En Israel, árabes y judíos vencen barreras idiomáticas y son atendidos por igual en el hospital Hadassah

COMUNIDAD, Israel

Itongadol

“No sólo los atendemos a todos por igual y los chicos comparten habitaciones sin importar religión u origen étnico. Implementamos además a traductores para que haya el mismo servicio para todos los pacientes”, destacó en una entrevista con la Agencia AJN la pediatra argentina Malena Cohen, quien se desempeña en la Unidad de Neumología Pediátrica.

Cada día el hospital Hadassah de Jerusalem atiende a miles de personas. Muchos de estos pacientes llegan de los territorios administrados por la Autoridad Palestina, Jerusalem Oriental o incluso desde Gaza. Por igual son atendidos allí judíos, musulmanes y cristianos, como corresponde en la labor médica.

Muchas veces las personas que llegan a atenderse no hablan hebreo ni inglés, lo que representa una dificultad a la hora de brindar atención médica. Es por esto que en el hospital Hadassah se implementa desde hace años un servicio de intérpretes para asistir a los palestinos que no dominan el hebreo y así poder derribar las barreras idiomáticas y ofrecer una atención igualitaria para todos.

“En el Hadassah, tanto en el Ein Kerem como Tzur Hasofi, trabajamos con una población bastante heterogénea. Se atienden judíos, musulmanes y cristianos. Dentro de los judíos hay diferencias porque tenemos gente ultraortodoxa y laicos. En el sector árabe trabajamos con población donde muchas veces en la familia el que habla hebreo es el padre y no siempre puede asistir al hospital”, cuenta a la Agencia AJN, desde Jerusalem, la argentina Malena Cohen, quien cumple funciones en la Unidad de Neumología Pediátrica.

“Algunas madres no hablan hebreo o hablan poco, otras algunas veces hablan inglés y nos podemos arreglar, pero hay un gran porcentaje que no habla hebreo ni inglés”, agrega, y explica que previamente a implementar este sistema de traductores “lo que se hacía era llamar a alguien del público o personal de limpieza para que ayude, pero no es lo ideal porque estás metiendo gente en el consultorio y hay cosas que no son públicas y el paciente no quiere que todo el mundo se entere”.

Es por esto que se implementó el servicio de intérpretes, que son personas preparadas y conocen ambos idiomas. “De esta manera se nos facilita el trabajo a los médicos”, explica Malena. La argentina afirma que, si bien muchos profesionales dominan en mayor o menor medida el idioma árabe, “la idea en el consultorio frente a un paciente es que haya una amplia comunicación”. “Es muy importante poder entender todo y no más o menos. Para eso están los traductores, quienes cuentan con preparación y conocen los términos médicos y de esa manera nos sentimos muy libres tanto los profesionales como los pacientes”. “Es una herramienta muy importante con la que contamos para despejar las barreras idiomáticas y poder atender a todos por igual”, indicó.

El hospital Hadassah se destaca no sólo por el nivel de atención médica que ofrece a sus pacientes, sino por la gran obra a nivel humano, que desde allí brindan atendiendo a palestinos e israelíes por igual.

Malena además es reconocida por haber ayudado a diferentes países a crear centros de atención para la fibrosis quística. Desde la Franja de Gaza, pasando por Uruguay y Chile, la pediatra brinda sus conocimientos para capacitar a profesionales y ofrecer todo lo que aprendió en Israel. Consultada por cómo es el proceso para que lleguen a atenderse pacientes desde Gaza y los territorios palestinos, cuenta que los mismos deben “tener permiso” y que muchas veces se comunican con los médicos para solicitar atención. “Muchas veces son casos complicados. Yo trabajo con chicos con enfermedades crónicas y muchas veces no cuentan con la parte profesional ni los medios, entonces hablan con nosotros y enviamos una carta que la tienen que autorizar”, detalla.

Malena se recibió en la carrera de Medicina en la Universidad de Buenos Aires y a los dos meses, en agosto de 2000, hizo aliá [emigración a Israel] con su familia, convocada por un trabajo que le habían propuesto a su marido. Cuenta que vivió en Israel con su familia cuando era adolescente y “siempre me había quedado pendiente el volver por decisión propia, así que se dio todo junto y es un placer contarlo”. En Israel hizo la revalidación de su título, un año de internado rotatorio, cuatro años y medio en la especialidad en pediatría y, luego, dos y medio de subespecialidad en neumonología pediátrica. “Trabajo en Haddasah hace 15 años y me dedico, más que nada, a enfermedades crónicas”, contó.

Dedicada a la neumonología, realiza investigaciones y forma parte de un equipo que es líder mundial en el tratamiento de la fibrosis quística.

Por último, Malena contó que por trabajo viaja mucho al exterior y es testigo de que mucha gente no conoce del tratamiento igualitario que dispensa el hospital. “La gente no conoce la atención que damos a palestinos. Me tocó en un congreso que estuve hace meses en España que cuando terminé de dar la charla se para un médico de Jordania y me pregunta: ‘¿Ustedes atienden por igual a pacientes árabes y judíos?’, me dejó helada”, recuerda y resalta: “Es importante porque hay que mostrar que no sólo los atendemos a todos por igual y los chicos pacientes comparten habitaciones sin importar religión u origen étnico. Implementamos además el servicio de traductores para poder vencer la barrera idiomática y que haya el mismo servicio para todos los pacientes”.

Cuenta además que cuando viaja por trabajo al exterior se encarga de mostrar fotos y a través del relato cómo es la atención médica en el hospital para judíos y no judíos por igual. “Muchos médicos no saben ni conocen de esto, pero los que escuchan entran en razón”, aseguró.

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