Ceremonia en recuerdo de las víctimas del Holocausto: Mensaje de Gerardo Gorodischer

ANÁLISIS / OPINIÓN, Chile, COMUNIDAD

“Viktor Frankl, el reconocido siquiatra y filósofo austriaco, sobreviviente del Holocausto escribió “al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino”. Y hoy estamos acá porque hemos decidido como pueblo judío tomar la actitud de no olvidar, de no olvidar a los seis millones de hermanos asesinados despiadadamente y también de no permitir que la muerte de 15 millones de hombres, mujeres, ancianos, jóvenes y niños sea en vano, porque no sólo fueron asesinados 6 millones de judíos, sino también millones de gitanos, minorías sexuales, discapacitados, entre muchos otros considerados en aquel entonces una lacra para el régimen nazi. Por todos ellos es que este dolor es histórico y no cesará jamás.

Cuando en 2005 la Asamblea General de las Naciones Unidas, designó al día 27 de enero como el Día Internacional de Recordación de las Víctimas del Holocausto, estableció el imperativo ético y moral para todas las naciones del mundo, de luchar contra el antisemitismo, el racismo y toda forma de intolerancia. El día no fue escogido al azar, sino que un 27 de enero de 1945, las tropas soviéticas lograron liberar el campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau. Hoy se conmemoran 75 años de esa fecha histórica, significativa y conmovedora, que abrió una puerta de esperanza en medio de las horas más oscuras de la humanidad.

Debemos asumir la responsabilidad colectiva de educar y fortalecer la resiliencia contra las ideologías del odio. Recordar también es transmitir. Pensar en el pasado es proteger el futuro. La historia es algo que debe contarse siempre. La cadena nunca debe romperse. Nuestros hijos y nietos deberán guardar en lo más profundo de su corazón la conciencia de ocurrido. Somos la última generación que podrá escuchar el testimonio en vida de los sobrevivientes y la primera generación que deberá educar sin ellos. No somos quienes debemos perdonar. Pero sí, quienes no debemos olvidar, pero esto no es suficiente. Es necesario enseñar, reflexionar, aprender, trabajar con la conciencia social y la responsabilidad civil, aprender a convivir y a resolver situaciones sin apelar a la violencia.

No debemos olvidar lo dicho por el erudito del Holocausto, Yehuda Bauer “el horror de lo vivido no es porque se desvió de las normas humanas, el horror es porque no fue un desvío. Lo que sucedió puede pasar nuevamente a otros, no necesariamente judíos, perpetrados por otros, no necesariamente alemanes. Todos somos posibles víctimas, posibles perpetradores, posibles observadores indiferentes”.

Hoy queremos hacer una mención especial a dos hombres muy relevantes para la comunidad judía de Chile y la sociedad toda, dos hombres que hicieron suya la memoria, la resiliencia y la superación, dos hombres que sobrevivieron a los horrores del Holocausto y que este año apagaron su luz, para volver a brazos de los suyos, precisamente dos hombres que sobrevivieron al horror de Auschwitz y la guerra, los Señores David Feurestein y Eliel Alevy (ZL), ambos fueron testimonio vivo de la voluntad de vivir, y de la capacidad de levantarse.

A ellos recordamos especialmente hoy por sobrevivir, por contar su historia, por exigirnos como pueblo decir nunca más.

En honor a su memoria y tantos otros sobrevivientes que con el correr de los años han fallecidos, asumimos con responsabilidad el legado de recordar. Sus historias son un mensaje potente de la capacidad del hombre de caer en lo más profundo, pero también de la capacidad de levantarse frente a la tragedia y rehacer el mundo.

Tal como escribió Don Eliel Alevy, “no se puede vivir con odio, ni con resentimiento, ya que esto causa mucho disgusto con la humanidad. Hay que creer en los seres humanos…sino la vida pierde todo sentido”.

En honor a todos los sobrevivientes que hoy ya no están, a quienes nos acompañen y a toda su descendencia, es que como Comunidad Judía de Chile nos sentimos responsables de combatir la indiferencia, la discriminación y la intolerancia, pues conocemos cuáles pueden ser sus consecuencias y es la razón por el cual nos reunimos hoy.

Nuestro más profundo deseo es que el odio, la violencia y la discriminación no tengan cabida en nuestro país y en el mundo, que todos los seres humanos independiente de su religión, credo o raza sean libres y respetados y que el antisemitismo no tenga eco en nuestro país. Debemos garantizar a todos y cada uno, una existencia digna, libre, segura y en paz sean cuales sean sus convicciones y sus creencias. Por eso es que celebramos la decisión del Gobierno anunciada en diciembre por la Ministra Karla Rubilar de priorizar la aprobación de la Ley contra la Violencia y modificar la actual Ley contra la Discriminación, ambas nos situarán como faros de luz en el continente.

El jueves recién pasado se realizó un hecho sin precedente en la historia de Israel, el V Foro Mundial del Holocausto, titulado «Recordando el Holocausto: combatiendo el antisemitismo», para conmemoran los 75 años de la Liberación del Campo de exterminio de Auschwitz, 50 líderes mundiales se dieron cita para recordar a los seis millones de judíos y los millones de víctimas del holocausto nazi. Desde el Presidente de Rusia, Francia, Alemania, Grecia, hasta los Reyes de España, Holanda, el príncipe Carlos y Presidentes latinoamericanos se reunieron con la promesa de recordar, luchar contra la negación del holocausto y combatir el antisemitismo.

Nos hubiese gustado que nuestro país fuese miembro del International Holocaust Remembrance Alliance (IHRA), para haber estado presente en Jerusalem, ya que el mundo todo debe comprometerse ante las manifestaciones de odio.

En la misma línea, la semana recién pasada, el concejo de Ministros de IHRA conformado por 35 países, firmó en Bruselas una declaración para comprometerse a luchar contra la distorsión del Holocausto, el antisemitismo y otras formas de discriminación.

El Holocausto determinó la pauta del mal absoluto, por tanto, pertenece al legado universal de todos los seres civilizados.

Las lecciones históricas del Holocausto debieran convertirse en un código cultural que promueva la enseñanza de valores humanísticos, la democracia, los derechos humanos, la tolerancia, la condena al racismo y las ideas totalitarias.

Esos son los valores e ideas que también inspiran el reconocimiento que entregaremos hoy, “Luz y Memoria”, a un hombre que- en momentos muy difíciles de la historia de nuestro país- hizo suya la apertura de espacios de libertad, diálogo y entendimiento por medio de la cultura, luchando por preservar la integridad de los derechos humanos y la protección de los oprimidos, levantando la voz desde el escenario para vivir en un país libre. Con una larga trayectoria en pos de traer luz al mundo, un héroe en momentos de oscuridad, un destello de luz en la oscuridad, entregaremos este significativo testimonio al reconocido y muy querido señor Nissin Sharim Paz, es un honor y privilegio que nos acompañe hoy en este solemne acto y que haya aceptado nuestro reconocimiento.

Para finalizar, no hay palabras para describir la enormidad del crimen que significó el Holocausto, su recuerdo nos exige hacer todos los esfuerzos, por mantener la paz para evitar sufrimientos futuros. Como dijo hace unos días en Israel, el Rey de España, “nadie está a salvo, no podemos mirar hacia otro lado”.

La historia es como una carrera de relevos en la que una generación le entrega el testigo a la siguiente, nuestra responsabilidad es educar, concientizar y recordar, para vivir en un mundo más respetuoso, justo y sin discriminación”.

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