Mensaje de Shai Agosin en sinagogas de Santiago durante YOM KIPUR

COMUNIDAD

La vida es como una obra de teatro, no importa su duración sino lo bien que se ha interpretado. En este DIA los invito, los convoco a interpretar de la mejor manera posible nuestra obra de teatro llamada Vida.

Rab Kook decía: es solamente mediante el verdadero retorno a nosotros mismos que una persona, un pueblo, el mundo y todos los mundos, toda la existencia, retorna a su creador para ser iluminada por la luz de la vida. El Rab lo planteaba en términos personales, es cierto, pero mi invitación es hacerla extensiva a nuestra vida como judíos miembros de una comunidad, como amantes de nuestra tierra milenaria Israel y también como chilenos.

Como comunidad estamos viviendo una crisis profunda. Mientras entre los años cuarenta y setenta los judíos de este país participaban activamente en todas las instituciones, haciéndolas fuertes, con una identidad envidiable, como cuando se crearon comunidades emblemáticas que hasta hoy existen o mejor dicho subsisten, hoy tenemos menos participación, menos activistas en todas las instituciones del Ishuv. Colegios, sinagogas, el Club deportivo, hogares, la Bomba Israel, movimientos juveniles, grupos femeninos, instituciones de ayuda social y muchas otras, luchan día a día para seguir adelante con su actividad.

Se necesita la ayuda económica y mucho, pero no basta. Los necesitamos a ustedes, a todos ustedes participando, que hagan parte de su vida el quehacer comunitario. Nadie está excluido, estoy seguro que en alguna institución encontrarán un espacio que los llenará, que les dará oxígeno a sus corazones y hará correr más rápido esa sangre judía que bellamente corre por nuestras venas. No tengan miedo, no duden en acercarse a las instituciones que más los identifique. Sé que los recibirán con los brazos abiertos.

Desde Israel, las noticias fluyen a diario, así como hace dos días tuvimos la alegre noticia que el científico israelí del Tejnión, Daniel Shetchman ganó el Nobel de Química,a veces los hechos no son tan alentadores.

Hoy más que nunca debemos apoyar a la Mediná, porque si analizamos la historia es difícil encontrar un momento tan complejo como el que vive Israel en la actualidad. Tal vez, sólo equiparable a la Guerra de los 6 Días y a la de la Independencia, aunque la gran diferencia es que en ese entonces el enemigo era visible, claro y frontal.

Hoy, Israel se encuentra en la región más convulsionada del mundo: Egipto en plena etapa de cambio, Siria con un levantamiento que trata de ser apagado por la dictadura de Assad, Irán desarrollando armas nucleares, Turquía que rompe relaciones con Israel desconociendo el informe de la ONU en relación a la Flotilla del 2010 y la Autoridad Nacional Palestina que ha perdido apoyo ciudadano y busca a través de alianzas con el movimiento terrorista Hamas y medidas poco afortunadas legitimarse nuevamente ante una población cada día más crítica.

Todos hemos visto el lobby feroz de los últimos días en relación al reconocimiento de un Estado Palestino. Como Comunidad hemos trabajado mucho para que el Gobierno de Chile apoye las negociaciones directas, ya que solo eso llevará a la creación de un Estado Palestino.

El Cuarteto, compuesto por la ONU, Rusia, la Comunidad Europea y USA, han instado a palestinos e israelíes a una mesa de dialogo; Israel no puso ninguna condición, al contrario la Autoridad Palestina la rechazó de plano.

A muchos se les olvida que Israel tiene derecho a existir en fronteras seguras y ser reconocido como Estado Judío. Pareciera que todos estos movimientos tuvieran un objetivo: buscar el único enemigo que los une y mediante discursos populistas atacar a Israel. Si a esto agregamos que el poder económico, la influencia electoral por la creciente población árabe en el mundo occidental y el manejo de un gran número de medios de comunicación del mundo, Israel se encuentra en una situación complicada, compleja, que necesita nuestro profundo compromiso, entre otras cosas tenemos que colaborar con el Keren Hayesod.

El Estado de Israel es nuestra tierra milenaria y debemos cuidarla como uno de los tesoros más preciados del pueblo judío.

Como chilenos también estamos viviendo momentos históricos.

Nos encontramos a las puertas de convertirnos en un país desarrollado, pero a la vez paradojalmente con muchas deudas en lo social.

El movimiento estudiantil nos enrostra día a día que hay compatriotas, hijos de esta tierra que no tienen los recursos para estudiar carreras dignas sin hipotecar sus vidas por años, para pagar universidades o institutos de educación superior, con títulos que muchas veces deberán colgar en sus casas como recuerdo de un sueño roto con los años.

Este movimiento nos recuerda también que hay deudas en otras áreas, como la salud, pues mientras algunos privilegiados son atendidos en verdaderos hospitales de 5 estrellas, otros millones de chilenos deben esperar días y meses para una intervención quirúrgica. Y así suma y sigue.

¿Por qué el presidente de la comunidad plantea este tema? La respuesta es simple: debemos tener una comunidad más comprometida y participativa en el Chile de hoy.

Hay muchos judíos que son un ejemplo en los ámbitos de la nación, pero necesitamos más, Chile necesita más.
Me gustaría ver mas judíos en el Parlamento y en estamentos públicos ayudando a hacer de Chile un mejor país.

Finalmente, les pido que cuando sientan el profundo sonido del Shofar y vuestros corazones se vuelquen a cerrar estos días de reflexión dediquen, al menos unos minutos, a pensar en nuestra comunidad, Israel y Chile. Y mediante el retorno a lo más profundo de nosotros mismos, en esta obra de teatro llamada vida, seamos iluminados.

Jatimá Tová

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