Budapest acoge la 15 edición de las Macabiadas Europeacon simbolismo histórico

COMUNIDAD, Israel

Gran Sinagoga de Budapest Foto: Elelicht Wikimedia CC BY-SA 3.0

Budapest inaugura esta noche la 15 edición de los Juegos Europeos Macabeos («Macabiada»), un certamen organizado cada cuatro años para deportistas judíos, que llegan desde todo el mundo a la capital húngara justo 75 años tras el inicio del Holocausto en el país centroeuropeo.

Estos Juegos, una especie de «Olimpíadas Judías», nacieron en los años 1920 como respuesta a la discriminación que empezaron a sufrir entonces los deportistas judíos en Europa.

Hoy se ha convertido en un gran evento deportivo, cultural y social, que une a judíos de todas las edades y de todo el mundo.

«Con estos eventos internacionales queremos mostrar la unidad del pueblo judío», explicó en Budapest el presidente del comité organizador, el alemán Motti Tichauer.

Unos 2.300 deportistas de 42 países, de todas las edades a partir de los 14 años de edad, competirán en Budapest durante nueve días en 24 deportes diferentes, que incluyen fútbol, tenis, natación, basquetbol pero también el ajedrez o el bridge, un juego de cartas.

«Llevar a tanta gente a un lugar les muestra que pertenecen a algo grande, sean de dónde sean. Estos eventos fortalecen la identidad judía de la gente», enfatizó.

La primera Macabiada Europea se celebró en 1929 en la entonces Checoslovaquia mientras que el primer certamen mundial se celebró en 1932 en Tel Aviv, hoy Israel.

El nombre de estos Juegos proviene de Yehuda Macabi, un líder judío del segundo siglo antes de la Era Común.

Desde 2011 participan en los Juegos Europeos -como invitados- varios países no europeos, este año Israel, Estados Unidos, Canadá, México, Brasil, Argentina, Uruguay, Sudáfrica y Australia.

Después de Viena (2011) y Berlín (2015), Budapest es la tercera capital con un fuerte simbolismo histórico para la comunidad judía europea que acoge estos Juegos.

Hungría, donde los nazis deportaron y asesinaron a más de la mitad de los 800.000 judíos que vivían allí hasta 1944, fue uno de los países europeos más afectados por el Holocausto.

Aun así, el país centroeuropeo vuelve a tener hoy una de las comunidades judías más grandes de Europa, con unas 100.000 personas.

«Estos Juegos son de importancia extraordinaria en la historia de los judías de Hungría», aseguró hoy ante la prensa András Heisler, presidente de Mazsihisz, la principal comunidad judía del país.

Agregó que en el siglo XX los judíos húngaros sufrieron dos grandes «quiebres», primero el Holocausto y luego el comunismo «cuando se destruyó toda la infraestructura de la comunidad».

Si bien en la vida cotidiana no suele haber demasiados incidentes antijudíos en Hungría, su Gobierno ultranacionalista ha generado en el pasado polémica con mensajes criticados como antisemitas.

El primer ministro, Viktor Orbán, ha encontrado en el magnate estadounidense de origen húngaro-judío, George Soros, su principal enemigo político al que acusa de tramar un «complot» para traer a Europa millones de inmigrantes de Oriente Medio y África.

En 2017 el Gobierno lanzó una controvertida campaña con carteles, colocados en todo el país, en los que aparecía el rostro sonriente de Soros, que para muchos críticos recordaba claramente a la estética antisemita del nazismo.

No obstante, el ejecutivo de Orbán ha apoyado estos Juegos en Budapest con unos 15 millones de euros, según datos oficiales.

El propio primer ministro expresó este lunes, en un encuentro con los organizadores, su «felicidad de que los Juegos regresen a Europa Central», informa la agencia de noticias oficial MTI.

«El Gobierno húngaro apoya y defiende la comunidad judía del país para que pueda conservar su identidad y para el renacimiento de la vida judía de Hungría», aseguró Orbán.

En la solemne apertura de los Juegos, esta noche en el estadio del club MTK Budapest, se prevé la asistencia del presidente de Hungría, János Áder, del presidente del Congreso Judío Mundial, Ronald Lauder, y del ministro israelí de Inmigración, Yoav Galant.

La «llama olímpica» de la Macabiada de Budapest 2019 será encendida por la legendaria jugadora de ajedrez Judit Polgar, considerada la mejor ajedrecista mujer de la historia.

Las delegaciones más grandes son las de Alemania, con casi 300 deportistas, Gran Bretaña (250) y Hungría (200), mientras que España y Argentina acuden con un centenar de deportistas cada uno.

Esteban Bluvol, responsable del equipo argentino, destacó en declaraciones la importancia del «movimiento macabeo» para la comunidad judía del país sudamericano.

«La Macabiada es un evento social, cultural y deportivo en el que los judíos del mundo se juntan para decir ‘presente’. Argentina va a Budapest a decir ‘presente’ en Hungría», explica.

«Ésta es la misión de nuestros deportistas, que vuelvan como ‘embajadores’ del deporte a sus clubes a contar sus experiencias», concluyó Bluvol.

Mientras, en el equipo español destaca su abanderado, Juan Carlos Sanz Briz, hijo de Ángel Sanz Briz, el célebre diplomático que durante la Segunda Guerra Mundial salvó en Budapest la vida a más de 5.000 judíos húngaros al emitirles pasaportes españoles.

Por eso, la delegación española organizará mañana en la sede de Mazsihisz un acto dedicado al legado de Sanz Briz, al que acudirá también una de las mujeres salvadas por el diplomático. EFE

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