Comunidad Judía de Chile, unida en sentimiento y oración,ofreció un homenaje a las víctimas del brutal atentado antisemita perpetrado en la sinagoga de Pittsburgh

Chile, COMUNIDAD

La Comunidad Judía de Chile, unida en sentimiento y oración, se reunió anoche para ofrecer un homenaje a las víctimas del brutal atentado antisemita perpetrado en la sinagoga de Pittsburgh, que provocó el trágico saldo de once muertos. El acto, realizado en el Instituto Hebreo de Santiago, contó con la presencia del embajador de Israel, Eldad Hayet, el Presidente de la Comunidad Judía, Shai Agosin, rabinos, dirigentes comunitarios y numeroso público, que repletó el salón multiuso del plantel.

Tras las oraciones de los rabinos y el encendido de una vela por parte del diplomático y miembros de la Federación de Estudiantes Judíos y de los movimientos juveniles en memoria de las víctimas, se escuchó el mensaje de Shai Agosin, quien en representación de la Comunidad Judía, expreso: “ Etz Jaim, el árbol de la vida. Así se llama la sinagoga de Pittsburgh donde ocurrió este atentado antisemita. Una metáfora de lo que es realmente el pueblo judío: el árbol milennario de tronco grueso, cortezas duras y de profundas raíces , el cual cada generación va regando para que se fortalezca a pesar de nuestros enemigos. Aunque ellos sigan tratando de hacernos daño, el árbol de la vida de nuestro pueblo siempre crecerá y se hará más fuerte”.

Discurso de Shai Agosin

“Etz Jaim, el árbol de la vida. Así se llama la sinagoga en Pittsburgh donde ocurrió este criminal atentado antisemita. Una metáfora de lo que es realmente el pueblo judío: El árbol milenario de tronco grueso, cortezas duras y de profundas raíces, el cual cada generación va regando para que se fortalezca a pesar de nuestros enemigos. Aunque ellos sigan tratando de hacernos daño, el árbol de la vida de nuestro pueblo siempre crecerá y se hará más fuerte.

El sábado 27 pasado un neonazi cortó parte de nuestras raíces, vidas muy valiosas:

Baruj Dayán Haemet ~ ברוך דיין האמת

1. Joyce Feinberg, 75;

2. Richard Gottfried, 65;

3. Rose Mallinger, 97;

4. Jerry Rabinowitz, 66;

5. Cecil Rosenthal, 59;

6. David Rosenthal, 54;

7. Bernice Simon, 84;

8. Sylvan Simon, 86;

9. Daniel Stein, 71;

10. Melvin Wax, 88;

11. Irving Younger, 69.

En honor a ellos y a la memoria de ellos es que hacemos esta Tefilá. El sábado pasado, la congregación estaba celebrando Shabat y bendecían a un bebé, un nuevo integrante del pueblo judío que había nacido semanas antes. Esa alegría fue interrumpida por un criminal antisemita que al igual que Hitler quebró la felicidad de nuestro pueblo durante la Segunda Guerra mundial.

Pero el pueblo judío es resiliente, a pesar de nuestros muertos y nuestras víctimas, seguimos luchando para sobrevivir.

Una de las historias más increíbles del atentado antisemita de Pittsburgh es la del sobreviviente del holocausto Judah Samet a quien el destino lo ha desafiado en dos oportunidades para pagar con su vida su derecho a ser judío. El sábado, por primera vez salió atrasado de su casa camino a la sinagoga para resolver asuntos domésticos. Esos minutos de atraso, le salvaron la vida.

Podríamos decir que ese fue un milagro. Pero no podemos vivir sólo de milagros.

Como judíos tenemos que tener claro que no debemos dejar que la historia retroceda y tengamos que volver a pedir perdón y permiso para respirar, para ser y para vivir.

En lo personal, y estoy seguro que ustedes también, este fin de semana quedé triste, enrabiado. Pero ese dolor y rabia la he transformado en energía para seguir luchando. Necesitamos anticiparnos a los hechos, estar vigilantes, buscar los resguardos legales y encender las luces de alarma cuando creemos que como país y sociedad avanzamos muy lento.

Uno de los aspectos que más me sorprendió este fin de semana, es que unos pocos, pero importantes medios de prensa, dudaron en señalar este crimen como un atentado antisemita ¿Acaso pensaban que esta atrocidad era un tiroteo casual, que se debía investigar para averiguar si existió motivación antisemita de por medio?

Como chilenos, debemos insistir en la necesidad de educar en el respeto a la diversidad y la no discriminación. El fin de semana hubo un lamentable hecho de discriminación en Santiago, que fueron las agresiones a participantes de una marcha cristiana. Afortunadamente no se registraron víctimas de gravedad.

La libertad de expresión y opinión es un derecho. Podemos estar en desacuerdo con el otro, pero no por eso podemos actuar con violencia ni agredirlo.

Por otra parte, existe una delgada línea entre la libertad de expresión y la incitación al odio. Esa delicada frontera debe ser delimitada a través de una ley. Que sea la justicia quien decida qué es y qué no es una incitación al odio, no los ciudadanos con la ley de la calle. Necesitamos que Chile prohíba la incitación al odio, y les aseguro que como presidente del CJCh estamos pendiente de lo que está ocurriendo en el Congreso.

Termino estas palabras entregando nuestras más sinceras y sentidas condolencias a los familiares de las víctimas de este nuevo atentado antisemita que enluta a nuestro pueblo, haciendo votos para la pronta recuperación de los heridos. Refuá shlemá”.

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