón de la moderna prensa judía fue el “Measef” (Antología, en hebreo) publicado por la Asociación Dorshei Lashón Elver (Amantes del hebreo) encabezado por Moshé Mendelson de Koenigsberg, con apariciones irregulares entre los años 1784 y 1811. Abogó en sus páginas“ por los estudios laicos, la integración civil al medio y una actitud más afecta a las ciencias y a las artes”. Tuvo una “posición crítica frente a la tradición“ y una postura “irreductible en favor de las innovaciones en la vida económica y en los sistemas y fines de la educación judía”.

Para Arie Dulzin, en su introducción al libro dice que “la prensa judía supo tender un puente entre las colectividades dispersas y fortalecer su unidad, luchando contra la asimilación y la integración de los judíos dentro de los múltiples marcos de la dispersión y bregando por la profundización de una conciencia nacional basada en la propia dignidad”.

Un censo periodístico realizado en 1972 por Iosef Frenkel por especial petición del Departamento de Cultura del Congreso Judío Mundial registra la aparición -en Israel y en las diásporas- de 954 órganos judíos, de los cuales 32 son cotidianos (12 en hebreo, 11 en idish, 1 en inglés, 1 en francés, 1 en alemán y 6 en otros idiomas), guarismos que de seguro serán diferentes hoy tras haberse cumplido más de cuarenta años del estudio.

Bien vale retrotraer estos importantes datos históricos, así como de otros publicados por La Palabra Israelita en el marco de los 110 años de vida organizada en el país, como un reconocimiento a la prensa judía por informar y educar sobre los temas que nos son comunes y que inciden en nuestra esencial preocupación: la continuidad judía y la defensa de la legítima existencia del Estado de Israel.

 

Publicado por La Palabra Israelita

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