«La comunidad negra debe luchar contra la mentira de que Israel es un Estado racista»

Antisemitismo, COMUNIDAD

Pastor Dumisani Washington. (Twitter)
Leandro Fleischer
Dumisani Washington, fundador del Instituto para la Solidaridad Negra con Israel (IBSI), cuenta sobre la labor de su organización para luchar contra el antisemitismo y el antisionismo y critica duramente a las agrupaciones que califican a Israel de Estado de apartheid, como lo hizo recientemente Amnistía Internacional en un informe, y considera que tales acusaciones también son ofensivas para la población negra. «Se apropian de las luchas de otros pueblos», dice. Entrevista exclusiva con Ynet Español.
El pastor, activista y escritor estadounidense Dumisani Washington es el fundador y director ejecutivo de Institute for Black Solidarity with Israel (Instituto para la Solidaridad Negra con Israel), conocido como IBSI, una organización compuesta por afroamericanos que lucha contra el antisemitismo y la demonización de Israel.
Anteriormente, Dumisani se desempeñó durante 7 años como coordinador de Alcance de la Diversidad en la organización Christians United for Israel (Cristianos Unidos por Israel), conocida como CUFI, donde impulsó el apoyo cristiano multiétnico a Israel en todo el país y ayudó a lanzar CUFIAfrica para involucrar a los muchos partidarios de Israel en varios países africanos.

En diálogo exclusivo con Ynet Español, el pastor afirma que las organizaciones y los gobiernos que califican a Israel de racista o Estado de apartheid mienten, «se apropian de las luchas de otros pueblos» y sus acusaciones son ofensivas no solo para el Estado judío, sino también para la población negra. Dumisani asegura que «el antisemitismo va de la mano con el antisionismo» y que la demonización de Israel y los judíos perjudica especialmente a las sociedades realmente oprimidas.
–¿Qué piensa de las expresiones de aquellos que afirman que Israel es un Estado racista que aplica el apartheid?
–Es una mentira reiterada frecuentemente por una coalición de enemigos de Israel para demonizar al Estado judío. Ha sido repetida una y otra vez por las Naciones Unidas y por diversas organizaciones de derechos humanos. Yo he visitado Israel en reiteradas oportunidades; tengo amigos y colegas árabes israelíes, tanto musulmanes como cristianos, algunos de los cuales están en la Knesset, en el Ejército, en los medios de comunicación y demás. Todos ellos me dicen que Israel no es perfecto, ningún país lo es. No obstante, me aclaran que afirmar que es un Estado de apartheid es simplemente una mentira. Yo tengo amigos y familia en Sudáfrica que tuvieron que soportar el apartheid. Y el hecho de apropiarse de la lucha de otros es ofensivo. Nada es como el Holocausto o como el comercio transatlántico de esclavos. Los enemigos de Israel no tienen ningún problema en apropiarse de las luchas, o incluso de las calamidades de otros pueblos con el fin de demonizar al Estado judío. Esas afirmaciones no tienen ningún sustento. Hay árabes, cristianos y musulmanes, que sirven en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), en el Parlamento, en la Corte Suprema; pueden votar, estudiar y demás. Ellos mismos te lo dirán.

–¿Cree que sus expresiones están relacionadas con el antisemitismo o con el antisionismo?
–Creo que es antisemitismo. Yo he escrito un libro llamado “Sionismo y la Iglesia negra”, en el cual cito a los padres del sionismo, como Leon Pinsker y Teodoro Herzl, entre otros, y un punto en el que estaban todos de acuerdo era que una vez que se estableciera el Estado de Israel, el antisemitismo no desaparecería. Entendían que el Estado les permitiría a los judíos defenderse, en contraste con lo que había sucedido en Rusia, Alemania o incluso Etiopía. Se trata de un problema global. Durante 2.000 años, desde la ocupación romana de Israel, los judíos sufrieron persecuciones en todo el mundo y no tenían un hogar nacional. Entonces hay muchos que hoy no aceptan que lo tengan. Es así de simple.
–¿El antisionismo es una excusa para el antisemitismo?
–Absolutamente. El doctor Martin Luther King dijo que cuando uno habla peyorativamente del sionismo, es antisemitismo. De hecho, el ayatolá Khamenei de Irán expresa abiertamente que el sionismo es un cáncer que debe ser removido. Y yo les digo a mis alumnos que afirmar que Israel no tiene derecho a existir es como afirmar que Canadá o cualquier otro país no tiene derecho a existir, o como si alguien manifestara que no tiene nada contra los nicaragüenses, pero Nicaragua no tiene derecho a existir. Nadie aceptaría una expresión semejante. Pero como se trata de los judíos, es diferente. Lamentablemente, el antisemitismo está aumentando. No obstante, irónicamente, se está incrementando en Occidente, mientras que muchos países árabes comenzaron a alcanzar la paz con Israel. Es realmente asombroso que el antisemitismo ahora provenga de los presuntos intelectuales inteligentes de Estados Unidos y la Unión Europea, al tiempo que la situación está mejorando en este aspecto tanto en Medio Oriente como en África.

Instituto para la Solidaridad Negra con Israel. (Facebook)
–¿Por qué sucede esto?
–Es puro adoctrinamiento. Yo he estado en los campus de las universidades de Estados Unidos y pude ser testigo de lo que sucede habitualmente en esas instituciones, donde las organizaciones que afirman defender los derechos de los palestinos consideran que está justificado calificar a Israel de Estado de apartheid, incendiar símbolos del Estado judío y pintar cruces esvásticas. Pero esa gente no entiende nada del conflicto en Medio Oriente, y nosotros intentamos explicar constantemente lo que realmente sucede en Gaza, por ejemplo. Les mostramos a los estudiantes cuán rico es Hamás mientras los habitantes del enclave palestino son cada día más pobres y les decimos que los palestinos de Cisjordania quieren la ciudadanía israelí. Pero nadie los representa, tampoco el movimiento BDS. Cada vez vemos más palestinos, tanto en Gaza como en Cisjordania, que empiezan a decir la verdad sobre su liderazgo. No se consideran sionistas, pero entienden que Hamás y la Autoridad Palestina son aquellos que los oprimen. Y nosotros buscamos que esas voces puedan escucharse cada vez más. Si Israel es un Estado de apartheid, como dicen, ¿por qué los palestinos de Cisjordania firmaron un documento afirmando que quieren ser ciudadanos israelíes? No tiene ningún sentido. Ellos quieren mejores trabajos, mejores colegios y lo mejor para sus hijos, como el resto de nosotros. Desean vivir en paz, y ellos ven que sus hermanos en Israel pueden hacerlo.
–¿Quién es el principal difusor de la propaganda antisionista o antisemita en Estados Unidos?
–Principalmente los extremos, como la ultraderecha y la ultraizquierda, la cual es la que controla mucho de lo que sucede en el ambiente académico. También es responsable el Council on American–Islamic Relations (Consejo de Relaciones Islámicas-Estadounidenses), que recientemente llevó a cabo una convención en la cual su líder dijo que el sionismo es el enemigo, incluidas las sinagogas y las organizaciones sionistas. Esto es incitación a la violencia. También está el movimiento Black Lives Matter (La Vida de los Negros Vale), que simula defender a la comunidad negra, pero en la práctica habla sobre Israel alegando que es un Estado de apartheid que comete un genocidio contra los palestinos. De esta manera, ninguno de estos movimientos defiende los derechos de los palestinos porque no es verdad lo que afirman. Tampoco defienden los derechos de los afroamericanos, porque nada tiene que ver lo que sucede en Gaza con lo que pasa en Chicago, por ejemplo. Entonces tienes a la ultraizquierda difundiendo esta propaganda, que no es nueva, ya que empezó cuando Yasser Arafat tomó el mando de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) en los años 60. Una de las primeras cosas que él hizo fue intentar influir en los líderes negros de las organizaciones por los derechos civiles, como Angela Davis y Eldrige Cleaver, y les vendió esta propaganda, debido a que los activistas más establecidos, como Martin Luther King, era un amigo de Israel y del pueblo judío que realmente quería paz, y sabía que todo eso era mentira. Y toda esa propaganda se institucionalizó y hoy, 50 años después, se enseña en el ámbito académico y está siendo financiada por los enemigos de Israel. Y somos testigos de estos ataques contra el Estado judío, mientras hay millones de esclavos en Libia, un genocidio en Nigeria, entre otras atrocidades en África y el Medio Oriente. Estamos hablando de personas viviendo una verdadera carnicería. De hecho, el emir de Catar visitará la Casa Blanca pronto, a pesar de que no es ningún secreto que los estadios de fútbol para el Mundial 2022 están siendo construidos por esclavos. Sin embargo, esto parece pasar por debajo del radar del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Todo esto es absolutamente ignorado, pero los ojos están puestos sobre Israel. Los que están sufriendo por el odio a los judíos no es Israel, que es fuerte, sino Nigeria, Libia y otros países de la región.
–¿El antisemitismo está aumentando dentro de la comunidad negra en Estados Unidos?
–No es lo que estamos viendo, pero sí se han estado produciendo incidentes violentos desde hace mucho tiempo. Si bien no hay un incremento del antisemitismo, sí hay una narrativa que prevalece en los medios de comunicación y en las redes sociales. Para darte un ejemplo, te puedo decir que respecto de la guerra de mayo, es la primera vez que en este país un conflicto entre Israel y sus enemigos genera que personas judías sean golpeadas en las calles. Esta situación me recuerda a los ataques racistas sufridos por los negros en los años 50 en Alabama. Durante la guerra de mayo, Black Lives Matter, así como congresistas como Alexandria Ocasio-Cortez o Ilhan Omar condenaron a Israel. Todo esto es odio antisemita. Por eso considero que es un odio institucionalizado. Y hay gente que dice que en realidad se trata de críticas legítimas al Estado de Israel. Entonces, uno se pregunta por qué se atacaba a judíos mientras los israelíes se defendían de Hamás y la Yihad Islámica. Esto se debe, por supuesto, a que el antisemitismo y el antisionismo van de la mano. Y la comunidad negra está siendo explotada por este tipo de organizaciones y políticos. Aquellos que dicen que hablan en nombre de la comunidad negra, en realidad no lo hacen. Y este es un problema. Lo que sucede es que los medios les dan mucha voz. Algo similar sucede con la organización Jewish Voice for Peace (Voz Judía por la Paz), que es tan anti-israelí como Black Lives Matter, no representa a la mayoría de los judíos, pero tiene toda la atención de los medios de comunicación y del ámbito académico.
–¿Su organización recibe mucho apoyo de la comunidad negra?
–Sí. Hay pastores negros y líderes comunitarios en todo el país con quienes hemos tenido una relación de años. Ellos apoyan a Israel y denuncian los ataques contra el Estado judío, especialmente cuando vienen de la población afroamericana. Y estamos trabajando en un proyecto para reclutar a miembros de la comunidad para enseñar sobre el conflicto. Planeamos viajar a África, especialmente a Sudáfrica, y a Israel. Estamos recibiendo una gran cantidad de apoyo. Observamos que hay una narrativa de los medios de comunicación por un lado y la realidad por el otro. Por lo tanto, si vemos lo que sucede en los medios, la voz de la comunidad negra suele ser anti-israelí, pero la realidad es muy diferente. Y eso es justamente lo que planeamos mostrarle al mundo.

El pastor Dumisani Washington con su libro «Sionismo y la Iglesia Negra». (Facebook)
–¿Y en África? ¿Sucede algo similar?
–En efecto. Particularmente cuando ves que el BDS Sudáfrica se convirtió en una organización llamada Africa for Palestine (África por Palestina). Esta es una de las agrupaciones que criticaron duramente a Miss Sudáfrica por participar en el concurso Miss Universo en Israel. También apuntaron contra el ex jefe de Justicia, Mogoeng Mogoeng, por expresarse a favor del Estado judío. Ahora bien, los miembros de esa organización no hablan en nombre de la mayoría de la población negra del país. Africa for Palestine tiene sus propios objetivos, que están enfocados en Israel, mientras hay otros problemas en Sudáfrica que no tienen nada que ver con el conflicto palestino-israelí. Pero ellos prefieren explotar a los ciudadanos negros para desviar la atención, ya que la comunidad negra sudafricana tiene cerca de un 50% de desocupación.
–¿Cuándo y por qué decidió defender esta causa?
–Yo fundé la organización en 2013, después de mi primer viaje a Israel en 2012, cuando visité el país como parte de una delegación de pastores afroamericanos de la organización Christians United for Israel (Cristianos Unidos por Israel). Mi objetivo era fortalecer el vínculo entre las comunidades negra y judía en Estados Unidos, como así también entre África e Israel. Luego regresé y continué investigando por mi cuenta. Escribí la primera edición de mi libro “Zionism and the Black Church” (“Sionismo y la Iglesia negra”), y eventualmente fundé “Institute for Black Solidarity with Israel” (“Instituto de Solidaridad Negra con Israel”), al que me he dedicado con mucha pasión desde entonces. Y una de las principales razones por las que hago esto es para responder a los ataques ideológicos contra Israel, y el más importante de ellos es el que está relacionado con las acusaciones de racismo, como por ejemplo que Israel es un Estado de apartheid y la resolución de la ONU que equipara al sionismo con el racismo. Y estas mentiras han producido un efecto en la comunidad negra de todo el mundo. Pero los colegas del doctor King se percataron de ello. En 1975, después de su asesinato, su padre, su esposa y otros activistas fundaron una organización llamada BASIC: Black Amaericans to Support Israel Committee (Comité de Negros Estadounidenses en Apoyo a Israel), la cual solía luchar contra las mentiras que se solían expresar sobre el Estado judío y señalaban que llamar a Israel racista era en realidad ofensivo para las personas que realmente sufrieron la esclavitud y la segregación racial. Y puedo decir que, además de la comunidad negra, los que más sufren por estas mentiras son los mismos palestinos, que siguen hundidos en la pobreza mientras que sus líderes son multimillonarios y continúan soportando la opresión y las persecuciones religiosas, pero nadie habla por ellos, que sólo quieren vivir sus vidas en paz.
–¿Hacen actividades conjuntas entre miembros de diversas comunidades?
–Por supuesto. Tenemos relaciones con la comunidad hispana y asiática, que sienten lo mismo que nosotros. Siempre aclaramos que nos enfocamos en la comunidad negra, no para excluir a otras, sino por motivos de historia, legado y por su importancia. Entendemos que la población negra de Sudáfrica debe luchar contra la mentira de que Israel es un Estado de apartheid y que la comunidad afroamericana debe luchar contra la mentira de que el sionismo es racismo. Eso es lo que hicieron los líderes negros en generaciones anteriores y hoy queremos elevar nuestra voz para que sea escuchada.

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