Shai Agosin concluye presidencia de la CJCh: “No concibo ser judío y no sionista”

Chile, COMUNIDAD

El dirigente conversó con La Palabra Israelita a pocos días de terminar su período. Destacó lo realizado en materia de relaciones institucionales a nivel de Gobierno y con las organizaciones judías más influyentes del mundo. Pese al golpe que dio la Contraloría al BDS, se mostró preocupando respecto de la eventual aparición de nuevas iniciativas antisemitas.

“Puede sonar cliché, pero para mí ser presidente de la comunidad es un honor y una alegría. Es un tremendo cargo desde todo punto de vista, desde lo humano, emocional y relacional. Ha sido una experiencia tremenda, distinta a mi primera presidencia, siento que disfrute más. Creo que esto debe ser un ejemplo para las futuras generaciones. Hay que trabajar por la vida judía en Chile, todos tenemos que cumplir un rol en algún momento”. La reflexión pertenece a Shai Agosin, presidente de la Comunidad Judía de Chile, quien a fines de diciembre terminará su período como presidente de esta entidad, acumulando varios logros, entre ellos, el más llamativo, la resolución de la Contraloría General de la República declarando ilegal el BDS que intentó establecer el municipio de Valdivia.

-Shai, tú que eres hombre de cine, conoces bien el dicho que señala que las segundas partes nunca son buenas. ¿Cómo evalúas tu segunda presidencia de la CJCh?

-Es verdad lo que dicen de las segundas partes, pero también está el caso de Star Wars, donde la segunda parte es todavía mejor que la primera… Yo creo que uno tiene que creer que puede hacer las cosas mejor y superarse… Y también hay un tema de experiencia, de cómo uno se toma las cosas. En esta segunda presidencia pude enfrentarme a los desafíos en forma más tranquila, más pausada, con más conocimiento.

-¿Cuáles fueron los momentos difíciles de estos años en la presidencia de la CJCh?

-Hubo varios momentos difíciles. Por ejemplo, el aviso de prensa que publicó la Federación Palestina con el falso mapa de la evolución histórica de los territorios. También lo que pasó en Valdivia, que fue la primera ciudad en Latinoamérica que se declaraba “libre de apartheid israelí”. Además, hubo otros episodios de BDS que fueron dolorosos. También nos afectó el conflicto que tuvimos con dos personas de la comunidad palestina que no fueron autorizadas para ingresar Israel. Y lo mismo con el caso de Tamini y los proyectos de acuerdo en el Parlamento y la “Marcha del Retorno”.

-¿Y los momentos gratificantes?

-En lo positivo, creo que lo más importante es un fenómeno que ha nacido de las propias instituciones, como es el sentido de unidad comunitario. Me refiero, por ejemplo, al proyecto Atid entre el Instituto Hebreo y el Estado Israelita, a la alianza entre NBI y B´nai B´rith y ahora último el acuerdo entre WIZO y el Círculo Israelita. Por otro lado, nosotros hemos trabajado unidos con todas las comunidades con una muy buena coordinación a través de Yajad, el grupo de los directores ejecutivos de todas las instituciones. También tuvimos una gran fiesta que hicimos para festejar los 70 años de Israel y colaboramos con las comunidades de regiones para celebrar las Altas Fiestas, etc.

-¿Y en el plano externo?

-En el plano externo tuvimos dos tefilot por Chile, Janucá en La Moneda, Janucá en el Congreso y Janucá en diferentes lugares de Santiago, entre otras actividades. Además, estamos cerrando este periodo con el golpe que le hemos dado al BDS en relación a la declaración de Valdivia, donde la Contraloría General de la República ha señalado que el BDS es inconstitucional, ratificando que Chile es un país de derecho. Creo que las cosas se pueden hacer bien cuando hay esfuerzo y dedicación, cuando trabajamos mancomunadamente todos de acuerdo.

Un mundo de relaciones

“Las relaciones con el gobierno han sido muy positivas. Sentimos que esta Cancillería es mucho más ecuánime, mucho más equilibrada. El Gobierno que asumió en marzo ha sido positivo y me alegro que las relaciones entre nuestra comunidad y todos los últimos gobiernos sigan acrecentando su trayectoria positiva. La vida judía en Chile no está mal, pero nosotros nos hemos preocupado mucho de dar a conocer al Gobierno la actitud que ha tomado la dirigencia palestina, la discriminación que estamos sufriendo y los alcances del BDS”, asegura Shai Agosin.

-Volviendo al lenguaje del cine… Si tuviera que hacer un zoom out a la vida judía de Chile, ¿Qué tendencias destacarías?

-Yo destacaría dos aspectos. Por un lado, siento que tenemos una tarea pendiente con la juventud, pues debemos ser capaces de atraerlos y reencantarlos con la vida comunitaria. Y, por otro lado, se han producido uniones dentro de las instituciones de la comunidad que nos dejan muy satisfechos. Pero como consideración general, yo diría que la vida judía en Chile no va a ser fácil en los próximos años. Creo que tendremos un escenario complejo por la situación de Medio Oriente y porque hay muchos palestinos que hoy en día están en una actitud muy beligerante, sobre todo la Federación Palestina y otros liderazgos más cercanos a Hamás que a la Autoridad Nacional Palestina. Afortunadamente, hoy en día nuestra comunidad está súper viva, muy activa en todos los ámbitos y para mí ha sido una satisfacción muy grande ver y sentir eso, sentir que “Am Israel Jai” y que la “Comunidad Judía de Chile Jai”.

-¿Tiene vuelta atrás esta mala relación con el liderazgo palestino en Chile?

-En el corto plazo no veo que vaya a existir un buen entendimiento entre las dos partes. Espero estar equivocado, pero creo que hoy día existen grupos muy beligerante que no tienen ningún interés de sentarse a conversar con nosotros. Yo le vivido varias veces, cuando hemos intentado sentarnos con la dirigencia de la comunidad palestina y ha sido imposible. En definitiva, creo que la situación dependerá mucho de lo que ocurra en Israel y en los territorios palestinos, y de las políticas de los próximos gobiernos de Israel, porque creo que el Gobierno de Netanyahu no favorece una buena relación con los palestinos.

-¿Qué piensas de esta estrategia de intentar diferenciar el antisemitismo y el antisionismo, como una forma de generar una fractura dentro de la relación entre la comunidad judía e Israel?

-Creo que es un elemento tremendamente preocupante, ya que en el futuro podríamos ver judíos que traten de separar el estado de la religión, el estado del pueblo. Pero para mí esto es imposible. Los judíos somos sionistas, es parte del mismo paquete. Ser judío, pero no sionista, es como ser judío y creer en varios dioses. Eso es imposible. Para mí el antisionismo es lo mismo que el antisemitismo, es la forma moderna del antisemitismo. En todo caso, creo que Israel tiene una responsabilidad de lograr una mayor cercanía con la diáspora. Israel necesita a la diáspora, así como la diáspora necesita a Israel.

-¿Cómo están nuestras relaciones con el resto de las comunidades judías en el mundo, qué percepción tienen ellos de lo que pasa en Chile?

-Estas relaciones están mejores que nunca. Creo humildemente que hemos hecho un muy buen trabajo de vinculación con el ADL, el Centro Simón Wiesenthal, el AJC, y el Congreso Judío Mundial. Estas y otras instituciones están muy preocupadas por nosotros, y sienten que por desgracia Chile se ha convertido en un foco de antisemitismo y en un foco de BDS. En los foros internacionales nos miran como si fuéramos bichos raros, porque contamos nuestra experiencia y no pueden creer que esto esté ocurriendo en Latinoamérica. Lo bueno es que se ha generado conciencia y estamos muy contentos de que varias comunidades de la región nos pidieron todos los antecedentes de las acciones que hicimos ante la Contraloría para preparase frente a instancias del mismo tipo y especialmente de BDS.

-A propósito de BDS, ¿qué te parece que por un lado existe este movimiento, pero como contrapartida cada vez hay más instituciones académicas, culturales, públicas y privadas que se interesan en desarrollar proyectos de cooperación con Israel?

-Siento que la relación del mundo con Israel a veces es medio esquizoide, porque Israel es un país tremendamente imitable, un orgullo a nivel mundial, por su tecnología, por su resiliencia, pero por otro lado está este tema de la discriminación al país, lo que es muy raro, porque hay muchos países en el mundo donde no se respetan los derechos humanos y en Israel sí se respetan los derechos humanos. Sin embargo, Israel es juzgado en forma diferente, y uno se pregunta entonces si esto se debe a que es un estado judío, y la verdad es que no veo otra explicación.

Lo que viene

“A Gerardo Gorodischer le deseo la mejor de las suertes y estoy seguro de que va a ser su mejor esfuerzo para ser una gran presidencia. Yo creo que hay mucha gente buena en la comunidad, pero hay que creerse el cuento y no tener miedo. Una vez me dijeron algo que es muy cierto. No es fácil ser el príncipe de los judíos. No es fácil pararse frente un micrófono y dar la cara hacia afuera. En la interna, todos opinamos, pero dar la cara no es fácil. De hecho, en mi primer periodo en la CJCh estuve con resguardo de la PDI por un año y medio, incluso dispararon fuera de mi casa. Y esta vez, apenas asumí, empecé a recibir amenazas de muerte para mí y mi familia. Pero la verdad es que, aunque me los tomo en serio, las amenazas no van a impedir que uno haga lo que tiene que hacer”, asegura Shai Agosin. -¿Qué viene para ti ahora? -Bueno, ahora me tengo que dedicar un poco a trabajar. Durante estos dos años y medio no le dediqué el tiempo necesario a mi trabajo y eso tuvo consecuencias. Voy a volver a la empresa y además estoy viendo algunas otras alternativas en el mundo político externo, pero por ahora son solamente sueños.

-¿Sueños a nivel comunal o distrital?

-No sé todavía.

Por LPI.

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