Discurso de Shai Agosin en Iom Hashoa
Antisemitismo, Chile, COMUNIDAD
Mirielle Knoll, logró escapar a una redada nazi en Francia en 1942. Más de13.000 judíos, entre ellos 4.000 niños como Knoll, fueron detenidos por policías franceses bajo órdenes del régimen colaboracionista de Vichy y llevados al campo de exterminio de Auschwitz. Mirielle pudo huir con su madre a Portugal.
El mes pasado el cuerpo de Mirielle Knoll fue encontrado en su departamento de París. Fue quemada y apuñalada. Escapó a la persecución nazi pero el antisemitismo logró terminar con su vida casi 80 años después. Se trata de un crimen brutal, incomprensible, inaceptable.
Solamente la semana pasada vimos como en una universidad nacional se intentó bloquear la candidatura a Jorge Testa un estudiante a un cargo con la acusación de ser sionista – o sea judío.
Ademas ayer la FECH, rechazo una invitacion al Museo judio aduciendo que la FEJ(Federacion de estudiantes judios) son sionistas
Estos y otros crímenes confirman una terrible realidad: la supervivencia del antisemitismo.
El antisionismo es la cara moderna del antisemitismo. Así como alguna vez antisemitismo fue religioso (y llevo a inquisición), fue racial (y llevo a Holocausto), hoy es «nacional”, es decir en contra del Estado Judío.
El antisemitismo hoy toma muchas formas: boicot, antisionismo, negacionismo y revisionismo. Con ellos se construyen postverdades que contribuyen a la discriminación en contra de nuestro pueblo: en este marco, es lamentable que diputados chilenos presentaran un proyecto de acuerdo en contra de Israel, en el cual, sin razón se hace referencia al Holocausto, banalizando el asesinato de 6 millones de judíos.
El Congreso nacional debe representar a los ciudadanos chilenos y no los intereses extranjeros. Mucho menos quitar el peso histórico de la Shoa. Esto nos preocupa e indigna.
Por ello, debemos estar cada vez más alertas. Cada vez será más difícil tener testimonios directos de los terribles hechos de la Shoa, por lo que debemos transformarnos en los guardianes de la historia.
Steven Spielberg, quien ha sido un invaluable aporte a la memoria dice: “antes de hablar, párate y escucha al otro”. Es lo que mi abuelo le decía a mi padre, lo que mi padre me decía a mí y lo que le digo a mis hijos. Se trata del precepto judío “Le dor ba dor”, que indica que debemos trasmitir la tradición judía de generación en generación. Los hechos sucedidos durante la Shoa son una lamentable herencia que también debemos transmitir.
Escuchemos a quienes aún tienen el recuerdo de una tragedia sin parangón, escuchemos a quienes sobrevivieron a la Shoa, a quienes están acá, acompañándonos, honrando a quienes no lograron salvar sus vidas.
Muchos sobrevivientes vinieron a Chile escapando de la persecución o para rehacer sus vidas tras sufrir la crueldad de los campos de concentración.
Hoy también hay personas que huyen; muchas llegan a Chile buscando un futuro mejor. Sin embargo, la llegada de inmigrantes a veces genera lo que como judíos conocemos bien: discriminación.
Acciones de esta naturaleza sólo demuestran la incapacidad de entender el dolor ajeno, la tragedia de quienes emigran dejando su tierra y a su familia, para intentar asentarse en otro país con toda la incertidumbre que ello significa. Emigrar muchas veces es la última opción, pues no muchas personas están dispuestas a dejar parte de su historia e iniciar una vida en un lugar desconocido.
Como Comunidad Judía de Chile nos sentimos responsables de combatir la indiferencia, la discriminación y la intolerancia, pues conocemos cuáles pueden ser sus consecuencias y dicen relación con lo que recordamos hoy: seis millones de judíos asesinados por una ideología de odio en la Alemania nazi. Por ello no toleraremos este tipo de expresiones en contra de quienes piensan o parecen ser distintos. En Chile estamos permanentemente expresando nuestro rechazo a cualquier hecho de odio. Debemos resguardar los derechos que no se nos respetaron como judíos en el pasado.
Por ello como Comunidad trabajamos por la promulgación de la Ley Antidiscriminación, también conocida como Ley Zamudio y hoy lo hacemos por la Ley en Contra de la Incitación a la Violencia, que el Ejecutivo envió el año pasado al Parlamento.
Aprovecho la oportunidad para pedir a los legisladores que den prioridad a esta normativa, que entrega un marco regulatorio para evitar y sancionar hechos de violencia motivados por la intolerancia. Esta Ley es sumamente importante pues contempla cárcel y multas para quienes llamen a agredir a personas o grupos en razón de su raza, nacionalidad, identidad de género o creencias. Es una forma de avanzar hacia el respeto y la tolerancia entre los habitantes de nuestra patria.
Debemos imponernos la mision moral de luchar contra el conformismo y la indiferencia. Ya hemos conocido el sufrimiento y no podemos permitir que eso se produzca de nuevo
Hoy, como cada año, volvemos a recordar la Shoá, el Holocausto. Es el momento de recordar a las víctimas y también a Mirielle, quien sufrió 2 veces el horror de la intolerancia, primero del Holocausto y hoy del odio desmedido que nos muestra que esto no ha dejado de existir.
