Marina Rosenberg concluye su gestión como embajadora israelí en Chile

Chile, COMUNIDAD, Israel

 

Marina Rosenberg, embajadora de Israel en Chile, dialogó con Radio Jai sobre sus tres años de gestión como representante del Estado hebreo en el país andino.

“Voy a cerrar tres años”, destacó, “quedan unas semanas más de muchas despedidas, tres años de intentos, de muchos logros pero también muchos desafíos… me voy con emociones mixtas”. “Estoy muy contenta de volver a Israel, especialmente en verano, no estuve allí por tres años por la pandemia”, expresó. Sin embargo, también extrañará su tiempo en Chile, donde tuvo “la oportunidad, a pesar de la pandemia, de conocer muchas regiones […], mucha gente diversa. Fue una experiencia muy linda, como embajadora y como israelí”.

Remarcó que durante su gestión, descubrió un país distinto al que creía que se encontraría: “Fue una experiencia muy diferente a lo que yo esperaba cuando llegué en julio del 2019, yo tenía una visión de Chile que se fue disolviendo con el tiempo”, percepción que había generado en sus visitas previas como turista y luego como diplomática en el año 2010. “Me di cuenta, después del estallido social, que hay muchos temas, que hay mucha diversidad económica que no conocía antes”.

En base a su nueva óptica sobre el país, bajo su conducción, Rosenberg modificó el formato del accionar de la embajada: “Cambiamos el enfoque a una mirada más regional, más viajes a las regiones, más apoyo a las regiones”. Bajo el entendimiento de que “Santiago no es Chile y Chile no es Santiago”, la Embajada de Israel consiguió llegar a prácticamente todas las regiones a lo largo del territorio chileno. “Nos encontramos con una diversidad de gente, apoyamos en proyectos humanitarios y donaciones, apoyamos en temas hídricos”.

En la misma línea, explicó que la embajada invirtió grandes esfuerzos en “luchar contra la desinformación que hay en redes sociales, con un lobby palestino muy fuerte, que es una misión de la embajada, que lamentablemente afecta a la comunidad judía local”. Desarrolló que las raíces de la campaña en la internet contra Israel se encuentran fuertemente en Chile, “de la comunidad palestina más grande fuera de Medio Oriente”, con un total de 440 mil personas (según estimaciones de la propia comunidad). “Lamentablemente hemos visto como en los últimos 8-9 años, ciertos dirigentes de la comunidad palestina, (porque no representan a toda la comunidad, tengo amigos de la comunidad palestina-chilena), se fueron extremando año a año con un discurso muy violento”. Tal proceso de radicalización atravesado por el liderazgo palestino se vio reflejado claramente el año pasado cuando “el presidente de la comunidad palestina chilena admitió que apoya a Hamás, una organización terrorista cuyo propósito explícito es la destrucción del Estado judío”.

Por otra parte, la embajadora se refirió a las grandes transformaciones sociales atravesadas por Chile durante su gestión como representante de Israel: “Chile está pasando por un proceso que era necesario a nivel político, social, económico, con muchos cambios positivos”. Fundamentó aquello explicando, : “Yo soy bien feminista, y ver que hay un gobierno no solamente equitativo en términos de generó, sino con una mirada feminista y en sustentabilidad, es muy importante y muy adecuado al siglo XXI”.

Asimismo, comentó en torno a la posición dura del presidente Gabriel Boric con respecto a Israel: “Él fue muy claro públicamente como diputado, como candidato a presidente y como presidente, mencionando a Israel varias veces de manera negativa en lo que tiene que ver con el conflicto. El mismo se definió en el pasado como pro-palestino”. A pesar de ello, la embajadora explicó que según su visión, “las personas en general y los presidente en específico no tienen que definirse pro-Palestina o pro-Israel, uno puede ser pro-Palestina y pro-Israel, y eso significa ser pro-paz y pro-diálogo. La elección que tienen que hacer es si apoyan a la paz y el diálogo o el terrorismo”.

Sin embargo, más allá de la postura personal crítica de Boric hacia Israel, Rosenberg resaltó que, “en los tres meses del gobierno de Chile, vimos avances positivos”. Detalló que el oficialismo chileno desarrolló una mejor comprensión de la importancia de las relaciones entre Israel y Chile, “cuanto podemos aportar en el presente, y apoyar a Chile en sus desafíos, el tema hídrico, de seguridad social”. “Tengo fe de que a pesar de algunas diferencias políticas en términos del conflicto palesitno-israelí, que este gobierno siga avanzando en la amistad histórica entre los países y los pueblos”, declaró.

En lo que hace al intercambio comercial la representante diplomática sostuvo que se mantuvo en los niveles que se venían dando. Uno de los éxitos más importantes en el intercambio es el proyecto del Sistema Nacional Satelital de Chile liderado por la empresa Israelí ImageSat international para la construcción de 10 satélites y en la cual también colabora la fundación israelí Ramón.

Por último, haciendo una reflexión final sobre sus tres años de gestión, la embajadora remarcó: “Yo creo que no tuve logros personales, los logros realmente fueron de un gran equipo, de la embajada que van a seguir trabajando, especialmente de los funcionarios locales y de algunos israelíes”. Entre los logros conseguidos en conjunto por la embajada, Rosenberg destacó: la capacidad de adaptación luego del estallido social y el contexto de pandemia, el éxito en el acercamiento a las regiones de Chile y la labor en las redes sociales.

Marina Rosenberg será reemplazada en su cargo como embajadora por Gil Artzyeli, ex-embajador israelí en Panamá y actual director del Departamento de Relaciones Económicas Israel-Europa del Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado hebreo.

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