Luego de más de seis años de tramitación en el Congreso, el Senado aprobó la ley contra la discriminación en Chile.
Fundamentalmente, la normativa establece un mecanismo judicial para “restablecer eficazmente el imperio del derecho toda vez que se cometa un acto de discriminación arbitraria”, es decir cualquier persona lesionada en su derecho a no ser discriminada podrá recurrir a la justicia.