El dilema israelí: condenar a Rusia sin molestar a Putin

COMUNIDAD, Israel

El ejército ruso ingresó a Donetsk y Lugansk, dos distritos separatistas de Ucrania. (Ynet)
Itamar Eichner – Adaptado por Tom Wichter
A través de una jornada de extensas reuniones en Jerusalem, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel evalúa la reacción oficial a la decisión del ejército de Rusia de ingresar a Donetsk y Lugansk, dos distritos separatistas de Ucrania.
Los debates se desarrollan tanto en las oficinas de la cancillería como en la del Consejo de Seguridad Nacional, y se estima que el resultado será una declaración de condena sobre la decisión rusa.
La mayoría de los analistas e involucrados estima que Israel no podrá evitar la condena a Moscú, en medio de un clima de condenas de la comunidad internacional a Rusia, que inclusive amenaza con sanciones. El principal punto de evaluación en Israel es la dureza de la condena, ya que consideran que no debe molestar demasiado al presidente ruso Vladimir Putin.
“Es imposible pasar por alto lo que hicieron los rusos”, afirmó un importante funcionario israelí. Al respecto, desde Jerusalem también realizaron consultas a Washington antes de fijar la posición oficial sobre el tema.
Al mismo tiempo que evalúa su posición, la cancillería también dispuso la evacuación del personal que trabaja en la embajada de Israel en Kiev y el respectivo traslado a Leópolis, una ciudad del oeste ucraniano, alejado de la frontera con Rusia.
La mudanza estaba prevista para la mañana , pero el último discurso de Putin y la escalada militar inminente provocó que la operación se adelantara para la noche del lunes. Los diplomáticos israelíes, encabezados por el embajador Michael Brodsky, se trasladaron en un convoy de automóviles y llegaron a destino después de 8 horas de viaje.

En Jerusalem no quieren tensar la relación con Moscú. Naftalí Bennett, primer ministro de Israel; y Vladimir Putin, presidente de Rusia. (Kobi Gideon).

Israel informó previamente a las autoridades ucranianas sobre esta mudanza de la embajada. A su vez, funcionarios rusos fueron notificados de la ubicación exacta de las nuevas oficinas israelíes en Leópolis.

Los ucranianos no ocultaron su decepción con la decisión israelí a pesar de que Israel evacuó a sus representantes de Kiev mucho después de que lo hicieran otros países: Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia y Japón, entre otros. En algunos casos los diplomáticos directamente abandonaron el país.

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