Así será el nuevo Instituto Hebreo

Chile, COMUNIDAD

En un inesperado desenlace, que incluyó un empate preliminar de tres firmas postulantes, el grupo de arquitectos ASL & Perkins + Will ganó el concurso de proyectos para el nuevo Instituto Hebreo, que se construirá en los terrenos del Estadio Israelita.

 

En un comunicado conjunto del Vaad Hajinuj y el Estadio Israelita, se informó que el lunes 14 de enero las oficinas finalistas entregaron sus propuestas, las cuales fueron cuidadosamente evaluadas por el jurado. “Luego de la instancia de exposición de las mismas por parte de los concursantes, el jurado analizó y eligió como ganadora a la oficina ASL & Perkins + Will, quienes serán los responsables de llevar a cabo el Proyecto ATID”.

 

Cabe recordar que el 14 de diciembre pasado el jurado seleccionó a los tres ganadores del concurso, asignando tres primeros lugares a Mas Fernández y Espiral Arquitectos, Iglesis Arquitectos y la ya mencionada ASL & Perkins + Will. En ese momento se les solicitó que en un plazo de 30 días los tres ganadores presentaran al jurado proposiciones corregidas de sus anteproyectos para elegir la oficina que desarrollará la arquitectura.

 

La exposición del proyecto ganador y los demás participantes se realizó el 17 y 18 de enero en el Salón Multiuso del Instituto Hebreo. Para quienes no tuvieron la posibilidad de asistir, el proyecto ganador estará expuesto durante el verano en el Estadio Israelita. A contar del día 5 de marzo todos los proyectos estarán expuestos en el Salón Multiuso del colegio.

 

Alianza arquitectónica

Las oficinas ASL Arquitectos (Chile) y Perkins + Will (Estados Unidos), ganadoras del concurso, explicaron que el proyecto mantiene su inspiración en la letra Shin del abecedario hebreo, sin embargo, evoluciona su forma para dar cabida a los tres patios de cada uno de los ciclos de enseñanza. “Cada uno de estos tiene una conexión visual directa con el estadio, permitiendo así amplitud e integración con la comunidad”.

 

Según el jurado, “el proyecto recoge lo planteado en las bases y se presenta con una clara respuesta de fachada institucional hacia la calle —cerrada y segura— pero abriéndose hacia el Estadio Israelita con transparencia, integrando vistas y usos recreativos para los alumnos. La división de los diferentes niveles educativos está resuelta entorno a los tres patios principales del edificio, permitiendo los diferentes horarios y edades de los niños y jóvenes. La solución propuesta se adapta además al espíritu y proyecto educativo del Instituto Hebreo lo que se refleja en la presencia hacia la ciudad y en la solución interior del proyecto”.

 

El arquitecto Erico Luebert fue el director del concurso; Andrés Paz, miembro del Directorio del Vaad Hajinuj, fue el presidente del Jurado, mientras el jurado estuvo integrado por Herman Schupper, presidente del Vaad Hajinuj; Alan Guendelman, presidente del Estadio Israelita Maccabi; Gabriela Manzi, representante del Colegio de Arquitectos de Chile; Yves Besançon, representante Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA); Guillermo Rosende, arquitecto; y Luis Izquierdo, representante de los Concursantes y Premio Nacional de Arquitectura.

 

Cabe destacar que ASL Arquitectos es la oficina de arquitectura fundada por Abraham Senerman Lamas, secundado en la actualidad por Diego Rossel, como director general.

 

La oficina está compuesta actualmente por 25 arquitectos y desarrolla proyectos de manera integral y a todas las escalas. En la historia de ASL Arquitectos ha primado la búsqueda de nuevos desafíos. Con el cambio de siglo, se ha abocado en perseguir una mayor eficiencia, no sólo en términos constructivos, sino que también en cuanto al comportamiento de los edificios en términos energéticos; edificios como Titanium La Portada (2006) y Parque Titanium (2010) cuentan ambos con certificación Leed Gold. ASL

 

Herramienta al servicio de la educación

Herman Schupper, presidente del Vaad Hajinuj, destacó que es fundamental que el nuevo colegio sea entendido como una herramienta al servicio de la educación y no como un fin en sí mismo. “Las bases del concurso incluían y definían claramente nuestras necesidades y particularidades, para cada uno de los ámbitos del quehacer educativo, las que surgen a partir de nuestro PEI. Pero debemos ser conscientes de que el mundo está en un permanente cambio, que está evolucionando a pasos agigantados, la ciencia, la tecnología, la medicina, la sociedad en general, y que la forma de educar y de aprender también cambia, entonces debemos necesariamente pensar en un colegio flexible, simple y que se pueda adaptar justamente a esos cambios que no sabemos ni cuándo ni hacia dónde van. Lo importante es que el Proyecto Atid es Futuro, y para eso estamos trabajando, para que las siguientes generaciones puedan avanzar y crecer en un mundo en permanente evolución”.

 

-¿Qué mirada tienes de lo que fue este concurso y los estándares de calidad definidos por el jurado?

 

-La primera definición que tomamos como directorio fue hacer un concurso público y totalmente anónimo, para que fuese un proceso absolutamente transparente que para nosotros ha sido un objetivo fundamental en cada etapa del proceso. Lo mismo con la elección del Director del Concurso y los miembros del jurado: convocamos a arquitectos de renombre, del más alto nivel profesional y con amplia experiencia en concursos y proyectos educacionales. Por otro lado, las bases del concurso fueron cuidadosamente definidas y trabajadas de manera de convocar a las mejores oficinas de arquitectura nacionales e internacionales que tuvieran amplia experiencia en proyectos de educación. Todo este proceso nos llevó a que los 18 proyectos que se presentaron fueron de una gran calidad profesional, lo que nos dejó muy contentos y ansiosos porque de ahí saldría si o si un gran proyecto para nuestro colegio. La elección no era fácil por el alto nivel de los proyectos. El trabajo del jurado fue arduo, con muchas horas de estudio, análisis y discusión, llevados en un altísimo nivel, logrando finalmente elegir la propuesta que refleja el colegio con el que estamos soñando.

 

“Aprovecho de agradecer al director del concurso y al jurado por su gran profesionalismo, seriedad, dedicación y cariño que pusieron durante el concurso, entendiendo el significado de Atid para nuestra comunidad y sobretodo con un compromiso hacia la educación en nuestro país”, concluyó.

 

Varios frentes al mismo tiempo

Andrés Paz, presidente del jurado y director del Proyecto Atid, aseguró que el proyecto ganador logró interpretar muy bien a través de su arquitectura el modelo educativo que tiene el Instituto Hebreo. “Su emplazamiento y relación espacial con las canchas deportivas y el EIM es muy armonioso y maximiza los espacios abiertos e integrados. Tiene un concepto estético muy interesante e incorpora simbolismos judaicos que le dan un carácter único. Además, creemos que la experiencia de la oficina de Perkins + Will en el desarrollo de proyectos educativos de vanguardia en el mundo nos permitirá acceder a un know how muy necesario”.

 

-¿Qué etapas viene ahora para el Proyecto Atid?

 

-El Proyecto ATID sigue avanzando en distintos frentes al mismo tiempo. Por un lado, el proyecto de arquitectura y construcción entra en una fase muy intensa de trabajo con los arquitectos elegidos para determinar cuál va a ser el proyecto definitivo que vamos a presentar a la Dirección de Obras Municipales de Las Condes. La idea es ingresar un nuevo anteproyecto para luego trabajar en el premiso de edificación definitivo. Todo esto se hará durante el transcurso de este año.

 

“Adicionalmente, seguimos trabajando en la estructuración financiera, tributaria, endowment, venta del terreno del colegio y acuerdos con el EIM. Queremos seguir avanzando en paralelo con todos los temas y acercarnos poco a poco a nuestra gran meta”.

 

Plan EIM 2.0

Alan Guendelman, presidente del Estadio Israelita, se mostró muy contento con el proyecto ganador, pues entrega una solución espectacular a las diferentes necesidades planteadas en las bases del concurso, tanto por el colegio como por el estadio. “Por un lado, tiene un imagen imponente, simbólica y protegida hacia Chesterton y por el otro lado se abre amigablemente hacia los jardines del estadio, lo que entrega una gran amplitud, tanto desde la perspectiva del colegio como la del estadio, logrando el objetivo que nuestros socios vean un gran estadio y que los alumnos del colegio vean un gran colegio. Adicionalmente, el diseño responde perfectamente a las necesidades de infraestructura requeridos por el estadio, modernizando infraestructura antigua y añadiendo elementos faltantes, como un nuevo gimnasio techado, una cancha de hockey césped y un gran estacionamiento subterráneo, que nos llevarán a nuestro plan EIM 2.0 y a la vez nos darán la flexibilidad requerida de la zona de canchas, la que será usada por el colegio en horarios escolares y por el estadio por las tardes y fines de semana, logrando una extraordinaria eficiencia de instalaciones totalmente complementarias y que hablan claramente de nuestro objetivo de ser dos grandes instituciones que aprovechen la oportunidad de ser vecinos para lograr sinergias y seguir creciendo cada día más como el gran centro de la vida comunitaria en Chile”.

 

-¿Qué mirada tienes de lo que fue este concurso y los estándares de calidad definidos por el jurado?

 

-Creo que el concurso fue un lujo y como comunidad debemos estar muy orgullosos de lo que se realizó. Partiendo por una organización extraordinaria, liderada por el arquitecto Erico Lubert, siguiendo por un jurado totalmente profesional y dedicado, que fue capaz de integrar las voces de los líderes comunitarios involucrados en el proyecto con un grupo de los más reconocidos arquitectos nacionales, incluyendo a un premio nacional de arquitectura. Y, finalmente, lo más importante para un concurso de este tipo, 18 oficinas de arquitectura de primer nivel, que expusieron proyectos de la más alta calidad, haciendo muy difícil el trabajo del jurado.

 

“Respecto a los estándares de calidad definidos, puedo decir con absoluta convicción que fueron del mismo alto nivel que el jurado. El proceso fue absolutamente ciego y siguiendo una pauta predefinida de estudio personal de los proyectos, un recorrido guiado por un arquitecto externo seleccionado por el director del concurso, una larga discusión de jurado sobre cada proyecto, para llegar a la primera selección, logrando 8 proyectos ser votados por el jurado, pero 3 de ellos logrando una clara preferencia. Los mismos tres que después de mucho análisis y discusión fueron premiados con un empate en el primer lugar del concurso. Te puedo comentar que cada jurado dedicó más de 20 horas al concurso, siempre con gran altura de miras, sin preocupación por el tiempo, sino que, por el contrario, tratando de entender a fondo cada proyecto, para respetar el trabajo realizado por los participantes y poder tomar una decisión fundamentada, que asegure el mejor colegio posible para nuestra comunidad”, dijo. ( Fuente: La Palabra Israelita).

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