Hezbolá es responsable de la explosión en Beirut

COMUNIDAD, Medio Oriente, Opinión

Yoni Ben Menachem

 

 

 

Hezbolá controla la seguridad del puerto de Beirut, que utiliza para sus operaciones de contrabando y para el almacenamiento de armas. La evaluación en Líbano es que la investigación de la explosión masiva en el puerto el cuatro de agosto será un encubrimiento y que la responsabilidad del desastre recaerá en los funcionarios gubernamentales subalternos.

Los informes preliminares de la investigación del gobierno libanés indican que el gobierno está investigando la negligencia en el sitio durante los últimos seis años. Una enorme cantidad de nitrato de amonio (2 750 toneladas) confiscado de un barco abandonado había sido almacenado en el Hangar 12 del puerto durante los últimos seis años, pero no se dio ninguna orden para deshacerse de los materiales. La autoridad aduanera libanesa envió seis cartas al sistema judicial advirtiendo del peligro de las existencias de nitrato de amonio, pero no se hizo nada.

Las filtraciones de la investigación hasta ahora no tocan las afirmaciones de que Hezbolá convirtió el puerto en un almacén de armas y que en realidad se había apoderado de las reservas de nitrato de amonio allí almacenadas para crear dispositivos explosivos (IED). En el 2015, se descubrió en Chipre un almacén de Hezbolá que almacenaba 8,3 toneladas de nitrato de amonio, y seis meses después, se encontraron tres toneladas de nitrato de amonio en cuatro escondites de Londres.

 

“Además del riesgo de detonaciones accidentales que amenazan a los barrios residenciales, se reveló que la carga utilizada en el atentado del autobús de Burgas en el 2012 contenía nitrato de amonio”, según un informe.

Los investigadores tampoco mencionan que la explosión masiva pudo haber incluido una pequeña explosión de armamento de Hezbolá que estaba almacenado cerca del alijo de nitrato de amonio, como informó Al-Arabiya TV el cuatro de agosto. Los espectadores de los videos de las explosiones del puerto afirmaron que vieron “fuegos artificiales”. Se puede mencionar con relativa certeza que los muchos pequeños destellos eran de municiones de bajo calibre explotando.

 

Hezbolá almacena explosivos, misiles, cohetes y municiones en todo Líbano, especialmente entre la población civil, para dificultar que Israel los destruya. El grupo apoyado por Irán ha transformado a los residentes libaneses en “escudos humanos” para proteger sus armas.

 

¿Quién es responsable de la terrible catástrofe en Beirut? La respuesta está escrita en la pared. Todos en Líbano asumen que Hezbolá y sus títeres del gobierno dirigirán la investigación en la dirección que quieren e ignorarán el hecho conocido por todos los niños de Líbano: Hezbolá controla el puerto de Beirut. Hezbolá sabe todo lo que pasa en el puerto, así como controla los otros cruces fronterizos del país.

 

Hezbollah utiliza el puerto para la entrega de mercancías sin aduana y para su industria de contrabando. La organización debe haber sabido de la presencia de las grandes reservas de nitrato de amonio y aparentemente prefirió no transferirlas del puerto a otro sitio, tal vez temiendo que Israel las revelara e intentara destruirlas.

 

La inteligencia estadounidense también cree que Hezbolá controla el puerto. El cinco de agosto, Fox News transmitió que según los oficiales de inteligencia estadounidense, la mayor parte de la actividad en el puerto es bien conocida por Hezbolá y que, de hecho, las primeras personas que llegaron al lugar después de la explosión fueron operativos de Hezbolá.

 

Hezbolá gobierna efectivamente Líbano; nombró al presidente Michel Aoun y al Primer ministro, Hassan Diab. Hezbolá mueve los hilos detrás de las cortinas a través de sus representantes en el gobierno y el parlamento, respaldados por su enorme arsenal. La “democracia” en Líbano es una falsificación. Es la regla del terror de Hezbolá sirviendo como agente de Irán y dirigiendo Líbano a través de bandas mafiosas corruptas. Esta es una de las principales razones del colapso de la economía libanesa.

 

Según las estimaciones de los expertos en economía mundial, Líbano necesita un total de 93 mil millones de dólares para salir de su grave crisis financiera, pero es imposible proporcionar esta cantidad mientras una organización terrorista domine el país y se niegue a desmilitarizarse.

 

El desastre de Beirut abre una oportunidad para que la comunidad internacional vuelva a comprometerse y condicione la ayuda económica a Líbano a que Hezbolá desmilitarice y elimine los depósitos de armas que ocultaba entre la población civil. Esta es la oportunidad de limitar la maniobrabilidad de Hezbolá en Líbano, porque la población civil no puede resistirse al vasto poder militar de Hezbolá.

 

La explosión masiva dejó sin hogar a unos 300 mil civiles, que ahora entran en una lucha diaria por su vida y su sustento. Si el gobierno libanés no encuentra una solución rápida para ellos, es probable que se enfrente a enormes manifestaciones. Líbano también se enfrenta a una grave crisis alimentaria; el desastre destruyó las torres centrales de cereales del Estado, que contienen hasta el 85% de las reservas de cereales de Líbano.

 

Los resultados preliminares de la investigación, que se supone serán entregados al gobierno libanés esta semana, son vitales. Si el público libanés siente que esto es un encubrimiento, puede salir a las calles y renovar la intifada que comenzó en octubre pasado.

 

Altos funcionarios de seguridad en Israel estiman que Irán tratará de aprovechar el empeoramiento de la crisis en Líbano tras la catástrofe para aumentar su participación en el país. Por lo tanto, es vital que la comunidad internacional trabaje con sabiduría: por un lado, para evitar que Irán ayude económicamente a los residentes de Líbano endureciendo las sanciones económicas contra Irán, y por otro lado, para supervisar el flujo de dinero a la economía libanesa de manera que esté condicionado al desarme de Hezbolá.

 

Los funcionarios de inteligencia israelíes estiman que Irán intentará aprovechar la transferencia de ayuda humanitaria a Líbano para introducir de contrabando sistemas de guía de precisión para los misiles de Hezbolá. Es imperativo encontrar una manera de monitorear los envíos de ayuda iraní, que llegarán a Líbano por aire y por mar.

 

Israel tendrá que actuar contra la transferencia de envíos del Irán a Líbano tan pronto como disponga de información de inteligencia fiable y precisa de que los iraníes están enviando material para el proyecto de misiles guiados de precisión de Hezbolá.

 

La comunidad internacional no debe permitir que el gobierno corrupto de Líbano, que cuenta con el apoyo de Hezbolá, salga fácilmente de la crisis económica sin exigir el precio necesario para el bienestar de los residentes de Líbano, es decir, la retirada de las armas de Hezbolá.

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